Por Carla Valero
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Desde que dejara la presidencia de Nicaragua en el año 2002, Arnoldo Alemán no ha parado de ser reclamado por la justicia de su país y de otros, por delitos relacionados a la corrupción y el lavado de dinero. 

El juez Federico Moreno de la corte del distrito de Miami dictó el pasado 21 de diciembre una sentencia de confiscación por más de US$700,000 a la familia del ex presidente, en medio de una pugna por el origen de los fondos confiscados.

La Fiscalía Federal de EE.UU sostiene desde 2003 que siete certificados de depósito adquiridos al Terrabank de Florida entre 1998 y 1999, provienen de fondos sustraídos al gobierno de Nicaragua. Moreno, consideró durante el juicio “no fueron presentadas las evidencias sobre la legitimidad del origen de los fondos por parte de la familia Alemán”.

Pero “a menos que le llevemos las plantaciones de café o les llevemos el ganado no se cómo podemos demostrarlo”, dijo Alemán.

Según el ex mandatario liberal, la sentencia del juez Moreno está motivada por el “odio enfermizo de parte de ciertas potencias del mundo para aquellos que somos nacionalistas”. Alemán, que se encuentra bajo arresto domiciliario cumpliendo una condena de 20 años en Nicaragua por delitos de lavado de dinero, entre otros, recientemente ofreció una rueda de prensa en su propia casa de Managua en la que declaró que apelará la sentencia del juez Moreno, ante una corte en Atlanta.

El ex presidente dijo que los depósitos de los certificados fueron hechos por su hermana ya fallecida Amelia Alemán, en el Terrabank de Miami, en 1996, para disponer de recursos para la educación de sus primeros cuatro hijos.


Pero, según la resolución oficial del caso, la Fiscalía no pudo probar contundentemente durante el juicio que los US$700,000 procedían del desvío de fondos. A pesar de ello, se dictó la sentencia de confiscación porque los familiares de Alemán no pudieron demostrar que el dinero provenía del negocio del café tal y como siempre han defendido.

Según el documento oficial del juicio emitido por el juez Moreno, los certificados fueron comprados por el ex director de Impuestos, Byron Jerez, mano derecha del ex presidente, a nombre de los hijos de Alemán, la suegra del ex mandatario y el cuñado de éste. Jerez  fue convicto y luego absuelto por corrupción en Nicaragua en diversas causas.

Por otro lado, Jerez confesó en juicios anteriores en Nicaragua haberse apropiado de unos ocho millones de dólares del gobierno desviándolos por distintos métodos, bajo órdenes de Alemán, y haber comprado propiedades en Estados Unidos y certificados de depósitos.


El historial corrupto de Alemán


A pesar de que Alemán ya se encuentra cumpliendo una condena por lavado de dinero, entre otros delitos, los cargos contra él no dejan de reproducirse.


Empezando por los cargos más recientes, no hace menos de dos meses que el procurador nicaragüense Alberto Novoa abrió una nueva causa contra el ex presidente por apropiación indebida de fondos del Estado.


Alemán fue acusado por un fraude de US$75 millones en perjuicio del Estado nicaragüense que según Novoa desvió junto a otros ex funcionarios de su Administración.


El historial del ex presidente empezó en Panamá en el año 2002 cuando se descubrieron cuentas bancarias sospechosas que habían sido utilizadas para lavar el dinero del erario nicaragüense. La Fiscalía Anticorrupción panameña lo acusó entonces de haber lavado US$58 millones de dinero nicaragüense, mediante el uso de instituciones financieras panameñas, a través de hasta 25 cuentas bancarias diferentes.


Desde ese momento y hasta la actualidad, Panamá sigue investigando las operaciones de una red montada por Alemán, Jerez y sus familiares para transferir dinero del Estado nicaragüense hacia cuentas personales en bancos panameños.

Las pesquisas realizadas por las autoridades panameñas permitieron descubrir que durante la presidencia de Alemán – de 1997 a 2002 –, él y sus allegados montaron empresas fachada y abrieron decenas de cuentas en bancos panameños para recibir los fondos públicos de Nicaragua.