Por Selina Román

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El abogado David Tedder disfrutó de un lucrativo medio de vida creando compañías pantalla offshore y lavando US$4 millones para clientes que manejaban una red de juego de apuestas ilegal.


 


Pero esa suerte se acabó después de que los investigadores descubrieran el fraude, que llevó a la revocación de su licencia para ejercer la profesión de abogado y al decomiso de US$2,8 millones.


 


El decomiso realizado sobre Tender fue uno de los muchos que contribuyeron a los US$257 millones del Fondo de Decomiso de Activos del Departamento del Tesoro de EE.UU. obtenido durante el año fiscal 2006, el pozo de dinero obtenido de la confiscación de fondos ilegítimos de delitos como el lavado de dinero y el tráfico de drogas.


 


Durantes los años fiscales 2005 y 2006, las agencias del Departamento del Tesoro decomisaron más de US$500 millones en fondos ilícitos para el Fondo de Decomiso de Activos, de acuerdo con una reciente auditoria realizada por la Oficina del Inspector General (por sus siglas en inglés, OIG).


 


Los decomisos pueden ser malas noticias para los bancos, dijo Rob Rowe, abogado de la organización de comercio Banqueros de Comunidades Independientes de EE.UU., cuando el gobierno asume el control de una propiedad a través de un decomiso o una confiscación, el banco pierde a su titular de cuenta y, esencialmente, “se tiene un mal préstamo en las manos”.


 


El Departamento del Tesoro oficialmente no lleva registros del porcentaje de casos que involucran los cargos o condenas por lavado de dinero, pero una revisión de los casos realizada en el informe revela que el 43 por ciento de los 35 casos incluidos en la lista detallada en la auditoria de la OIG incluyeron cargos o condenas por lavado de dinero.


 


La mayor parte del fondo proviene de decomisos “de gran impacto” – aquellos que totalizan más de US$100.000.  Estos decomisos determinan el éxito del fondo. Por ejemplo, el Departamento del Tesoro apuntaba a tener un 75 por ciento de los ingresos del fondo provenientes de decomisos por montos elevados durante el año fiscal 2006, pero en lugar de ello, sólo llegó al 72,9 por ciento – casi una disminución del 10 por ciento comparado con el porcentaje de casos de gran impacto de 2005.


 


Un total de US$313,5 millones en activos fueron confiscado en 2005, 18 por ciento más que durante el año fiscal 2006. Según funcionarios del Departamento del Tesoro, un caso de gran envergadura ocurrido en 2005 incrementó las cifras de ese año.


 


Eric Hampl, director del fondo de activos decomisados, dijo que él no considera a la disminución como un giro importante o que refleje un cambio en las prioridades.


“Nuestros ingresos llegan a nosotros a través de un proceso legal que no se ajusta a un marco de tiempo estricto”, dijo Hampl. “Históricamente, nuestros ingresos fluctúan significativamente de año a año y uno o dos decomisos pueden desviar las cosas de forma significativa”.


 


A pesar de ingresar menos dinero, el fondo gastó US$7 millones más en el año fiscal 2006 que lo que había gastado en 2005 por los costos en las investigaciones, la administración de los activos y la capacitación, entre otros gastos, de acuerdo con la auditoria. Una porción del fondo es destinada al almacenamiento y mantenimiento de los activos confiscados y decomisados, gravámenes e hipotecas y los gastos de las investigaciones.  


 


El saldo neto del fondo era de US$236,8 millones a fines de 2006, contra los US$255,3 millones de fines de 2005.


 


Las agencias federales de control legal, como la Oficina de Control de Inmigración y Aduana (por sus siglas en inglés, ICE), el Departamento de Investigaciones Criminales del Servicio de Rentas Internas, el Servicio Secreto, la Guardia Costera y la Protección de Aduanas y Fronteras, realizaron las investigaciones, confiscaciones y decomisos. La mayor parte del dinero obtenido terminó en el fondo para pagar las futuras operaciones de esas agencias. Parte del dinero se destina a las agencias estatales y locales de control legal y a los gobiernos extranjeros que participaron en las investigaciones.


 


Algunos casos mencionados en la auditoria involucraron a decomisos de drogas ilegales, automóviles exóticos, propiedades lujosas y la recuperación de obras maestras robadas de Renoir y Rembrandt.


 


Un negocio de servicios monetarios (NSM) que operaba sin autorización y que transfirió ilegalmente millones a otros países, incluido Irán, y realizó otras transacciones y estructuró operaciones para evitar las obligaciones de reporte sufrió el decomiso combinado de US$882.000.


 


“Herramienta efectiva”


 


Los fiscales tratan de presentar cargos por lavado de dinero porque esas condenas conllevan la aplicación de importantes multas y plazos de prisión extensos y pueden implicar mayores confiscaciones y decomisos.


 


“El decomiso de activos ha sido, y continúa siendo, una herramienta altamente efectiva para obtener las ganancias ganadas en las actividades delictivas”, dijo la vocera del Departamento del Tesoro Molly MIllerwise.


 


Elaine Banar, jefa de decomiso de activos de la Oficina del Fiscal Federal de Nueva York, dijo que ella alienta a sus fiscales “a ir detrás del dinero” utilizando cargos por lavado de dinero para todos los casos en que ello sea posible. Ella dijo que los delincuentes pierden su poder cuando pierden su dinero.


 


“Tiene más sentido y envía el mensaje más fuerte”, dijo.  “Y castiga a los delincuentes.  Queremos que sea difícil para los lavadores de dinero hacer negocios con los delincuentes”.


 


El Departamento de Justicia de EE.UU. mantiene un fondo similar de decomisos que incluye a los activos confiscados y decomisados por agencias tales como la Oficina Federal de Investigaciones (por sus siglas en inglés, FBI), la Oficina de Control de Narcóticos (por sus siglas en inglés, DEA) y la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego. Las cifras para el año fiscal 2006 no han sido publicadas todavía; sin embargo, el fondo anunció ingresos por US$616 millones en el año fiscal 2005.


 


El fondo del Departamento de Justicia y el Servicio Postal de EE.UU. contribuyen dinero al fondo del Departamento del Tesoro en los casos en que trabajaron agencias del Departamento del Tesoro. Las oficinas del Departamento del Tesoro obtuvieron US$14,1 millones en el año fiscal 2006 y US$22,3 millones en el año fiscal 2005.


 


Dolor de cabeza necesario


 


Los profesionales legales dicen que los bancos necesitan realizar una diligencia debida para evitar verse en esa situación.


 


Clemente Vázquez Bello, abogado de Miami y miembro del comité ejecutivo de la Asociación Internacional de Banqueros de la Florida, dijo que los banqueros necesitan tomar conciencia de que los decomisos no van a desaparecer.


 


“Si usted está en el área de bienes raíces o de préstamos comerciales, usted debe conocer a su cliente”, dijo. “Esté cómodo sabiendo que conoce de dónde proviene el dinero de su prestamista”.


 


Técnicamente, los artículos adquiridos con dinero lavado automáticamente se convierten en propiedad del gobierno federal bajo la Ley de Control de Lavado de Dinero, dijo Grez Baldwin, socio de la firma de abogados Holland & Knight, de Miami.


Baldwin y Clemente destacaron que el gobierno puede decomisar propiedades sin darle al banco su porción si la institución financiera tuvo ceguera voluntaria e ignoró las actividades sospechosas de sus clientes.


 


Sin embargo, los bancos no deberían preocuparse si han seguido las reglas y cumplieron con su diligencia debida porque el gobierno generalmente cancela los préstamos existentes con las instituciones financieras una vez que la propiedad es vendida.


 


“Los bancos no son los objetivos”, dijo Baldwin. “El gobierno no se ocupa de sacar a los bancos de sus actividades comerciales. Su tarea es hacer que los delincuentes estén fuera de actividad”.