Por Matt Squire
Los negocios sudamericanos, conocidos como “doleiros”, ofrecen a sus clientes una forma ilegal de enviar dinero a Brasil, que les permite esquivar el estrictamente regulado sistema de cambio de divisas. Las compañías trabajan con remesadoras de dinero estadounidenses cómplices que entregan el dinero del cliente e instruyen a los “doleiros” para que realicen depósitos de corresponsalía en una cuenta bancaria brasilera.
Pero como los “hawalas” de Asia y el Medio Oriente, el dinero pagado a un “doleiro” en Nueva York, por ejemplo, es enviado a través de un sistema informal de cambio en el que participa una red de operadoras con dinero en efectivo disponible para realizar depósitos. Las operaciones son fondeadas en parte por un servicio secundario de transferencia al exterior de dinero brasilero, a menudo hacia cuentas offshore.
Los negocios de servicios monetarios (NMSs), preocupados porque los “doleiros” están contribuyendo a que la reputación de la industria sea de más alto riesgo de lavado de dinero, han estado cabildeando ante la Red de Control de Crímenes Financieros del Departamento del Tesoro (FinCEN, por sus siglas en inglés), para que creen guías de cómo trabajar con estos remesadoras ilegales, informó Fabio Fernández, oficial de cumplimiento antilavado de dinero de Pontual Money Transfer, de Manhattan Beach, estado de California.
Tenemos una oportunidad histórica de solucionar este problema de una vez por todas”, djio Fernández. “Necesitamos más control y creo que primero se necesita una guía”.
Mercado multimillonario
Como la economía brasilera ha crecido, por lo tanto también los “doleiros”, aunque las estadísticas sobre las compañías ilegales siguen siendo escasas. De los casi US$7.300 millones en remesas enviados a Brasil en 2006, de acuerdo con lo informado por el Banco Interamericano de Desarrollo, casi el 46% de las remesas ingresó al país ilegalmente, según la Asociación Nacional de Remesadoras de Dinero. El país es el segundo después de México en la cantidad y valor total de las remesas enviadas desde los Estados Unidos cada año.
La mayor parte de ese dinero ha sido enviada utilizando a los “doleiros”, de acuerdo con lo informado por David Landsman, director ejecutivo de la asociación, cuya sede se encuentra en Washington, D.C., que ha solicitado que el gobierno ejerza más supervisión para eliminar el uso de remesadotas ilegales.
Ese esfuerzo ha realizado progresos en California, donde los reguladores financieros estatales le han pedido a los examinadores de los NSMs que supervisen más de cerca de las remesadotas que realizan operaciones comerciales en Brasil, según indicó Robert Venchiarutti, subcomisionado de la División de Remesadoras de Dinero del Departamento de Instituciones Financieras de California.
“No hay regulaciones específicas, pero estamos poniendo énfasis en nuestras revisiones”, dijo Venchiarutti. “Cuando se trata de Brasil, vamos un poco más allá y tratamos de rastrear el dinero para tratar de conocer si está siendo enviado a través de canales debidamente autorizados o no”.
Además, el estado está solicitando que los NSMs que realizan operaciones comerciales con compañías brasileras firmen un acuerdo para cumplir con la legislación brasilera, una disposición cuyo objeto es reducir el uso de “doleiros”, dijo Venchiarutti.
Aumentan los “doleiros”
El aumento de la cantidad de “doleiros” ha llamado la atención de las autoridades de fiscalización legal en los Estados Unidos. En febrero de 2004, la Oficina del Fiscal de Manhattan, Robert Morgenthau, logró la condena de Beacon Hill Services Corp. por operar como un servicio de remesa de dinero no autorizado que había transferido ilegalmente miles de millones de dólares a través de cuentas en el JPMorgan Chase. La investigación llevó al descubrimiento de miles de millones de dólares de los “doleiros”, que los fiscales alegaron habían movilizado a través de cuentas en el Israel Discount Bank de Nueva York y el Bank of America.
El Israel Discount Bank y el Bank of America fueron multados en US$12 millones en 2005 y US$7,5 millones en 2006, respectivamente, por la oficina del Fiscal de Distrito, por no haber detectado las transacciones.
La mala prensa generada por el caso Beacon Hill generó las dificultades de la industria para convencer a los bancos más grandes para que realizaran operaciones con los NSMs., según indicó Fernández. El JPMorgan Chase cerró todas sus cuentas de NSMs después del juicio iniciado por Morgenthau, y varias instituciones grandes, incluido el Bank of America, AmSouth Bancorp, Citigroup Inc., Regions Financial Corp., PNC Financial Services Group Inc. y el SunTrust Banks Inc. hicieron lo mismo después del juicio.
Reguladores retrasados
Pero mientras los casos criminales han significado una mala prensa para la industria NSM, FinCEN se ha demorado en la implementación de una guía específica sobre los doleiros, según Landsman. “Lo menos que podemos hacer como gobierno es salir con una severa declaración diciendo que las instituciones financieras extranjeras que operan fuera de las sanciones oficiales deben ser evitadas”, dijo.
En la guía publicada en Diciembre de 2004, FinCEN dijo que los NSMs deben tener controles ALD basados en el riesgo para sus relaciones con agentes y contrapartes extranjeras. Pero esa guía es “muy vaga” y, en ciertos casos, ofrece un vacío legal para los acusados en los casos de lavado de dinero, explicó Fernández.
“He participado como testigo experto en un caso de lavado de dinero y he visto a las otras partes diciendo que la guía de FinCEN no dice claramente que es ilegal realizar transacciones con entidades no autorizadas en el exterior”, dijo Fernández.
FinCEN fue contactada por la industria de NSM respecto de sus preocupaciones por la guía publicada en 2004, según el vocero de la agencia, Steve Hudak. “El personal de FinCEN están trabajando actualmente con los participantes en esta cuestión para analizar el alcance del tema”, precisó Hudak.
Además de verificar que los NSMs que realizan operaciones con Brasil tienen relaciones comerciales con bancos brasileros autorizados, las instituciones financieras también deberían buscar otras señales de alerta que pudieran indicar que un “doleiro” está participando en la transacción, dijo Paul Dwyer, oficial ejecutivo jefe de la remesadotas de dinero Viamericas Corp, de Maryland.
Por ejemplo, las compañías de remesas que operan con un “doleiro” a menudo establecerán una relación con un banco legítimo para “aparentar transparencia”, dijo Dwyer. “Obtendrán entre 2% y 4% de su negocio con el pagador legítimo y el 95% con un doleiro. Hay que preguntarle específicamente a las remesadoras de dinero:¿Quienes son tus corresponsales en Brasil? Tú debes relacionar las trasferencias bancarias con las órdenes de envío.”
Los “doleiros” cobran sumas elevadas por hacer transferencias de fondos ilegales fuera de Brasil, por lo que ofrecen elevadas comisiones a sus agentes en Estados Unidos. El hecho de que las comisiones de pago entre las compañías de remesas y sus agentes brasileños sean más elevadas que con el resto de agentes en otros países, es un indicio de que pueden estar envueltos “doleiros” en las operaciones, advirtió Dwyer.




