El Tribunal Federal de Apelaciones de Estados Unidos autorizó la extradición hacia Francia del ex dictador panameño, Manuel Antonio Noriega, para que enfrente una condena de 10 años de prisión luego de haber sido juzgado en ausencia en 1999 por el lavado de US$3.2 millones.
Tres magistrados de la corte estadounidense ratificaron de esta forma la decisión tomada en agosto de 2007 por el juez federal William Hoeveler, quien rechazó los alegatos de los abogados defensores del ex general panameño de que la Convención de Ginebra impide que un preso de guerra sea extraditado a una nación distinta a su país.
Sin embargo, aunque Noriega fue detenido durante la invasión a Panamá de 1989, en Estados Unidos se le juzgó por los delitos de lavado de dinero y asociación con el narcotráfico, por lo que fue sentenciado en 1992 a 40 años de prisión, aunque finalmente cumplió 17 años de pena debido a los beneficios que le concedieron como el de reducción de sentencia por buena conducta.
Uno de los abogados defensores de Noriega en panamá, Rolando Rodríguez, dijo a la agencia de noticias Efe que el dictamen será apelado ante la Corte Suprema de Justicia, lo que puede extender el proceso unos ocho meses más.
Otro de los juristas defensores, Julio Berrío, rechazó la decisión de la corte estadounidense y señaló que “Noriega no ha perdido esta batalla, porque en Francia el delito del que se le acusa de lavado está prescrito (…) Lo único que quieren las autoridades es que vaya a pasear a Francia, pero él solo quiere regresar al país”.
El gobierno de Francia ha ratificado la vigencia del proceso en contra de Noriega. “El proceso no ha prescrito, de lo contrario no se insistiría”, explicó el embajador de Francia en Panamá, Pierre Henri Guignard, quien advirtió que Noriega no será tratado como prisionero de guerra, porque su país no lo considera dentro de ese estatus.
“Está cerca de los ochenta y ha sufrido dos infartos cerebrales durante el cumplimiento de su condena. Ya ha cumplido la pena y quiere volver con su familia”, añadió Rodríguez.
Noriega quiere ser devuelto a Panamá, pero su situación tampoco será fácil allá, adonde será juzgado por asesinato, extorsión y abusos de los derechos humanos.
Durante su juicio en EE.UU., los investigadores demostraron que los traficantes del Cartel de Cali transportaban el dinero generado de la droga en aviones privados desde EE.UU. hasta Panamá y a través de cargamentos ocultos en barcos desde Colombia hacia Panamá. La corte determinó que Noriega trabajó con Floyd Carlton-Cácerez, un miembro del Cartel de Cali para mover el dinero de la droga.
Mientras que en Francia, según el sumario de la investigación, entre 1983 y 1989 el ex dictador panameño transfirió US$3 millones de su cuenta en Panamá del Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI) a una cuenta en Londres. Luego, desde Londres transfirió diferentes cantidades a cuentas que tenía a nombre de sus familiares y varios diplomáticos en varios lugares de Europa como Suiza, Alemania y Luxemburgo. En Francia, los depósitos los realizó en los bancos Crédito Industrial y Comercial, Banco Nacional de Paris, Credit Lyonnais, Banco de Brasil y BCCI.
Según la investigación, además de utilizar el dinero ilícito para realizar transacciones financieras, Noriega también compró tres apartamentos de lujo en París. El primero a través de la compañía panameña Gaswitt Corporation en octubre de 1982 por casi US$400,000; otro en 1983 a nombre de su esposa Felicidad por US$500,000; y el tercero a nombre de la compañía panameña Capricornio Internacional S.A en diciembre de 1984, a través de la financiación de un préstamo de US$400,000.




