Por Brian Orsak

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Las instituciones financieras ampliarían sus servicios para inmigrantes – sin importar su condición legal – a pesar de la reacción de grupos antiinmigrantes y legisladores, según los profesionales bancarios.


 


Bank of America dijo en febrero que está emitiendo tarjetas de crédito a inmigrantes en Los Ángeles que pueden no contar con sus números de Seguro Sociales, en la medida que puedan entregar otra identificación, como el documento emitido por el consulado mexicano.  En respuesta a esto, algunos grupos antinmigrantes pidieron un boicot al banco y los legisladores, mencionando la posibilidad de existencia de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo, y propusieron una medida que obligue a esos individuos a presentar una tarjeta de identificación que incluya una fotografía en el momento de utilizar los servicios bancarios.


 


Los bancos posiblemente no abandonarán un segmento del mercado que es potencialmente lucrativo. Las remesas a América Latina y otros países realizadas por los inmigrantes que trabajan en los Estados Unidos totalizaron unos US$34.000 millones en 2003, de acuerdo con un informe de la Institución Brookings y el Banco de la Reserva Federal de Chicago.


 


“Para muchos de los bancos más grandes, ésta es una parte importante de sus planes para lograr una porción del mercado”, dijo Anna Paulson, economista financiera senior del Banco de la Reserva Federal de Chicago.


 


Los bancos “navegarán en las aguas de la política” para alcanzar el mercado migratorio, dijo Oliver Ireland, socio de la firma de abogados Morrison & Foerster, de San Francisco, California.  Ireland, quien tiene a cargo temas de cumplimiento bancario y otros relacionados con la Ley Patriot, dijo que lograr que los inmigrantes utilicen canales financieros formales ha sido “una prioridad del Departamento del Tesoro durante años”.


 


Formulario legal de identificación


 


Bajo la Ley USA Patriot, las instituciones financieras pueden ofrecer servicios bancarios a individuos que presenten tarjetas consulares matrículas, emitidas por el gobierno mexicano, en lugar de otros documentos identificatorios.  Más de 4 millones de mexicanos que viven en los EE.UU. tienen esas tarjetas, de acuerdo con un informe preparado en mayo de 2006 por la Institución Brookings y la Reserva Federal.  De esos 4 millones, unos 2,2 millones tienen una versión de alta seguridad de la tarjeta que contiene un número de identificación para los programas de identificación de clientes de los bancos, según el informe.


 


Muchos bancos aceptan las tarjetas matriculares solamente cuando son utilizadas junto con el número de contribuyente del individuo, denominado – por sus siglas en inglés – ITINs, que es emitido por el Servicio de Rentas Internas en lugar de las tarjetas de seguridad social.


 


Aunque los bancos que aceptan las tarjetas matriculares son una porción de la cantidad total de bancos que operan en los EE.UU., ellos representan un 80% de la base nacional de depósitos, según el informe.  La mayoría de los bancos nacionales más grandes, incluidos el Citibank, Wells Fargo y el Washington Mutual, ofrecen algún tipo de servicio financiero a los inmigrantes con tarjetas matriculares, dijo Paulson.


 


A marzo de 2006, de los 37 millones de inmigrantes residentes en los EE.UU. unos 11,5 a 12 millones lo hacían ilegalmente, de acuerdo con el Centro Hispánico Pew.


 


A raíz de las críticas públicas dirigidas al programa del Bank of America, las instituciones más pequeñas podrían esperar un tiempo antes de tratar de realizar negocios dentro de la comunidad de inmigrantes, dijo Paul Stock, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Banqueros de Carolina del Norte.


 


“El Bank of America trató de hacer lo correcto en la forma correcta”, dijo Stock. “Es una prueba de que ninguna buena acción queda sin castigo, y ellos han sido muy castigados en voz alta”.


 


Identificación de los EE.UU.


 


Algunos legisladores se oponen a la disponibilidad de servicios bancarios para aquellos individuos que presenten tarjetas matriculares como medio de identificación. A comienzos de marzo, la representante estadounidense Marsha Blackburn presentó un proyecto que prohibiría a las instituciones financieras aceptar cualquier otra forma de identificación del cliente que no fuera la tarjeta de Seguridad Social y las tarjetas de identificación emitidas con fotografías emitidas por los EE.UU., como la licencia de conducir de los EE.UU.


 


El proyecto de ley cerraría un vacío legal que permite a los bancos eludir la letra de la ley para obtener ganancias, dijo en una declaración Blackbur, representante republicano por el estado de Tennessee.


 


Aunque el proyecto de identificación con fotografía pretende, en parte, poner freno al fraude asociado con la inmigración ilegal, el consultor de cumplimiento bancario David Caruso dijo que posiblemente tenga el efecto contrario, llevando a los trabajadores ilegales a enviar dinero fuera del país por medios ilegales.


 


La medida crearía una “explosión de documentos falsificados”, dijo Caruso, oficial ejecutivo jefe de Dominion Advisory Group, una consultora antilavado de dinero de Centreville, Virginia. “Se traduciría en una pequeña industria que produciría licencias de conductor falsas y tarjetas de seguridad social falsas”.


 


Moviéndose subterráneamente


 


Sin la posibilidad de acceso a los servicios bancarios formales, los inmigrantes indocumentados tendrían dos opciones para enviar dinero a sus países de origen, de acuerdo con Gregory Baldwin, abogado dedicado al cumplimiento bancario en la firma de abogados Holland & Knight en Miami.  O bien inundarían a las compañías de pago de cheques con documentos falsos o utilizarían los sistemas bancarios subterráneos, denominados Hawalas, los que según Baldwin, son casi imposibles de controlar.


 


Un hawala es un sistema de remesa, desarrollado en India, que permite a los usuarios transferir dinero fuera de los canales financieros tradicionales a través de una red de comerciantes. Aunque en el mundo árabe, el término se refiere a esos sistemas a nivel internacional, y pueden ser utilizados tanto para transacciones legales como ilegales.


 


“El proyecto de ley de documentos con fotografía es no solamente la “Ley de Ayuda para Vendedores de Documentos Falsos”,  sino que también es la “Ley de Ayuda al Hawala”, dijo  Baldwin, y agregó que “sea que las transacciones sean legales o ilegales, es mejor tenerlas dentro de las instituciones legales de una forma legal” que sea más fácil de rastrear.


Los representantes Blackburn y Boozman, éste último republicano por el estado de Arkansas y partidario del proyecto, no devolvieron los llamados realizados para efectuarles consultas adicionales sobre el proyecto.


 


Virtualmente todos los comentarios públicos sobre las regulaciones finales para los programas de identificación de clientes emitidos por el Departamento del Tesoro en 2003 se referían a las tarjetas de identificación extranjeras que podrían ser aceptadas.  Alrededor del 83 por ciento de los 24.000 comentarios recibidos estaban a favor de su utilización.


 


Sin  embargo, las agencias de control legal no apoyan tanto el hecho de que las instituciones acepten tarjetas consulares. La agencia de Control de Inmigración y Aduanas de los EE.UU. considera que el programa del Bank of America es problemático, y podría “facilitar el lavado de dinero y el fraude”, según el vocero Pat Reilly.