Bank of New York – blanco de una nueva medida de las autoridades – deberá volver a evaluar el riesgo asociado con sus clientes, según un acuerdo entre el banco y la Reserva Federal de EE.UU.

 


El acuerdo del 24 de abril resalta las deficiencias en los controles internos de BoNY para reportar actividad sospechosa, así como problemas en su política de diligencia debida mejorada.


 


La Reserva Federal ordenó a BoNY presentar por escrito un programa de diligencia debida mejorada para corregir la falta de un adecuado “mantenimiento de evaluaciones precisas y actualizadas de los riesgos de los clientes”.


 


El programa de diligencia debida debe incluir controles que dividan en categorías a los clientes y determinen cuáles realizan transacciones en forma rutinaria, señaló la agencia.


 


Además, el banco debe establecer políticas adecuadas de diligencia debida para clientes de alto riesgo que incluya prácticas de aperturas de cuentas y que obligue a solicitar documentación. También debe desarrollar un sistema que se enfoque en el monitoreo de transacciones riesgosas para asegurarse que las actividades sospechosas son detectadas y reportadas.


 


Ejecutivos de BoNY no quisieron comentar. Sin embargo, el banco señaló en un comunicado que completó muchas de estas medidas y planea cumplir con la totalidad del acuerdo.


 


Los temas señalados en el acuerdo no son nuevos.


 


De hecho, el nexo entre el riesgo del cliente y las prácticas de diligencia debida fue resaltado en el reciente manual para los examinadores gubernamentales de las instituciones financieras de EE.UU., publicado por varias agencias federales de EE.UU. el año pasado.


 


Por ejemplo, un gráfico ilustra que a medida que el riesgo de un cliente se incrementa, el enfoque al monitoreo de la transacción debería ser más personalizado.


 


Clientes de alto riesgo incluyen a PEPs, compañías de responsabilidad limitada, fondos offshore y organizaciones de caridad. Según el manual, estos clientes deberían ser supervisados y controlados más de cerca en el momento de abrir la cuenta y más frecuentemente a lo largo de la relación con el banco.


 


Esta no es la primera vez que BoNY es blanco de una medida por parte de las autoridades. La Reserva Federal citó al banco por problemas similares en el año 2000. Más recientemente, en noviembre de 2005, el banco firmó un acuerdo con el Departamento de Justicia por su papel en un caso que los fiscales estiman involucró el lavado de dinero sucio de ciudadanos rusos, entre otras cosas.


 


Como resultado, el banco pagó US$38 millones en restituciones e implementó procedimientos antilavado que incluyen mejorar el entrenamiento de cumplimiento de gerentes de sucursales y la puesta en marcha de un proceso reforzado para reportar actividad sospechosa.