Por Selina Román
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La Corporación Federal de Seguros de Depósitos de los EE.UU. (por sus siglas en inglés FDIC) y el Departamento Bancario del Estado de Nueva York amonestaron al Bank of Tokyo – Mitsubishi UFJ Trust Company el lunes por prácticas “inseguras e ineficientes” en su sucursal de Nueva York.


En una orden conjunta de cesar y desistir y un acuerdo escrito separado de 10 páginas, los reguladores estatales y federales citaron al cuarto banco más grande del mundo por un programa antilavado de dinero deficiente que omitió capacitar a los empleados acerca de las obligaciones de la Ley de Secreto Bancario (LSB), incluyendo la identificación de figuras políticas y sus asociados – a menudo conocidas como personas expuestas políticamente o PEPs.


El banco japonés ha tenido su porción de clientes de alto riesgo, incluyendo al exilado presidente peruano Alberto K. Fujimori. El año pasado, las autoridades peruanas descubrieron que Fujimori, antes de asumir el cargo en 1990, instruyó a un asociado político para que abriera una cuenta en una sucursal japonesa del Bank of Tokyo a nombre de la embajada peruana.  La propiedad de la cuenta, supuestamente creada para aceptar donaciones para los niños pobres de Perú, fue posteriormente transferida a Fujimori.


El banco acordó implementar un programa antilavado de dinero eficiente en su sucursal de Nueva York con políticas de diligencia debida para identificar a PEPs y otros clientes de alto riesgo, incluyendo a aquellos que realizan frecuentes transacciones cablegráficas.  Los reguladores dijeros que esas políticas deben tener como objetivo identificar tanto a los titulares de cuenta como a los beneficiarios finales de las mismas; determinar sus países de residencia, empleo y otras fuentes de ingresos; y verificar el propósito declarado de la cuenta y la actividad que se espera en la misma.


“En realidad, ya hemos comenzado nuestros esfuerzos saneadores y continuaremos esos esfuerzos tan vigorosamente como sea posible hasta que los puntos de interés establecidos en las acciones regulatorias hayan sido resueltos adecuadamente”, declaró el Bank of Tokyo.


El banco, que tiene US$900.000 milllones en activos, también acordó elaborar un programa de capacitación de empleados requiriendo específicamente a sus oficiales LSB que “asistan a a conferencias periódicas específicas de capacitación que cubran, entre otras cosas, las mejores prácticas LSB/ALD y los temas actuales LSB/ALD”.


El vocero de la FDIC, David Barr dijo que tal “capacitación es una parte integral de un programa LSB eficiente”.


Sin embargo, un ex examinador de cumplimiento LSB de la Reserva de la Junta Federal, que pidió no ser identificado, dijo que los reguladores rara vez recomienda medidas de capacitación específicas porque no quieren ofrecer respaldos.  Las conferencias, dijo, son las únicas herramientas que mantienen a los oficiales de cumplimiento actualizados con los acontecimientos de la industria.


 “Con esta orden, usted verá a más examinadores preguntando a los oficiales LSB cómo se mantienen actualizados con las regulaciones”, dijo.  “Los banqueros escucharán la pregunta, “A qué conferencias asistió?”.