El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) auspiciará un nuevo proyecto de capacitación antilavado en varios países de América Latina con una inversión de US$385.000.
Un fondo autónomo del BID (FOMIN) proveerá el dinero al proyecto, cuyo objetivo es fortalecer los sistemas de prevención de lavado de dinero por medio de la mejora de la coordinación entre instituciones públicas y las propias instituciones financieras.
La idea del plan es que los sectores privado y público trabajen en conjunto y lleguen a acuerdos como diferentes agentes del sistema de control antilavado.
Según el documento del BID, la lucha contra el lavado de dinero en América Latina “se ve impactada negativamente por problemas de coordinación reflejados en divergencias sobre la interpretación o forma de aplicación de la legislación existente, diferentes expectativas, consecuencias inesperadas de acciones unilaterales y subjetividad, entre otros”.
El proyecto es lanzado en conjunto entre el BID y la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), que a través de sus instituciones asociadas también realizará un aporte de US$165.000 para el proyecto.
Un comité de expertos internacionales proveerá la dirección estratégica para el proyecto y el BID invitó a la Asociación de Superintendentes de Bancos de las Américas, la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la OEA, el Grupo de Acción Financiera del Caribe y el Grupo de Acción Financiera para América del Sur a participar del proyecto.
Según el convenio, Felaban realizará ocho talleres cuyos beneficiarios serán las instituciones que conforman el sistema de prevención antilavado en los sectores público –autoridades de supervisión, Unidades de Inteligencia Financiera y fiscalías— y privado financiero. Los países donde se realizarán son: Argentina, Brasil, Chile, México, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Uruguay.
Las instituciones participantes de los talleres son seleccionadas e invitadas por la respectiva asociación nacional bancaria en colaboración con FELABAN y, básicamente, son todas las instituciones que por ley están involucradas en la lucha y control del lavado de activos. “Los participantes ya los seleccionan las propias instituciones participantes, aunque se les insiste en que sea gente senior”, explicó Peter Bates, del departamento de prensa del BID.
En una segunda etapa, se implementarán las recomendaciones resultado de los talleres a seis países: dos del grupo andino (Bolivia, Ecuador y/o Perú); dos del Mercosur (probablemente Paraguay y Uruguay); y dos de Centroamérica (probablemente Panamá y Guatemala), señala el proyecto.
El jefe del equipo de proyecto del FOMIN, Miguel Aldaz, explicó a Lavadodinero.com que la primera etapa se realizará en 3 zonas geográficas: (1) Centro América – apoyado por CABEI (Central American Bank for Economic Integration); (2) Región Andina – ya fue apoyada por la CAF (Corporación Andina de Fomento); y (3) el resto de Latinoamérica – apoyado por el FOMIN.
“Como el CABEI y la CAF no apoyaron en la implementación de las recomendaciones, el FOMIN apoyará la implementación en 2 países de cada una de las 3 zonas geográficas” con criterios de selección detallados en el documento del proyecto. Además, dijo Aldaz, “es de esperar que las recomendaciones en los países que no reciban apoyo del FOMIN también sean implementadas, aunque lo más seguro que a distinto ritmo”.
El BID estima que en cada taller participarán alrededor de 60 personas. Allí estudiarán casos reales e hipotéticos que permitirán identificar las disfunciones de cada país para así crear consenso sobre las prioridades para encontrar soluciones.
Entre los temas que se analizarán en los talleres, se encuentran las dificultades para acceder a los servicios bancarios de sectores económicos considerados de alto riesgo; los excesivos controles a las relaciones de banca corresponsal que limitan el comercio internacional; los numerosos riesgos legales para las entidades financieras y particulares en la interpretación de las normas; la imprecisión en la definición de los roles y responsabilidades de cada uno de los agentes; entre otros.
De acuerdo con el propio documento, este proyecto presenta dos principales riesgos:
— de ejecución, al ser un proyecto regional que requiere de la coordinación de múltiples actividades simultáneas en diferentes países; y
— de demanda, en el sentido de que exista suficiente interés en colaborar entre las autoridades públicas y el sector financiero privado en los países beneficiarios.
El FOMIN promueve el desarrollo del sector privado en América Latina y el Caribe. En el pasado ha financiado programas para la creación de unidades de inteligencia financiera y capacitación del personal de entidades supervisoras e instituciones financieras sobre prevención del lavado de dinero. El BID también ha apoyado programas para fortalecer la capacidad de los sistemas judiciales para combatir el lavado de dinero.
El banco multinacional había señalado que América Latina es “la región más activa para el lavado de dinero a través de canales bancarios y no bancarios” y que , las instituciones financieras necesitan fortalecerse para combatir el lavado de dinero.




