Una linda cara puede ayudar a mejorar una semana desagradable. El lunes, el mismo día en que American Express recibió la orden de pagar la sanción más elevada relacionada con el antilavado de dinero (ALD) aplicada contra una institución financiera estadounidense, la compañía dijo que había contratado a la cantante pop Beyoncé Knowles para que sea su representante.

Pero las malas noticias no terminaron con la multa de US$65 millones: el martes, la unidad American Express Bank Ltd. de la compañía logró un acuerdo con el Departamento Bancario del Estado de Nueva York para mejorar su régimen ALD. Ese acuerdo requiere que la unidad mejore sus procesos de reporte de operaciones sospechosas y de diligencia debida sobre los clientes, temas también considerados en el acuerdo firmado el lunes.

Los profesionales ALD esta semana analizaron qué lecciones podrían extraerse del acuerdo por la multa de US$65 millones, que incluyó procedimientos iniciados por el Departamento de Justicia, la Reserva Federal y la Red de Control de Crímenes Financieros (por sus siglas en inglés, FinCEN), y el pasado de cumplimiento problemático de American Express.

El caso emblemático de esta semana fue el resultado de una investigación realizada por la Administración de Control de Narcóticos (por sus siglas en inglés, DEA) de una operación colombiana de tráfico de drogas. Como parte de la investigación, agentes de la DEA que actuaban como traficantes de drogas transfirieron dinero a través del mercado negro de cambio de pesos utilizando la unidad de Miami de American Express y el banco BankAtlantic Bancorp., de Fort Lauderdale, ambos en el estado de la Florida, dijo Don Semesky, jefe de operaciones financieras de la DEA. BankAtlantic acordó en abril de 2006 pagar US$10 millones para dar por concluidos los cargos derivados de la investigación.

Los reguladores dijeron el lunes que American Express había permitido el lavado de US$55 millones provenientes del tráfico colombiano de drogas a través de su unidad de banca privada en Miami, y había omitido establecer suficientes controles ALD.

Como parte del acuerdo celebrado el lunes, se ordenó a la unidad pagar una multa de US$55 millones y la unidad de servicios de viajes, localizada en Salt Lake City, estado de Utah, fue sancionada con una multa de US$5 millones por no presentar reportes de operaciones sospechosas por US$500 millones. 

Bajo la Ley Patriot, los bancos deben reportar operaciones sospechosas y realizar una diligencia debida mejorada sobre cuentas de banca privada que tengan como mínimo US$1 millón en activos.

Reportes de operaciones sospechosas

Las deficiencias ROS identificadas por FinCEN son serias, dijo Carmina Hughes, directora ejecutiva de Daylight Forensic & Advisory, consultora de cumplimiento regulatorio de Nueva York, por el tamaño de la sanción aplicada el lunes y la atención dedicada a cómo se presentaron incorrectamente los reportes – en algunos casos, con la omisión de información específica y casilleros en blanco.

“Eso fue un llamado de atención para los oficiales de cumplimiento”, dijo Hughes. “Pareciera que FinCEN le está diciendo a la industria, “Te estamos dando toneladas de guías y ahora vamos a revisar esto y te vamos a sancionar por eso”.

Y el problema puede estar expandiéndose, de acuerdo con Kenneth Bryant, director administrativo de Bryant & Associates, consultora ALD localizada en Hayesville, estado de Carolina del Norte. “Parece que los bancos todavía no presentan correctamente los IASs”, dijo Bryant, agregando que, a pesar de las guías publicadas, algunas instituciones siguen omitiendo la explicación de algunos detalles en los reportes. “Es muy vergonzoso”.

American Express también fue mencionada por FinCEN por no hacer que su personal de cumplimiento verificara la información de los clientes entregada por los gerentes de relaciones de cuentas. Eso es inusual, dijo Hughes, porque esa verificación a menudo es realizada por otros sectores distintos a los departamentos de cumplimiento. “Parece que FinCEN espera que se haga”, dijo Hughes.

Gerentes de cuentas

El caso también sirvió de recordatorio de las viejas lecciones de cumplimiento de la banca privada, las obligaciones del conozca su cliente (CSC) y los peligros de aceptar transacciones con acciones al portador.

La banca privada es considerada el mayor riesgo de lavado de dinero, en parte a causa de los gerentes de cuentas, quienes siempre tratan de satisfacer a sus clientes, y pueden dudar en presionar a los clientes nuevos con preguntas que podrían ser consideradas invasoras, según Loren Grant, especialista ALD senior de la consultora de servicios profesionales M2 Consulting, de San Francisco.

Si bien la gerencia superior puede requerir ciertos procedimientos CSC para un cliente acaudalado y generalmente reticente, no hay mucha seguridad de que la sucursal y los gerentes de cuenta sigan esos procedimientos obligatorios, dijo.

“Prácticamente hay que tener un delegado de cumplimiento en cada sucursal para supervisar el CSC cada vez que se abren cuentas nuevas, pero eso es imposible de cumplir por el costo que genera”, dijo Grant. “Eso es lo que se necesita hacer, pero no es lo que se hace”.

En el caso de los clientes extranjeros, los banqueros deberían asegurarse de determinar por qué el cliente quiere tener dinero en una cuenta en una institución estadounidense así también como el riesgo de aceptar una transacción de una institución en un área de alto riesgo, donde los controles ALD pueden ser menos severos, dijo Hughes.

“¿Cómo se puede estar seguro de que no han ingresado dinero ilegal en sus cuentas en otro lugar donde sea más fácil hacerlo, y simplemente transferirlo a EE.UU.?”, dijo Hughes.

El acuerdo de enjuiciamiento diferido de American Express destacó que “casi todas” las cuentas investigadas en la banca privada de la compañía eran mantenidas a nombre de corporaciones formadas por acciones al portador constituidas en jurisdicciones offshore. 

En un caso, un individuo colombiano controlaba una cuenta a través de una corporación de capital formado por acciones al portador en la Islas Vírgenes Británicas, la que a su vez era controlada por otras tres compañías cuyo capital estaba integrado por acciones al portador.

Dado que es tan difícil identificar a los verdaderos dueños de las corporaciones de capital formado por acciones al portador, porque las mismas son propiedad de la persona que tiene las acciones, las instituciones financieras por lo general deberían rechazar esas transacciones, de acuerdo con Hughes. “Esto no es algo nuevo”, dijo.

Historia de problemas

Pero pocos deberían sorprenderse ante la importancia de la multa y la variedad de procedimientos de cumplimiento si se tiene en cuenta los procesos anteriores que tuvo American Express con los reguladores, dijeron los consultores.

American Express Bank International, la unidad bancaria que recibió la mayor atención por parte de los reguladores en el acuerdo firmado el lunes, fue sancionado en 1994 con una multa de US$35,2 millones relacionada con el lavado de dinero proveniente del tráfico de drogas de carteles mexicanos y colombianos. La multa, por entonces la más alta aplicada a una institución estadounidense en un caso ALD, fue seguida de la condena de dos ex empleados por ayudar a lavar US$30 millones en fondos provenientes del tráfico de drogas.

En 1997 y 1999, el Departamento del Tesoro de EE.UU. alertó a la unidad de banca privada y a otras instituciones financieras acerca de ardides de lavado de dinero que involucraban al mercado de negro de cambio de pesos. Aunque el personal de American Express Bank International estaba “muy informado” de los riesgos de las transacciones investigadas, las consideraron un “hecho de la vida” en América del Sur, dijeron los reguladores.

“Su fueron sancionados la primera vez, debieron haberlo corregido la primera vez”, dijo Bryant.

Sin embargo, las instituciones financieras más grandes pueden considerar el recibir sanciones ALD como más costo-efectivas que el gastar en programas de cumplimiento, dijo Bryant.

Los gastos ALD están aumentando, de acuerdo con la Encuesta Global Antilavado de Dinero de la consultora KPMG realizada en julio de 2007, que estimó un aumento del 71 por ciento en los costos para los bancos norteamericanos producidos en los últimos tres años.

“Podría considerarse que US$5 millones son una buena suma compensatoria entre contratar al personal y/o una consultora independiente para recibir esos servicios”, dijo Bob Sottile, director de servicios LSB y ALD de la firma M2 Consulting.  “Sesenta y cinco millones es una cifra importante y hace pensar a la gente”.

De los US$65 millones, American Express pagará US$55 millones al Departamento de Justicia de EE.UU. FinCEN y la Reserva Federal aplicaron multas adicionales de US$25 millones y US$20 millones, pero la multa de la Reserva Federal y US$15 millones de la multa aplicada por FinCEN quedaron incluidas dentro de la multa de US$55 millones.