El narcotráfico requiere de muchos recursos: ejércitos, cuentas bancarias, sociedades, decenas de colaboradores, alta tecnología y más. Además, hace falta repartirlos en diferentes países, en este caso Brasil, Colombia, Estados Unidos y Panamá. A eso se dedicaba la organización liderada por un narcotraficante colombiano.
Pero colaboración de los países por donde pasaba el dinero y la droga, y como parte de la operación Océanos Gemelos liderada por la agencia antidrogas de EE.UU. (DEA por sus siglas en inglés), y se logró el arresto en Brasil del narcotraficante colombiano Pablo Rayo Montaño y otras 100 personas, además de la confiscación de casi 50 toneladas de cocaína y más de US$70 millones.
Rayo Montaño llegó a Panamá a finales de la década pasada y construyó una red de narcotráfico y lavado de dinero con ramificaciones todavía muy difíciles de descifrar para las autoridades de varios de los países donde operaban. Aunque fue detenido en Sao Paulo, las investigaciones lo conectan principalmente con Panamá pero también con Estados Unidos, Brasil y Venezuela, entre otros países.
En Panamá contaba con todo tipo de propiedades y una fachada comercial que ocultaba el verdadero negocio del narcotráfico.
La DEA acusa a la organización Rayo Montaño de haber traficado más de 15 toneladas de cocaína por mes desde Colombia a Estados Unidos y Europa y de haber lavado más de US$100 millones producto de la droga desde principios de 2003, según la acusación en los tribunales de EE.UU.
Ejército, islas privadas y educación
Según la DEA Rayo Montaño lideraba una organización criminal con tecnología de última generación y altamente educados profesionales. Movían cocaína hacia el norte y dinero producto de la venta de la droga hacia el sur y se asociaban con las organizaciones colombianas de Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Cartel de Valle del Norte, todas consideradas grupos terroristas por las autoridades estadounidenses.
Karen Tandy, la directora de la DEA señaló en una conferencia de prensa que la organización “contaba con su propia armada como la de un pequeño país para llevar a cabo sus negocios”.
Las autoridades confiscaron tres islas en la costa de Panamá, además de otros bienes como yates, galerías de arte, la mayor tienda de pesca y botes en Panamá y otros negocios propiedad de la organización Rayo Montaño.
El narcotraficante colombiano había comprado las tres islas panameñas ubicadas estratégicamente en el Caribe –conocidas como “Las Tres Marías” – y las utilizó como punto de abastecimiento de combustible a sus embarcaciones que transportaban cocaína, dijo la semana pasada la fiscalía antidrogas de Panamá. Las islas están deshabitadas y eran jurisdicción de la caribeña provincia de Colón. “Fueron compradas en un lugar bastante estratégico, servían para abastecer a las embarcaciones que transitaban con droga”, dijo en una rueda de prensa el fiscal de drogas de Panamá Patricio Candanedo.
También fueron congeladas decenas de cuentas bancarias desde las cuales se hacían transacciones locales e internacionales, entre las que se encuentran la cuenta 009437902673 de Bank of America en Nueva York, las cuentas 011278989506, 011287827806 y 011275365306 en Terrabank de Miami, la cuenta 9600759907en Union Platers de Miami y la número 510083205 en Intercredit también de Miami.
Narcotraficante de larga data
Rayo Montaño vivió con su familia en Panamá desde finales de la década de los 90 hasta 2003 y llegó a ser uno de los 10 narcotraficantes más buscados por la DEA.
En octubre de 2005 la organización de Rayo Montaño fue designada por EE.UU. Organización Blanco de Prioridad Consolidada –CPOT por sus siglas en inglés. El programa CPOT es parte de la estrategia del Departamento de Justicia de EE.UU. para combatir el narcotráfico creado en marzo de 2002. El elemento central del programa es la lista CPOT de líderes narcotraficantes. Rayo Montaño es el 42do arresto de un CPOT desde la creación del programa.
Los acusados podrían recibir prisión perpetua si son declarados culpables.
