Estados Unidos amanece con un aire de tristeza, desolación e impotencia. Yo no escapo a esa penumbra emocional, que desde hace tres días viene in crescendo, por dos razones claras: primero, se cumplen 15 años del fatídico 11 de septiembre; segundo, sigo percibiendo en Latinoamérica una apatía silente hacia los controles contra el financiamiento del terrorismo(FT).
En otras ocasiones he destinado este blog para expresar mi preocupación por la escueta importancia que se le presta al financiamiento del terrorismo en Latinoamérica. Hoy, 11 de septiembre, me parece oportuno retomar el tema, so pena de ser considerado redundante.
El ataque al World Trade Center marcó la vida de este país y del mundo. Quienes vivimos en el ecosistema del cumplimiento sabemos que esa mañana se marcó “un antes” y “un después”, nada es igual desde entonces. De hecho, Latinoamérica no escapó a los cambios y en todos los países se aprobaron leyes, regulaciones y normas para combatir el FT, sin embargo, muchos adoptaron estos procesos solo para “cumplir”, porque parece prevalecer la insensible convicción de que “eso es problemas de otros, porque en mi país no hay terrorismo”. Obviamente hay sus excepciones, pero no he visto muchas.
Algunos se preguntarán qué pruebas tengo para decir que en nuestros países no se le presta atención adecuada al tema… pues las tengo, no recolectadas de una forma científica, pero sí válidas: a) en nuestras encuestas anuales sobre temas de interés, el financiamiento del terrorismo nunca está entre los “top 10” seleccionados; b) en más de 100 entrenamientos virtuales y presenciales coordinados por Lavadodinero.com en los últimos meses, en menos del 5% se ha pedido la inclusión del tema; y c) en las conferencias internacionales realizadas en lo que va de año en la región, el tema de financiamiento del terrorismo ocupa menos del 10% de los programas y en algunos casos ni siquiera fue incluido. Si aún dudan, pregúntense ustedes mismos: ¿cuándo fue la última vez que me entrené sobre FT? ¿Están mis sistemas de monitoreo parametrizados y ajustados en base a las nuevas metodologías de FT? ¿Estoy seguro de que por mi empresa no pasa dinero terrorista?
La realidad de la región, afortunadamente, no exige una atención prioritaria sobre el tema, porque ciertamente no es un problema presente en muchos de los países, pero la apatía de las autoridades, de las entidades (reguladas o no), de los organizadores de evento, de las asociaciones y, finalmente, de los profesionales antilavado me parece obscena y indelicada.
En 2015 ocurrieron 11.774 ataques terroristas en 95 países del mundo, que dejaron un saldo de 28.300 víctimas fatales. La mayoría ocurrió en otras regiones del mundo, pero eso no quiere decir que por la región no pasa dinero asociado a grupos terroristas, no quiere decir que no hay empresas “fachada” usadas por las redes que financian este delito, no quiere decir que no haya operaciones de comercio internacional y transacciones electrónicas con dinero terrorista, no quiere decir que en las redes sociales no se esté adoctrinando a nuestros jóvenes.
Un solo dólar, peso, boliviano, lempira o un bolívar que sea detectado, reportado y oportunamente confiscado por sus nexos con grupos terroristas puede ser clave para salvar vidas. Entonces, aprovechemos que se cumplen 15 años de ese lamentable ataque en Nueva York para preguntarnos: ¿Estoy haciendo suficiente por combatir el financiamiento del terrorismo? ¿Puedo hacer algo más? Solo ustedes tienen la respuesta.