Por Brian Monroe
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El presidente ruso Vladimir Putin podría enfrentar grandes problemas para reunir el suficiente apoyo para llevar a cabo sus iniciativas antilavado—y contra otros delitos financieros— tras el asesinato la semana pasada de un alto oficial del Banco Central que buscaba cambios en tales áreas.
Expertos dicen que el asesinato del vicepresidente del Banco Central de Rusia Andrei Kozlov—quien había cerrado decenas de bancos sucios—podría dificultar la intención de Rusia de borrar su imagen de ser uno de los países más corruptos del mundo.
El martes, Duma, la cámara baja del Parlamento, dijo que buscaba impulsar una ley propuesta por Kozlov que prohibiría el trabajo para los banqueros que fueran encontrados culpables de lavado de dinero y otros delitos impositivos.
El asesinato es un duro golpe para el progreso que Rusia ha realizado en la lucha contra los delitos financieros, incluyendo la aprobación de una legislación más severa, una asociación con Estados Unidos para combatir este tipo de delitos y el liderazgo en la formación de Eurasia Group para fortalecer los esfuerzos antilavado en países como China, Kazajstán, Uzbekistán y otros.
Continúan las vulnerabilidades
En 2001, Rusia se encontraba en la lista de países no cooperantes del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), de la que pudo salir en 2002. Un año después logró admisión a la organización tras la aprobación de varias regulaciones antilavado.
El asesinato de Kozlov ilustra que Rusia ha realizado un “evidente progreso” para incrementar los esfuerzos antilavado pero que todavía necesita realizar importante trabajo para fortalecer un sector bancario que “continúa vulnerable” al lavado de dinero y otros delitos financieros, según un reciente informe de EE.UU.
El Reporte de Estrategia de Control Internacional de Narcóticos de 2006, que publicó en marzo el Departamento de Estado de EE.UU. señala que ciudadanos rusos podrían haber lavado unos US$7.000 millones el año pasado.
El informe señala que Rusia tiene dificultades en las áreas de fraude y lavado de dinero debido a “la alta intensidad del crimen organizado y los altos niveles de corrupción…un débil sistema bancario y la falta de financiamiento para las agencias fiscalizadoras y de ley”.
El alcance de la corrupción en Rusia no sólo se limita a los bancos de ese país. Hace dos meses, un juez en EE.UU. sentenció a una pareja a seis meses de prisión domiciliaria y cinco años de libertad condicional por haber lavado casi US$7.000 millones de dinero ruso a través del Bank of New York a mediados de la década pasada.
La ejecutiva del banco en este caso, Lucy Edwards, estaba casada con un hombre de negocios de Rusia, Peter Berlin. La sentencia no incluyó reclusión en la cárcel debido a que ambos cooperaron con la investigación y ayudaron a desarrollar programas antilavado.
Buscando respuestas
Tras el asesinato de Kozlov va a ser mucho más difícil para Rusia frenar el flujo de ese dinero sucio, dijo Barbara Hurst, editora del boletín The Banker’s Hotline.
Dijo que participó de conferencias en Rusia y notó que muchos ejecutivos de bancos no tenían respuesta sobre cómo se podría frenar el lavado de dinero en sus instituciones y en todo el país.
Hust añadió que Putin se enfrenta a una tarea difícil para encontrar a alguien que continúe con la campaña contra la corrupción que comenzó Kozlov cuando la mafia juega un importante papel en las operaciones del país. “No sé si aceptaría el trabajo después de lo que sucedió”.
Tras el asesinato, Putin solicitó la creación de un equipo de trabajo compuesto de fiscales, inspectores impositivos, banqueros y agentes del servicio secreto para atacara el crimen financiero.
Enorme desafío
Pero tal equipo tendrá un enorme enemigo con “una fuerte conexión a los altos niveles de crimen y corrupción” en las firmas financieras rusas, dijo James Finckenauer, profesor de justicia criminal en Rutgers University.
Dijo que existen muchos individuos en grandes ciudades que participaron en actividades de seguridad o fueron militares y que cuentan con la habilidad para asesinar y además se encuentran “desempleados o subempleados y totalmente disponibles”.
De cara al futuro, Finckenauer dijo que es vital que Rusia elimine la corrupción en sus sectores financieros para poder aprovechar mejor su posición en el mercado mundial de petróleo—su producción se compara a la de Medio Oriente.
Para alcanzar este objetivo, dijo, Rusia necesita continuar creando un sólido marco legal para castigar a los lavadores y copiar modelos exitosos en otros países para “construir un respetable sistema bancario que aliente la inversión”.




