Por el Departamento Editorial.

     En lo que va de año varias instituciones financieras han sido sancionadas en todo el mundo por los entes reguladores por -entre otras razones- no reportar de manera adecuada y oportuna operaciones sospechosas. En algunos casos no solo las entidades han sido multadas, sino que oficiales de cumplimiento han sido suspendidos de sus funciones.

Para evitar sanciones, hay seis componentes básicos con los que que toda institución financiera debe contar para identificar cualquier actividad sospechosa y reportarla de manera adecuada:

1. Captar incidentes sospechosos

      La información sobre una posible actividad sospechosa puede ser obtenida de diversas formas: software de monitoreo de transacciones, información del empleado, informes periodísticos, citaciones judiciales y otros pedidos gubernamentales, datos provenientes de otras instituciones. Lo que es vital es cómo estos incidentes son obtenidos y priorizados. 

    Los sistemas manuales y tecnológicos bien diseñados para obtener y examinar cuidadosamente las numerosas alertas son esenciales para asegurar que la institución conozca los indicadores de que sus clientes o empleados están involucrados en alguna actividad sospechosa. 

    Los sistemas de administración de casos son necesarios para captar y rastrear estos datos. Sin los sistemas de ingreso y rastreo de casos, las instituciones pueden fallar en la obtención y revisión de actividad sospechosa.  Las instituciones más grandes pueden reunir la información en varias sedes, pero si no coordinan las investigaciones, estarán malgastando recursos. 

2. El proceso de investigación 

    Las instituciones financieras se basan en procesos eficientes. Sus investigaciones internas deben realizarse de la misma forma. La investigación de cualquier actividad sospechosa normalmente se encuentra fuera de las prácticas principales de las instituciones financieras, y aquellos que realizan las investigaciones son exfuncionarios de cumplimiento legal con conocimiento limitado de la banca y finanzas, o auditores que pueden tratar de aplicar las técnicas de auditoria a las investigaciones.           

    Generalmente, los grupos de investigación son un poco un misterio para el resto de la institución. Sin perjuicio de sus antecedentes, los investigadores deben enfocar su trabajo de una forma sistemática y consistente.  La investigación de cualquier actividad sospechosa debería estar diseñada como un proceso comercial como cualquier otro. Además, debería tener estándares documentados que sean aplicados consistentemente por un grupo de individuos con conocimientos y capacitados que utilicen la tecnología y otros sistemas para ayudarlos.  

     El proceso incluye varios pasos:

1. Análisis de excepciones: La cantidad de excepciones e incidentes reportados por los sistemas de monitoreo es por demás inclusivo, captando con frecuencia actividades que no son sospechosas.  Por ello, debe analizarse cada excepción para determinar si amerita una investigación completa. 

2. Investigación: La investigación debe incluir las revisiones del historial de cuentas y transacciones, la identificación del cliente y la información de “conozca a su cliente” relacionadas con el cliente y las contrapartes. 

3. Revisión gerencial: La gerencia debería asegurarse que el informe de la investigación siga los estándares establecidos, incluya explicaciones convincentes que respalden la decisión de presentar o no un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS), y sea de calidad suficiente para resistir el escrutinio de un auditor, examinador o fiscal. 

4. Asegurar la calidad: Antes de presentar un IAS, asegúrese de que sea completado en forma total y exacta.  Los casos en que los espacios son dejados en blanco o contienen información errónea son considerados errores técnicos que serán criticados por un auditor y pueden ser considerados una violación legal por los reguladores. 

5. Reporte: los reportes, sean de operaciones sospechosas, sean de actividades inusuales o sean reportes normativos, deben ser presentados cumpliendo las exigencias de forma y contenido, dentro de los plazos establecidos por las autoridades, los cuales varían pero generalmente contemplan un tiempo máximo de 30 días para enviasr el reporte a las autoridades.

3. Estándares escritos

    Las investigaciones son tan eficientes como los estándares escritos que rigen el modo en que son realizadas. Al establecer estos estándares, la organización se asegura que el trabajo de sus analistas e investigadores sea de la misma calidad; de otra manera, se dejaría que los individuos crearan sus propios estándares, con diversos niveles de efectividad. Asimismo, sin estándares escritos, se carecería de la evidencia necesaria para respaldar la decisión de presentar o no un ROS, lo que puede derivar en conclusiones regulatorias y acciones de cumplimiento adversas. 

    Las instituciones también necesitan estándares escritos sobre cómo documentar los casos. Los archivos de los casos deberían contener información similar de una investigación a la otra, dado que los archivos inconsistentes son el primer signo de problemas para un examinador.  

 4. La gente adecuada

     Las instituciones necesitan individuos que tengan las cualidades y experiencia para realizar investigaciones financieras complejas y que puedan administrar al personal que realice investigaciones menos complejas, pero no menos importantes. 

    Los empleados necesitan una comprensión profunda del delito financiero, el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.  Es importante conocer las regulaciones y revisar las guías de los reguladores, pero los investigadores necesitan saber cómo los criminales manipulan las economías de mercado para realizar sus negocios. 

    Los investigadores también deben poder preparar informes escritos concisos y lógicos que ayudarán a las agencias de cumplimiento legal y por ende estarán menos expuestos a la crítica de los reguladores. 

 5.  Administración de casos y reporte a gerencia

     Las instituciones financieras investigan varios grupos de información muy importantes. La mayoría se focaliza en temas que generan ganancias, pero también debe revisarse la información relacionada con las investigaciones. 

    La administración de casos es una parte vital del cumplimiento antilavado de dinero (ALD), especialmente para las instituciones cuyo personal de investigación es escaso. El aspecto más importante de la administración de casos es rastrear el número de investigaciones en curso y su antigüedad, la cual es importante por los requisitos de presentación de los ROS, que obligan -en la amyoría de las jurisdicciones- a las instituciones a presentar ROS dentro de los 30 días de detección de la actividad sospechosa. Si un gerente no sabe cuántos casos hay en curso, de qué se tratan y qué antigüedad tienen, cumplir con este requisito es casi imposible.  

    Los sistemas de administración de casos incluyen también la obtención de información importante que debería ser informada a la gerencia. Por ejemplo, los sistemas de administración de casos, en su nivel más básico, deberían rastrear la cantidad de casos, tanto abiertos como cerrados, y cuáles culminaron en la presentación de un ROS y cuáles no.

 6.  Utilización de las conclusiones de la investigación para mejorar un programa

     A menudo, la investigación de actividades sospechosas y la presentación de ROS son consideradas la última parte del procedimiento de cumplimiento ALD. Muchos consideran que una vez que la unidad de investigaciones finaliza su tarea, el asunto se terminó. Tal visión pasa por alto el valor de la información que brindan las investigaciones y los ROS.

    Muchos aspectos del cumplimiento ALD se hacen en forma predictiva. Es decir, se basan menos en información real que en guías de los reguladores o información dada por los oficiales de cumplimiento. 

    Por ejemplo, la calificación de riesgo del cliente es un ejercicio que trata de asignar un puntaje a ciertas características que una institución considera que presentan un mayor riesgo ALD. 

    Los clientes de ciertos países posiblemente sean calificados como de mayor riesgo que otros.  Los clientes que manifiestan que pueden realizar transferencias cablegráficas también pueden ser calificados como de mayor riesgo. 

     Las investigaciones y los ROS, sin embargo, a menudos brindan hechos sólidos. La información que dan las investigaciones puede indicar si existen determinadas sucursales o gerentes de relaciones cuyos clientes tienen una mayor propensión a realizar actividades sospechosas. Los datos de las investigaciones también pueden informar a las instituciones qué productos y servicios presentan un mayor riesgo para ellas. 

    Muy pocas evaluaciones ALD utilizan la información de los archivos de investigación y de los ROS, cuando de hecho deberían ser el lugar para comenzar una evaluación de riesgo. 

    No existe un componente más importante del cumplimiento ALD/LSB que realizar investigaciones exhaustivas y oportunas.  Un programa que carezca de esta capacidad casi seguramente tendrá puntos vulnerables que se presentarán para dañar a la institución, sus empleados y sus clientes.