Por el Departamento editorial. 

La permisividad voluntaria en el cumplimiento promovida por los ejecutivos y directores de de bancos e instituciones financieras pueden causar multas millonarias y daño reputacional extenso, así como le sucedió a la remesadora estadounidense Western Union, que fue sancionada este mes de enero por US$ 60 millones por el Departamento de Servicios Financieros del Estado de New York (DSFNY), debido a sus deficiencias en las políticas antilavado de dinero (ALD).

De acuerdo a las investigaciones del ente gubernamental, Western Union no implementó ni mantuvo adecuadamente un programa ALD funcional para evitar el uso de su plataforma para fines criminales y fraudulentos, además ignoró una gran cantidad de transacciones sospechosas dirigidas a China entre 2004 y 2012 por sus agentes de New York.

Vale la pena destacar que por estas y otras deficiencias ya Wester Union pagó US$ 586 millones, como parte de un Acuerdo de Diferimiento de Juicio (DPA por sus iniciales en inglés) y una acción civil monetaria firmados el 19 de enero de 2017.

Política de “excepciones”

La falla en el cumplimiento y la falta de entrega de Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) fue promovida directamente por la dirigencia de la entidad financiera, pues los altos ejecutivos omitieron de manera voluntaria las advertencias del área de cumplimiento sobre las transferencias de dinero. Los directivos de la institución priorizaron el interés comercial por delante del correcto cumplimiento ALD.

Los agentes responsables de las transacciones sospechosas representaban uno de los sectores que más ganancias daban a Western Union. A partir de esto y según las acusaciones, la dirección ejecutiva de Western Union se dispuso a conseguir una conducta más indulgente para los agentes señalados por parte del personal de cumplimiento. En este sentido, a raíz peticiones, conductas permisivas y órdenes directas, los locales que debían ser amonestados continuaron funcionando sin ningún tipo de traba o sanción proporcional o disuasoria. En vista de esto, uno de los individuos pertenecientes al personal de cumplimiento manifestó que “esto fue resultado de una llamada política de excepción”.

“Los ejecutivos de Western Union colocan las ganancias por encima de las responsabilidades de la compañía para detectar y prevenir el lavado de dinero y el fraude, al elegir mantener relaciones con y sin disciplinar a agentes evidentemente sospechosos, pero altamente rentables”, expresó la Superintendente de Servicios Financieros de la DSFNY, Maria Vullo. 

Sin embargo, personas que integraban el personal de cumplimiento del banco decidieron informar a las autoridades concernientes de los actos ilícitos realizados por parte de los agentes, para después confirmar, de acuerdo a la información de la DSF, que “el propietario de uno de los agente admitió a las autoridades que sabía que algunos consumidores usaban los servicios de transferencia de dinero de Western Union para pagar deudas con traficantes de personas con base en China, y que los consumidores estructuraban transacciones para mantenerlos por debajo de US$2.500 para evitar tener que proporcionar identificación”

Según las acusaciones de la DSF, diversos agentes de Western Union en el estado de New York hacían transacciones de dinero a las sucursales chinas del mismo banco. Dichos agentes, los cuales eran pequeños negocios, como agencias de viajes o tiendas de servicios para teléfonos inalámbricos, fungían como locales para transferir dinero.

Las autoridades detectaron transacciones por aproximadamente US$2.900 millones entre 2004 y 2012, todo en el marco de pequeñas transferencias monetarias a modo de “estructuración”, para evadir controles ALD y evitar generar “banderas rojas” en los sistemas de moitoreo. 

Las autoridades indicaron que “las deficiencias identificadas por el propio personal de cumplimiento de Western Union incluyen (a) permitir a los consumidores aparentemente estructurar transacciones, (b) no presentar informes de actividades sospechosas en cada instancia donde se requería dicho informe, y (c) no tener suficientes programas de cumplimiento. Las revisiones de Western Union incluso determinaron que los empleados de los agentes señalados estaban, en ciertos casos, ingresando datos falsos en los registros de transferencias de Western Union para ayudar a los clientes a evadir el escrutinio regulatorio”.

Agentes involucrados

1- Agencia de viajes 

Ubicación: Manhattan

Transacciones: más de 447.000

Monto: US$1.140 millones entre 2004 y 2011

2- Servicios para teléfonos inalámbricos

Ubicación: Brooklyn

Transacciones: más de 302.000

Monto: alrededor de $600 millones entre 2005 y 2011

3- Negocio Pequeño

Ubicación: Queens

Transacciones: más de 735.000

Monto: $1.200 millones entre 2004 y 2012


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Acuerdo de Diferimiento de Juicio (DPA

Acción Civil Monetaria