Al enfrentar acusaciones de que ayudó a clientes estadounidenses a evadir impuestos, el banco suizo UBS AG dejará de prestar sus servicios bancarios offshore a residentes de  Estados Unidos, declaró un funcionario de la compañía el jueves pasado.

El demócrata por el estado de Michigan, Carl Levin, armado con un informe de 110 páginas sobre bancos en paraísos fiscales, acusó al UBS y al LGT Bank de Liechestein de ayudar a contribuyentes estadounidenses a evadir miles de millones de dólares de impuestos a través del uso de vehículos bancarios offshore, durante una audiencia celebrada en el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado (PSI, por sus siglas en inglés).


Tanto el UBS como el LGT tuvieron miles de cuentas para clientes estadounidenses desde 2001 que ocultaron miles de millones de dólares al Servicio de Rentas Internas (IRS, por sus siglas en inglés), según un informe del PSI. El UBS tiene US$18.000 en activos de clientes estadounidenses en 19.000 cuentas en Suiza, mientras que el LGT tiene cuentas de al menos 100 contribuyentes estadounidenses, según el informe.


Mark Branson, director financiero global de administración de bienes desde el 1 de febrero, se disculpó por los actos de su compañía durante su testimonio ante el PSI e informó que el UBS asumirá su responsabilidad por cualquier incumplimiento ocurrido. “Tomaremos las medidas necesarias para que esto no vuelva a suceder”, dijo Branson.


Otros importantes bancos multinacionales con operaciones en Estados Unidos podrían seguir los pasos del UBS y abandonar voluntariamente el negocio para evitar los problemas de evasión, advirtió Jack Blum, integrante de la firma de abogados Baker Hostetler. “Éste es un negocio muy rentable”, dijo Blum en una entrevista. “¿Tratarán otros bancos de obtener el negocio o lo dejarán pasar?.  Va a haber un tironeo”.


El informe del PSI concluyó que las leyes de secretismo extranjeras están brindando un “amparo” a la conducta incorrecta de los bancos y sus clientes. El UBS y el LGT mantuvieron políticas diseñadas para proteger a sus clientes del escrutinio de las autoridades impositivas, como el uso de nombres codificados para los clientes y el ocultamientos de las comunicaciones del cliente con los bancos, según el informe.


El PSI, que no tiene facultades de ordenar judicialmente al LGT, había solicitado a un representante del banco con sede en Liechtenstein que declarara en la audiencia, pero la institución optó por no presentarse a la audiencia. Levin dijo que un official de cumplimiento senior del LGT se reunió con el PSI la semana pasada, pero “dio información limitada en respuesta a nuestras preguntas”.


Si bien el subcomité citó a tres individuos identificados en los casos de estudio del informe para declarar en la audiencia celebrada el jueves, Shannon Marsh, de Florida, y William Wu, de Nueva York invocaron sus privilegios de la Quinta Enmienda, y se negaron a responder las preguntas.  El tercero involucrado, el importador de Nueva York Steven Greenfield, no quiso presentarse ante el subcomité.  Levin indicó durante la audiencia que el subcomité está analizando sus opciones de cumplimento ante Greenfield.


Empezaron los problemas


Se presentaron problemas para ambos bancos después de las acusaciones presentadas por ex empleados. En febrero un ex empleado del banco LGT notificó a las autoridades impositivas acerca de 1.400 individuos que supuestamente utilizaban las cuentas del banco LGT para evadir impuestos. En respuesta, el IRS anunció que estaba iniciando un proceso de control legal impositivo contra 100 contribuyentes de EE.UU.


El mes pasado, el ex banquero del UBS, Bradley Birkenfeld se declaró culpable de conspiración para defraudar al IRS, dijeron los investigadores que el UBS le había ofrecido incentivos, brindándole la posibilidad de ofrecer incentivos para ayudar al multimillonario estadounidense Igor Olenicoff a evitar pagar US$7,2 millones en impuestos estadounidenses ocultando US$200 millones en activos en Suiza y Liechtenstein.


El 1 de julio, el juez de distrito federal John Lenard en Miami otorgó a través del Ministerio de Justicia una solicitud para autorizar al IRS a que ejecute un pedido de información del UBS de información de los clientes estadounidenses del banco. La solicitud enviada por el Departamento de Justicia al pedir información sobre individuos cuyas identidades son desconocidas, pero que tenían cuentas con el UBS entre 2002 y 2007 para eludir impuestos de EE.UU.


Levin, junto con los senadores Norm Coleman de Minnesota y Barack Obama de Illinois, está apoyando la legislación que dificultaría más a las entidades estadounidenses el uso de cuentas bancarias a través de compañías pantalla offshore. La medida establecería multas para las compañías públicas que no informan sus tenencias offshore y que daría al Departamento de Tesoro de EE.UU. la posibilidad de incluir en las listas negras a aquellos que obstruyen las leyes impositivas.