El próximo año, los investigadores de EE.UU. que busquen comparar una mínima información, como el número telefónico incluido en una presentación de la Ley de Secreto Bancario (LSB) con, por ejemplo, un domicilio oculto en otro documento podrían considerar tal tarea menos como buscar una aguja en un pajar, y más como el cosechar un durazno maduro de una rama al alcance de la mano.
Eso es al menos lo que la Red de Control de Crímenes Financieros de EE.UU. busca en el BSA Direct, un poderoso sistema informático que se espera permita a los oficiales de cumplimiento aprovechar los datos contenidos en los millones de informes de transacciones en efectivo y de actividades sospechosas que fluyen en lo que hoy es un sistema arcaico e ineficiente.
El BSA Direct tiene el potencial no sólo de sobrecargar la búsqueda por computadora para los oficiales de cumplimiento, sino que también puede facilitar la carga de las instituciones financieras permitiéndoles eventualmente revisar sus propias presentaciones y compartir la información sobre la evaluación del riesgo en línea.
Estamos a mediados de la primer década del siglo XXI, y los oficiales de cumplimiento todavía acceden a las presentaciones de la LSB a través de un sistema que tiene más en común con un marco de la década de los ‘80s que con una base de datos moderna, y que tiene poca capacidad para analizar los millones de formularios que se presentan anualmente.
Pero de acuerdo con William J. Fox, director de la Red de Control de Crímenes Financieros, todo esto cambiará en enero.
FinCEN está próximo a completar un sistema que según él transformará completamente la forma en que los investigadores utilizan los datos de la LSB, agilizando el proceso y volviéndolo más conveniente; y aumentando enormemente la capacidad de las autoridades de cumplimiento para descubrir patrones de comportamiento que sean indicativos de actividades ilegales.
“Creo realmente que por primera vez el gobierno va a poder utilizar esta información de forma acorde con el compromiso que las instituciones han tenido al presentar la información”, dijo Fox en una entrevista.
Construido alrededor de un par de “depósitos de datos” de acero en Virginia y Florida, el sistema permitirá el acceso a través de la Web a los datos de la LSB, e incluirá un conjunto de herramientas analíticas que permitirá a los investigadores aprovechar la información de maneras que hasta ahora habían sido muy dificultosas o simplemente imposibles.
El proyecto fue encargado a Electronic Data Systems Corp. con un costo de US$1.500 millones.
FinCEN pondrá a prueba el sistema en noviembre y diciembre y espera completar la prueba de seguridad en las primeras semanas de enero. Los oficiales estiman que para abril próximo los funcionarios de cumplimiento que tienen acceso al sistema actual de la LSB podrán utilizar el nuevo.
Toda la información reunida en FinCEN
El depósito de datos es la pieza central del BSA Direct, un sistema que, cuando esté completo, manejará la obtención, almacenamiento y uso de toda la información de la LSB.
La obtención y divulgación de la información de la Ley de Secreto Bancario ha sido objeto de controversia desde hace mucho en las comunidades de servicios financieros y de cumplimiento legal. Los bancos y otras instituciones financieras se han quejado durante años respecto a que el costo de presentación de informes de la LSB es mucho mayor que el uso que las agencias de cumplimiento legal hacen de ellos. Los agentes e investigadores se han visto frustrados tanto por el tiempo que lleva ingresar un informe en la base de datos de la LSB y por su capacidad limitada para extraer información útil del sistema.
Si bien FinCEN es responsable tanto de la obtención como de la divulgación de la información de la LSB desde su creación en 1990, envió la mayor parte del trabajo al Centro de Cómputos del Servicio de Rentas Internas (IRS por sus siglas en inglés) en Detroit. El IRS actualmente recibe la mayoría de las presentaciones en papel o en cinta magnética, y está a cargo de ingresar los datos en el sistema.
En algunos casos, la información viaja por todo el país antes de ser finalmente almacenada.
En el caso de las presentaciones en papel, la información viaja desde el IRS hasta una compañía en Dakota del Norte en donde se ingresa la información en nombre de la agencia. Esa compañía, a su vez, subcontrata con Uniband, una compañía propiedad de la Turtle Mountain Band de Chippewa, que transcribe las presentaciones en papel en cintas magnéticas y las devuelve al IRS.
Sin embargo, la Ley USA Patriot requirió la creación de un nuevo sistema modernizado. Éste comenzó como el Sistema de Comunicaciones de la Ley Patriota, y luego, con la llegada de Fox, FinCEN prometió la creación del BSA Direct.
Y el cambio de categoría es un asunto de seguridad y de conveniencia también. Un informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental publicado en abril decía que la falla del sistema de Detroit lo hacía vulnerable a la penetración y manipulación por parte de usuarios no autorizados (Lavadodinero.com, mayo de 2005).
Conectando puntos más fácilmente
Aproximadamente el 40% de las presentaciones de la Ley de Secreto Bancario ahora llegan vía Internet a través de la iniciativa del FinCEN denominada “E-filing”, que permite a los banqueros presentar documentos en un sitio seguro de la web. Pero mientras el sistema E-filing fue diseñado y preparado por FinCEN, la información todavía es enviada a las instalaciones del IRS en Detroit.
Una vez que la información está en el sistema, los oficiales de cumplimiento que trabajan en una investigación sólo pueden acceder al mismo a través de un sistema seguro del IRS que requiere que el usuario ingrese a través de un proceso múltiple de identificaciones antes de darle acceso al mismo, una larga serie de campos detallando la solicitud. Además, la presentación de resultados no brinda ninguna capacidad para clasificar o analizar lo que, en algunos casos, pueden ser cientos de potenciales coincidencias.
“Ahora mismo, el sistema sólo permite acceder a registros individuales”, dijo Jack Cunniff, director asociado del FinCEN para relaciones de clientes y servicios. “Si hay cinco o seis informes de actividad sospechosa sobre un individuo, el usuario no puede manejar esos datos”.
Además, el sistema actual sólo permite las búsquedas basadas en un número relativamente pequeño de términos, como el nombre, institución, fecha y similares, dijo Cunniff. Después de que sea puesto en marcha el nuevo sistema, los investigadores podrá utilizar porciones pequeñas de información que podrían culminar en una investigación – como la dirección electrónica y los números telefónicos – para tratar de conectar ambas presentaciones que antes hubieran evitado ser detectadas.
“El nuevo sistema podrá acceder a muchísima información y manejarla de una forma adecuada, especialmente en aquellas investigaciones más complejas”, dijo Cunniff.
Por ejemplo, un agente del FBI que esté trabajando en un caso de lavado de dinero podría descubrir un número telefónico al cual hubiese llamado un sospechoso en la investigación. Ahora, aún cuando ese número estuviese asociado a docenas de presentaciones de Informes de Actividad Sospechosa, el agente no tendría forma de encontrar esa información. Con el nuevo sistema, un agente puede buscar en la base de datos ese número telefónico – aún cuando el agente no tenga un nombre o institución asociados con el mismo – y el sistema le devolverá todas las coincidencias de ese número en el sistema BSA Direct.
Conectado a una reserva de datos
La falta de herramientas analíticas en el sistema actual obliga a cualquiera que sea lo suficientemente tenaz, a extraer enormes cantidades de información para cargar los datos en un programa diferente y proceder a su análisis. Además de la incomodidad, dijo Cunniff, hay temas de seguridad de la información que surgen por el movimiento de la información de las presentaciones confidenciales de la LSB a computadores que no están bajo el control del FinCEN.
Para solucionar este problema, el sistema BSA Direct incorpora un sofisticado software analítico. Los usuarios podrán elegir entre una variedad de funciones preestablecidas que separan la información de manera de poder identificar las tendencias de la posible actividad criminal. También podrán generar reportes especialmente diseñados según sus propias necesidades analíticas.
“La analogía que estamos considerando aquí es que actualmente nuestros usuarios toman la información a través de una pajita”, dijo Cunniff. “BSA Direct les permitirá sumergirse en una pileta de información”.
Los banqueros aprecian las ventajas del programa también. Richard Riese, asesor legal sobre cumplimiento de la Asociación de Banqueros de Estados Unidos (ABA) y director en ejercicio del Centro para el Cumplimiento Regulatorio de la ABA, dijo que la industria estaría agradecida de ver a las autoridades de cumplimiento hacer un mejor uso de las presentaciones de la LSB.
“Este a ha sido un tema de preocupación”, dijo. “Los banqueros creen que han dedicado mucho tiempo valioso en el reporte de Informes de Actividad Sospechosa y siempre están preocupados y tienen algunas dudas sobre si, por otro lado, se dedica el mismo tiempo valioso por parte de las autoridades”.
Se reconocen fallas
El Director del FinCEN, Fox, ha hablado sinceramente sobre los defectos del sistema. Al declarar ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara Baja el pasado mes de mayo, Fox admitió que hasta ahora, FinCEN no ha logrado su principal objetivo.
Cuando el BSA Direct sea presentado finalmente a las autoridades de cumplimiento, dijo ante los legisladores, “le permitirá por primera vez a la Red de Control de Crímenes Financieros ejercer su mayor responsabilidad – obtener, recibir, analizar y divulgar de manera adecuada la información recibida bajo la LSB – de una manera efectiva”.
Con la creación de los depósitos de datos y el cambio de toda la información de la LSB del IRS a FinCEN, dijo Fox en una entrevista, la agencia está dando un gran paso hacia su meta de procesar la información de la LSB “desde la cuna hasta la tumba”.
Una vez que la oficina principal que contenga toda la información termine de ser instalada y esté funcionando, la agencia planea conectarla directamente a su sistema electrónico de presentación de información, de manera que el IRS no sea más el intermediario en esas presentaciones. Más adelante, dijo Fox, FinCEN comenzará a manejar las presentaciones en papel y cinta magnética también.
El ex agente del IRS Don Temple, quien estuvo a cargo del Grupo de Trabajo de Investigaciones Financieras de la agencia con sede en Maryland, dijo que los agentes de cumplimiento recibirían con mucho agrado un acceso más fácil a la información de la LSB así como la posibilidad de utilizar herramientas analíticas más sólidas.
“La información en esa base de datos ha culminado en algunos de los mejores procesos judiciales en este país hoy”, dijo Temple, quien ahora trabaja como consultor interno sobre LSB y Antilavado de Dinero para el Commerce Bancorp de Nueva Jersey. “Durante años los agentes han estado tratando de acceder a la información de la Ley de Secreto Bancario pero ha sido una tarea engorrosa”.
Si el nuevo sistema funciona de acuerdo con las predicciones de FinCEN, no serán solo buenas noticias para las autoridades de cumplimiento. Desde la aprobación de la Ley Patriota, la industria de servicios financieros ha estado esperando que el gobierno cumpla sus promesas para poder compartir más información.
Banqueros estiman un cumplimiento más rápido y fácil
Se han realizado esfuerzos para brindar a la industria información sobre las tendencias en las actividades criminales, como el Informe semi-anual sobre Actividad de la Ley de Secreto Bancario del FinCEN. Pero, en su gran mayoría, los reclamos de la industria para tener información rápida y útil sobre los métodos criminales y estrategias actuales, han quedado sin respuesta.
Fox dice que esto va a cambiar, también. “Tenemos que cumplir con lo que el Congreso quería que hiciéramos, y mantener la comunicación fluida entre la industria y el gobierno”.
También dijo que su objetivo es brindar a las instituciones que presenten informes de la LSB acceso limitado al sistema BSA Direct. “Tenemos que comenzar a darles información que los ayude a evaluar el riesgo”, dijo
Además, dijo, le gustaría hacer que cada institución pudiera verificar sus propias presentaciones de la LSB. No tienen que conservar la información – ellos saben que está allí”, dijo.
“Todo esto son buenas noticias desde la perspectiva de la industria”, dijo Riese, de la ABA. “Existen iniciativas individuales en la actualidad para tratar de compartir información sobre alertas de fraude locales – algo como esto les daría muchos más elementos para trabajar y les permitiría no sólo a los principales bancos realizar sus propios análisis, sino también ser una camino para que las instituciones más pequeñas comiencen a realizar esto también”.




