Por Brian Monroe
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Se espera que las instituciones financieras de Estados Unidos cada vez más dejen de tener cuentas corresponsales y de banca privada no estadounidenses a medida que implementen la Sección 312 de la Ley USA Patriot del 5 de julio, según los expertos.


La regulación, que obliga a aplicar rigurosos procedimientos de diligencia debida, está destinada a impedir que las organizaciones y los individuos, incluyendo aquellas personas expuestas políticamente, laven dinero a través de sus cuentas en EE.UU.


Los bancos estadounidenses, los corredores de valores, los comerciantes de futuros a comisión y los corredores presentadores de commodities, así también como los fondos mutuos, tuvieron hasta el 5 de julio para analizar y categorizar el riesgo de sus cuentas nuevas o enfrentar la aplicación de multas y sanciones por parte de los reguladores. Estos sectores tienen que hacer lo mismo con las cuentas existentes en octubre.


Se comenta que algunas instituciones están en forma generalizada cerrando cuentas de clientes con cualquier tipo de nexo político con cualquier otro país, aún en los casos en que esos clientes no califiquen como PEPs, y también aquellas cuentas de otros países que son considerados paraísos para el tráfico de drogas y la corrupción.


Cerrando cuentas


En julio pasado, un informe del Grupo de Acción Financiera (GAFI) que criticaba a los controles de lavado de dinero de EE.UU., confirmó que algunos bancos habían “selectivamente cerrado cuentas corresponsales extranjeras basándose solamente en que los costos de cumplimiento junto con los requisitos de monitoreo exceden el valor comercial de los negocios”.


Esa “cultura de la cautela dentro de la industria” también se extendió a los bancos más pequeños, cuando muchos de ellos “adoptaron una práctica general de no ofrecer este servicio”.
 
Consideremos, por ejemplo, lo que le sucedió a Javier Díaz, agregado del consulado español con sede en Miami, quien dijo que el Wachovia Bank cerró su cuenta hace seis meses, y que él considera que lo hizo porque está políticamente relacionado con España.


Díaz dijo que otros diplomáticos extranjeros que conoce recibieron el mismo trato, aún cuando no cuadraran dentro de la definición de PEP.  Él dijo que entendía que otras cuentas consulares fueran cerradas porque “no era conveniente” mantenerlas para los bancos de EE.UU.


Mala finalización de relaciones comerciales


Con los bancos estadounidenses revisando cuidadosamente a través de las cuentas corresponsales en respuesta a la Sección 312, podrían comenzar a “reducir paulatinamente, o incluso a dar por terminadas las relaciones con bancos extranjeros en aquellos casos en los cuales no puedan aproximarse al 100 por cien del nivel de certeza acerca de su cumplimiento”, dijo David Caruso, director administrativo de Dominion Advisory Group, con sede en Virginia.


Estos temas de preocupación están dificultando más a las compañías no estadounidenses el mantener sus cuentas corresponsales para compañías financieras no estadounidenses con bancos de los EE.UU., o a algún banco extranjero pequeño que esté tratando de lograr un renombre, el tener relaciones comerciales con algún banco importante de EE.UU., dijo.


Algunos bancos podrían incluso no gastar la energía requerida para realizar la diligencia debida para una cuenta nueva si encuentran que el banco es de un país, por ejemplo, Colombia, que está plagado de drogas, carteles y dinero sucio, dijo Octavio Betancourt, cofundador de la consultora Milersen Compliance Consulting, con sede en Miami. Agregó que Colombia tiene una de las mejores unidades de inteligencia financiera de América Latina y que algunos bancos tienen programas ALD que son “muy buenos, pero es como si nadie tuviera eso en cuenta”.


Alcance global


El dar por terminadas las relaciones con los bancos extranjeros no disminuye el riesgo y empuja los problemas de lavado de dinero y financiación del terrorismo hacia otros países, dijo Caruso.


“El terrorismo es global”, dijo.  “Aún cuando el movimiento de fondos para el mismo pueda no suceder más en una institución de los EE.UU. porque se han cortado las vías y se las han desviado hacia otro lado, la ejecución de ese plan puede aún ocurrir en los EE.UU.”.