Hace poco tuve la oportunidad de compartir con grandes expertos ALD (algunos buenos amigos) en tierras uruguayas y uno de los temas más relevantes del encuentro fue la inclusión de la evasión fiscal como delito precedente del lavado de dinero. Los juristas hicieron un derroche de sabias apreciaciones legales, los más liberales hablaron sobre la inevitable fusión de varios delitos bajo el manto del antilavado, los más “puristas” rechazaron la relación evasión-lavado…
Desde que el GAFI lo dictaminó en sus recomendaciones, han surgido interesantes puntos de vista sobre si debe ser o no un delito asociado al blanqueo de capitales. Lo cierto, es que tal como lo afirmó uno de mis amigos sureños, ya no hay vuelta atrás con el asunto. Ya el GAFI lo “recomendó”, lo que en pocas palabras quiere decir: “impleméntalo o tendrás problemas conmigo”… y nadie quiere problemas con el poderoso G-20, porque en una economía cada vez más globalizada y con más controles antilavado, no es muy positivo ser incluido en una de las listas del GAFI.
Lo mejor es empezar a trabajar en la implementación, en la evaluación jurídica, en la jurisprudencia y en los desafíos legislativos. No perdamos tiempo discutiendo sobre si se debe o no. Es necesario actuar, porque la 4ta. Ronda de Evaluaciones está encima y hay que prepararse.