El banco privado que presta servicios a la Reina Isabel II de Inglaterra y a otros adinerados individuos ingleses fue multado con 8,75 millones de libras esterlinas por el regulador bancario del Reino Unido, debido a serias deficiencias en su programa contra el lavado de dinero.
El Coutts & Company, que tiene sede en Londres y es propiedad de la Royal Bank of Scotland (RBS), falló en la “implementación y mantenimiento efectivo de sistemas y controles eficaces contra el blanqueo de dinero (ALD) relacionados con clientes de alto riesgo”, incluyendo Personas Expuestas Políticamente (PEP).
Según informó la Autoridad de Servicios Financieros (FSA por sus iniciales en inglés) este lunes, los examinadores ya habían visitado a la entidad financiera en octubre de 2010 y habían advertido que la entidad no “aplicaba controles robustos cuando empezaba relaciones con clientes de alto riesgo y no aplicaba monitoreo consistentemente a las relaciones con estos clientes de alto riesgo”.
Además, Coutts & Company falló en determinar el origen de los recursos de sus clientes, no actualizaba adecuadamente la información de los PEPs y no aplicaba una escrutinio mayor a las transacciones de los clientes de alto riesgo, según informó la FSA.
Esta nueva multa es la última de una serie de sanciones aplicadas por los reguladores al Royal Bank of Scotland o sus subsidiarias por deficiencias de cumplimiento antilavado. En agosto de 2010, la FSA impuso al banco una multa de 5.6 millones de libras esterlinas. En marzo del mismo año, la institución acordó un pago con el Departamento de Justicia de Estados Unidos de US$ 500 millones por violaciones en el cumplimiento de la Ley de Secreto Bancario por parte del ABN Amro, empresa que había sido adquirida por el banco inglés en octubre de 2007.




