El tercer banco más grande de Estados Unidos solicitó al Departamento del Tesoro una licencia que lo libre de responsabilidades por tener nexos con los bancos iraníes sancionados que operan en América Latina y el Medio Oriente, en donde las filiales del banco deben realizar ciertas transacciones para cumplir con las leyes locales.
La solicitud se refiere a los negocios que mantienen las sucursales de Citigroup con el Banco Internacional de Desarrollo, que tiene sede en Caracas, el Future Bank con sede en Bahrein, y una institución de los Emiratos Árabes Unidos cuyo nombre no fue revelado en la solicitud. Los tres bancos indicados han sido sancionados por OFAC por apoyar el programa de desarrollo nuclear de Irán.
Según la nueva Ley de Reducción de la Amenaza y de los Derechos Humanos en Siria –que entró en vigencia en febrero de 2013- todas las empresas que cotizan en bolsa están obligadas a reportar cualquier conexión iraní. Según la ley, las empresas deben informar a la Comisión de Intercambio de Valores (SEC, por sus iniciales en inglés) en un comunicado público, si la empresa o cualquiera de sus filiales realizaron conscientemente transacciones por, o se relacionaron de otro modo, las entidades que actúan en nombre del gobierno iraní.
“Era una cuestión de tiempo para que los bancos estadounidenses y todos aquellos que no lo son, pero que necesitan operar a través de ese sistema bancario, tuvieran que empezar a rendir cuentas por las operaciones mantenidas con ciertas entidades bancarias y empresas sancionadas que están en algunos países latinoamericanos”, indicó un asesor legal de un banco con operaciones en Miami.
Esto evidencia que algunos bancos de EE.UU. están “atrapados en el medio cuando se trata de transacciones designadas por la OFAC, pero que son requeridas por las leyes locales de un país extranjero”, dijo un abogado de Washington, D.C., experto en sanciones. Estas licencias no han sido aprobadas y están “pendientes”, lo cual podría indicar que OFAC está escudriñando al banco posibles violaciones de las sanciones, agregó el abogado.
“Ese es un temor que hemos tenido desde hace varios años los oficiales de cumplimiento venezolano, porque para nosotros es imposible operar sin las cuentas corresponsales de Estados Unidos, pero a la vez tenemos la presión local. Afortunadamente fue un gran banco estadounidense el primero que tocó el tema”, indicó un oficial de cumplimiento bancario venezolano, quien pidió mantener su nombre en reserva.
En la declaración presentada ante la SEC –que fue realizada en abril-, Citi dijo que estaba “obligado por las leyes locales y las normas de funcionamiento aplicables a estas redes de intercambio” a procesar las transacciones dentro o fuera de las cuentas de los clientes de otras compañías que participan en la red. El banco agregó que OFAC es “consciente” de que algunos bancos estadounidenses deben participar en estas redes, a pesar de que los bancos sancionados por el Tesoro también utilizan las redes.
Las polémicas transacciones
El documento introducido en la SEC indica las operaciones comprometedoras realizadas por Citigroup. En el primer trimestre de 2013, Citibank Bahrein procesó 2.300 transacciones de cajero automático (ATM) domésticas relacionadas al Future Bank, las cuales le otorgaron una ganancia de US$ 25. Por otra parte, Citibank Venezuela procesó tres cheques domésticos del Banco Internacional de Desarrollo con un valor de casi US$ 7.000, lo que no aportó beneficios para el banco estadounidense.
Además, en el primer trimestre, la sucursal del Citibank en los Emiratos Árabes Unidos procesó un pago de poco más de US$ 1.700 -con una ganancia de solo US$ 1,50 dólares-, a nombre de un banco designado no identificado en una plataforma electrónica salarial de transferencia del gobierno.
“Es importante entender que para estar en problemas con las autoridades estadounidenses no hace falta realizar operaciones multimillonarias. Una simple operación de US$ 1.50 puede tener nervioso al enorme departamento legal del tercer banco más grande de Estados Unidos. Yo creo que esto es una señal que no debe ser ignorada”, recomendó el empleado bancario de Miami.
El Departamento del Tesoro designó al Banco Internacional de Desarrollo en octubre de 2008 por ser una entidad controlada por el Banco de Desarrollo de Exportaciones de Irán, también sancionada en ese momento. Por su parte, el Future Bank fue incluido en la lista negra desde marzo de 2008 por ser controlado por el Banco Melli de Irán, que a su vez fue designado en octubre de 2007 por apoyar las actividades de proliferación de armas de destrucción masiva.
Antes de que Citi revelara su informe del primer trimestre de 2013, la Reserva Federal le ordenó reforzar sus procedimientos contra el lavado de dinero (AML) en las áreas de gestión de riesgos a través de las líneas de negocio y filiales en el extranjero. Además, le pidió elaborar un plan de sucesión para los puestos más altos de cumplimiento.
Por su parte, en abril de 2012 la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) le exigió a Citibank fortalecer la vigilancia de sus cuentas corresponsales extranjeras y los informes de actividad sospechosa, particularmente en relación a los servicios de captura de depósitos remotos.
Pero el Citigroup no es el único con este tipo de informes, ya que el JPMorgan Chase, el banco más grande de Estados Unidos, declaró en su reporte anual del 28 de febrero que su empresa filial Carlson Wagonlit Travel -una empresa de gestión de viajes de negocios relacionada con el banco a través de sus actividades de banca comercial-, había reservado 30 vuelos a Irán, aunque ninguno de los pasajeros estaban en la “lista negra”. El ingreso bruto por esas operaciones fue de aproximadamente US$ 27.000




