Por Brian Monroe
La Comisión de la Unión Europea envió los casos de cuatro países a una corte de la Unión Europea por no cumplir con el plazo fijado para diciembre pasado para implementar regulaciones antilavado de dinero más estrictas.
Bélgica, Irlanda, España y Suecia son los últimos de una docena de países que recibieron cartas de advertencia de la Comisión de la Unión Europea enviadas en julio pasado, requiriéndoles que incorporen a sus sistemas legales y conviertan en ley la Tercera Directiva de la Unión Europea Sobre Lavado de Dinero o enfrentarán acciones legales “expeditivas”, según el Comisionado de Mercados Internos de la Unión Europea, Charlie McCreevy.
El no cumplir con las disposiciones y modificar sus leyes antilavado de dinero de manera de ubicarlas al nivel del resto de la Unión Europea es serio, porque la Tercer Directiva incorporó medidas más severas contra los lavadores de dinero, los terroristas y la corrupción, explicó Udo Witte, presidente del Grupo de Trabajo de Antilavado de Dinero del Comité de la Industria Bancaria Europea (EBIC, por sus siglas en ingles).
El envío de los antecedentes de los países a la Corte de Justicia de la Unión Europea abre el camino para la posible aplicación de multas y sanciones, y es una situación similar a la existente para algunos miembros de la Unión Europea cuando sus casos fueron enviados ante el tribunal por el incumplimiento con la Segunda Directiva, que entró en vigencia en 2005.
En octubre de 2005, la Comisión de la Unión Europea reportó a Francia y Grecia a la Corte de Justicia por sus incumplimientos, pero ambas naciones evitaron las multas modificando sus leyes en menos de un año. “No está claro si se les otorgará a estos cuatro países un período de gracia tan extenso”, advirtió Witte, quien también es consultor de cumplimiento de World-Check, en Londres.
Con los ataques terroristas cometidos contra los Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea en los últimos años, la Corte de Justicia debería ser más expedita en la aplicación de multas por la falta de adopción de las nuevas medidas, indicó.
“Es mas difícil evaluar el riesgo de un banco o aceptar transacciones de un país si no se conoce el nivel de cumplimento de sus leyes antilavado de dinero”, precisó Witte. “No se puede confiar en que la diligencia debida sobre su cliente sea la misma que la propia”.
La Comisión de la Unión Europea adopto la Tercera Directiva en 2005 para elevar los estándares contra el financiamiento del terrorismo de los estados miembros a los niveles recomendados por el Grupo de Acción Financiera (GAFI), que recomienda que los países adopten 49 recomendaciones para protegerse contra los financistas del terrorismo y los lavadores de dinero.
Además, los bancos de la Unión Europea, que enfrentan una crisis crediticia similar a la que está ocurriendo con los bancos de los Estados Unidos, están buscando tener más seguridades de que las instituciones con las cuales están tratando tengan bases regulatorias y financieras sólidas, y no menos, dijo Witte.
Podrían existir múltiples razones por las cuales les ha llevado a estos estados miembros casi un año en cumplir con el plazo -incluida las disputas contra las disposiciones para abogados y contadores o para suavizar algunas leyes que tienen conflicto con las mismas-, pero posiblemente les requiera algunos meses mas poder realizar los cambios necesario, dijo un oficial de cumplimiento de un importante banco europeo, quien pidió no ser identificado.
“Dudo que se apliquen sanciones mañana”, indico ese oficial. “Pero estos países no han realizado los cambios necesarios y la Comisión de la Unión Europea tuvo que dar el ejemplo con ellos. No es gracioso, pero así funciona el proceso”.




