Por Brian Monroe.
Un ciudadano canadiense lavó cerca de US$380 millones y procesó ilegalmente pagos de las compañías de apuestas en línea a sus clientes en EE.UU., según una acusación federal presentada en Nueva York. La acusación procura obtener más de US$500.000 en decomisos, una condena de hasta 55 años y multas de US$1,75 millón.
Las empresas dirigidas por Douglas Rennick recibieron fondos de sitios offshore de apuestas en línea no identificados y depositaron los fondos en bancos estadounidenses, incluido el Washington Mutual (WaMu) y el Union Bank of California, según el escrito de acusación de 14 páginas presentado por el Fiscal Federal del Distrito Sur del Estado de Nueva York. Las compañías de Rennick utilizaban los fondos para emitir cheques a residentes estadounidenses como pago por las apuestas ganadas en los juegos.
Rennick, quien actualmente se encuentra en Canadá, está acusado en la presentación del cargo de conspiración para cometer fraude bancario, conspiración para cometer lavado de dinero y conspiración para operar un negocio ilegal de juegos de apuestas.
Las autoridades estadounidenses tratarán de lograr que Rennick se entregue o solicitarán la extradición a Canadá a fin de que esté presente en el juicio en Nueva York, dijo un funcionario de los EE.UU.
El decomiso representa la suma más elevada jamás vinculada a un negocio de juegos de apuestas en línea ilegal o relacionada con un procesador de pagos por parte del Departamento de Justicia y que podría ser la más alta aplicada a la industria, dijo Joe Kelly, profesor de negocio del Colegio de la Universidad del Estado de Nueva York en Buffalo y coautor de la publicación Gaming Law Review.
El decomiso “es el más alto del que tengo conocimiento” vinculado a una compañía de juegos de apuestas en línea o a sus procesadores de pago, dijo, agregando que el caso muestra que el Departamento de Justicia está actuando más agresivamente contra las empresas de juegos de apuestas en línea y los procesadores que colaboran con ellas.
Rennick utilizó un montón de nombres, incluidos KJB Financial Corporation, Account Services Corporation, y Check Payment Financial Co para recibir dinero de “varias compañías de juegos de apuestas en Internet offshore” que ofrecían juegos de póker, blackjack, máquinas tragamonedas y otros juegos de casino, según la acusación.
Para abrir cuentas en el WaMu, que ahora es propiedad del JP Morgan Chase, y en el Union Bank of California, Rennick aparentemente dio “información falsa y engañosa” sobre las clases de negocios e individuos hacia quienes se enviarían los cheques por los pagos. La acusación también menciona cuentas en el Wells Fargo, pero no da detalles sobre cómo Rennick abrió esas cuentas.
Rennick le informó a ejecutivos del WaMu en agosto de 2007 que las cuenta que había abierto iban a ser utilizadas para pagar viajes, productos y vendedores de publicidad; trabajos de desarrollo vinculados a programación; descuentos, como los cheques por premios y los cheques de promoción y los reembolsos de tarjetas prepagas.
Después de que el WaMu descubriera que los fondos en las cuentas de Rennick estaban vinculados a juegos de apuestas en Internet le informó a Rennick que iba a cerrar sus cuentas, según la acusación. Entonces él transfirió los fondos al Union Bank of California en febrero de 2009, informándoles a los ejecutivos de ese banco que no le gustaba el servicio que daba el WaMu.
Al abrir la cuenta en el Union Bank of California para su empresa, Account Services Corporation, Rennick les informó a los ejecutivos que la actividad desarrollada era la de “procesador de pagos de cheques de descuentos” para “minoristas de gran tamaño” y “concesionarios de automóviles”, según la acusación. La cuenta fue, sin embargo, utilizada por él y otros “casi exclusivamente” para procesar los pagos de juegos de apuestas en Internet, según se manifiesta en la acusación.
La acusación contra Rennick puede ser la primera de varias acusaciones contra procesadores, en razón de la postura más agresiva adoptada por los fiscales federales contra las empresas de apuestas en línea, dijo Kelly.
En junio, el Departamento de Justicia ordenó a cuatro bancos – Citibank, Wells Fargo, Alliance Bank of Arizona y Goldwater Bank – congelar US$33 millones depositados en cuentas de dos procesadores de pagos no identificados, cuatro sitios de juegos de apuestas en Internet y 27.000 apostadores estadounidenses.
La acusación contra Rennick no fue presentada bajo la controvertida Ley de Fiscalización de Juegos de Apuestas Ilegales en Internet de octubre de 2006 (UIGEA, por sus siglas en inglés), muy probablemente porque esa ley exceptúa explícitamente a los bancos de tener que identificar y bloquear las transacciones de juegos de apuestas en línea realizadas entre el sitio del operador y el jugador, expresó Kelly. La ley por el contrario requiere que los bancos bloqueen las transacciones de los jugadores con los sitios de juegos de apuestas en Internet.
La UIGEA, una ley implementada al final de la administración Bush, prohíbe a los bancos y otras instituciones financieras aceptar fondos a sabiendas que provienen de operaciones de juegos de apuestas en Internet. Los legisladores aprobaron la ley en 2006, pero ha sido objeto de repetidos aunque eludidos esfuerzos por parte de los representantes Barney Frank, demócrata por el estado de Massachusetts, y Ron Paul, a republicano por el estado de Texas de revocar la misma.
Si bien la UIGEA no se aplicó en el caso Rennick, las apuestas en juegos como el póker o en deportes y caballos en Internet, es ilegal según varias leyes, incluida la Le de Transferencia, según la interpretación gubernamental de la ley, dijo Kelly.
En el sector bancario, el caso Rennick probablemente haga que los bancos apliquen un mayor escrutinio sobre los procesadores de pagos con quienes actualmente tienen operaciones comerciales o aquellas entidades que muestran descripciones amorfas del negocio que realizan, dijo un oficial de cumplimiento de un importante banco ubicado en el estado de Nueva Jersey.
“Es obvio que para el gobierno ahora es prioridad la actuación de las actividades de juegos de apuesta en línea y las de los procesadores de pago”, indicó la persona, que pidió no ser identificada. “Asi que sería bueno que los bancos encuentren a estas empresas y actividades antes de que el gobierno aparezca con una citación judicial”.
Si se descubre que un banco realiza operaciones con un procesador acusado de actividades ilegales, “es lugar común para los reguladores analizar cómo clasificó el banco a la entidad al inicio de la relación para ver si aplicó la “suficiente diligencia debida” para calificar el riesgo adecuadamente o determinar si era un fraude, indicó la persona.




