La Brigada de la Delincuencia Económica de la policía española y la Policía Nacional de Rumania desmantelaron hoy una red internacional de falsificadores de tarjetas bancarias, que se dedicaban a la extracción ilegal de dinero en efectivo de los cajeros automáticos y a la compra de artículos de lujo.
Según informaron fuentes policiales españolas, la banda estaba integrada por 5 sujetos de la localidad española de Almeria, pero también tenía operaciones en Rumania e Italia. Unas 150 tarjetas falsificadas y otras 120 tarjetas “virtuales” para ser usadas en comercio “Online” fueron decomisadas, además de documentos de identidad falsos.
Los investigadores informaron que el grupo clonaba tarjetas de crédito y débito en varias ciudades turísticas italianas, donde instalaban equipos especiales –conocidos como “skimmers”- en los cajeros electrónicos para copiar las bandas magnéticas y los códigos de seguridad de los usuarios.
Posteriormente, los datos robados eran enviados a los integrantes de la red ubicados en Rumania, desde donde procedían a la venta de esa información a través de internet. Parte de la información era enviada a Almeria, donde se creaban tarjetas “clones” que servían para extraer el dinero de los cajeros automáticos y adquirir joyas, teléfonos celulares y otros artículos de lujo.
Los detenidos en España tenían documentos de identidad falsificados que le permitían realizar compras con las tarjetas clonadas, burlando así las medidas de seguridad de las instituciones financieras.
Según una encuesta realizada a finales de 2008 entre oficiales de cumplimiento antilavado de dinero (ALD) de América del Norte y Europa, realizada por la trasnacional especialista en riesgo y cumplimiento Fortent, el robo de identidad fue mencionado más frecuentemente por los encuestados (52%) como la mayor amenaza emergente de delitos financieros, seguido por los sistemas de pago del “mundo virtual” (44%).
La ampliación de las plataformas de pago, si bien son convenientes para los negocios, presenta nuevos riesgos tanto en el frente regulatorio como en el de la seguridad”, dice Ed Baum, jefe de mercadeo de Fortent.
Lavado en bienes raíces
Una vez más el sector de los bienes raíces se convirtió en el método seleccionado por la organización delictiva para lavar el capital procedente del fraude financiero. Las autoridades españolas informaron que los defraudadores enviaban el dinero a Rumania, donde era invertido en la compra de propiedades inmobiliarias.
Esta situación también coincide con los resultados de la encuesta de Fortent, ya que al identificar las amenazas geográficas específicas, Europa del Este (excluyendo a Rusia) es la región del mundo que se considera ha experimentado el mayor incremento de actividades sospechosas vinculadas con el lavado de dinero, según los encuestados.




