Por Carla Valero
Un grupo de examinadores del Grupo de Acción Financiera Internacional del Caribe (GAFIC) inspeccionó en 2004 la estructura y mecanismos contra el lavado de dinero y financiación del terrorismo en Belice y llegó a la conclusión de que el país debía promulgar una ley para criminalizar la financiación del terrorismo, lo que hizo levantar la indignación en las altas esferas del gobierno, quienes aseguran que dicha ley ya existe.
Así, la respuesta de Belice no se hizo esperar y su desacuerdo en el aspecto de la financiación del terrorismo lo hizo constar en el informe respuesta a la evaluación diciendo, “estamos en total desacuerdo con la afirmación de GAFIC ya que en el momento en que se llevó a cabo la evaluación en el año 2004, la financiación del terrorismo ya se penalizaba ampliamente en Belice”.
Según el informe respuesta, el delito de la financiación del terrorismo está contemplado en la Ley de Prevención del Lavado de Dinero número 5 de 2002 que entró en vigor el 26 de febrero de 2002.
“Esta ley junto con lo que dice la sección 20 del Código Penal muestran de forma bien clara que la financiación del terrorismo es un delito penado en Belice y por lo tanto pedimos a los examinadores del GAFIC que reconsideren su posición”, dice el informe respuesta del gobierno.
Según Geraldyn Davis directora de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Belice, “de todas formas, para satisfacer a los miembros de GAFIC, estamos elaborando el borrador de una actualización de la Ley de Prevención de Lavado de Dinero y Terrorismo con la colaboración del Fondo Monetario Internacional en la cual vamos a introducir detalles específicos sobre el delito de la financiación del terrorismo y que intentaremos aprobar en los próximos 2 meses”.
Entre otros puntos, dicho borrador amplía el marco del delito de lavado de dinero, especifica que la financiación del terrorismo es un delito e introduce la corrupción como delito precedente.
En respuesta a consultas de Lavadodinero.com, el GAFI a través de un portavoz sólo se limitó a señalar que el informe era responsabilidad del GAFIC. El GAFIC por su parte declinó ofrecer ningún comentario adicional “a lo que ya se dice en el informe oficial”.
Más protagonismo de la UIF y más cooperación entre países
Además del punto principal de la financiación del terrorismo, el informe dice que Belice debería introducir tratados con otros países para compartir los bienes confiscados de delincuentes procesados por narcotráfico o lavado de dinero.
Según Davis, “este punto es puramente teórico ya que por el momento nunca se han confiscado ningún tipo de bienes en Belice”, y añadió “aunque es verdad que no tenemos este tipo de acuerdo con ningún país, sí existe un tratado de ayuda mutua con EE.UU. en operaciones relacionadas con el narcotráfico y actualmente también estamos considerando la opción de aceptar un tratado para compartir bienes confiscados con dicho país, ya que es nuestro principal socio en esta área”.
En el ámbito de las instituciones financieras, Belice tiene que aplicarse un poco más en las prácticas de diligencia debida al cliente, en los controles internos y en compartir información entre los reguladores locales, además de tomar más en consideración a la UIF y proporcionarle información.
El informe también pone de manifiesto que el escaso entrenamiento del personal de la UIF y de los jueces, la falta de una evaluación sobre el programa de cumplimiento, la falta de comunicación entre las autoridades y la UIF y un bajo nivel de Reportes de Operación Sospechosa, son otros de los puntos débiles que el país necesita mejorar.
Según Davis, “después de la evaluación de GAFIC, los funcionarios de la UIF han estado en constante entrenamiento tanto dentro del país como en el extranjero donde han podido ampliar el conocimiento sobre este tema, además de que se encuentra dentro de nuestros planes contratar mas personal para reforzar la Unidad”.
Belice calificó el informe GAFIC de “desactualizado en el momento de su publicación” y con “conclusiones demasiado dogmáticas que no tienen en cuenta la realidad de la situación de Belice”, pero también reconoció que “en general es positivo y útil”.




