Por Brian Orsak
El miércoles entraron en vigencia en Australia regulaciones que obligan a las instituciones financieras a tener programas de identificación de clientes y controles sobre bancos corresponsales.
Las obligaciones antilavado de dinero, que forman parte de la ley aprobada en 2006, están siendo aplicadas por etapas por el principal regulador financiero del país, el Centro Australiano para los Reportes de Transacciones y el Análisis (AUSTRAC, por sus siglas en inglés). La agencia dijo que las regulaciones implementadas el miércoles eran las “disposiciones más importantes” de ese esfuerzo.
Según las regulaciones implementadas el miércoles, las instituciones financieras deben realizar rigurosas identificaciones de identidad para aquellas transacciones de US$10.000 o más, evaluar los riesgos ALD presentados por empleados, designar oficiales de cumplimiento y adoptar medidas para supervisión de sus juntas directivas y alta gerencia.
Las disposiciones, que también afectan a las compañías de metales preciosos y juegos de apuestas, obligan a las instituciones a conservar registros de sus controles antilavado de dinero y contra la financiación del terrorismo, y a informar acerca de sus progresos en la implementación de esos controles a AUSTRAC.
La ley es una actualización de las regulaciones antilavado de dinero aprobadas en 1988 y que ahora son consideradas insuficientes, ya que “los sindicatos del crimen organizado con tecnología de avanzada y las redes terroristas globales actualmente tienen nuevas oportunidades les que permiten explotar negocios legítimos”, dijo en una declaración el Ministro Australiano para Asuntos Internos, Bob Debus.
Según cálculos de AUSTRAC, cada año se lavan a través de las instituciones australianas aproximadamente US$4.500 millones en fondos procedentes de delitos.
Otras obligaciones adicionales, incluidas algunas disposiciones referidas a la inscripción de negocios de remesas y la presentación de reportes de operaciones sospechosas, entrarán en vigencia el 12 de Diciembre de 2008.
