Mientras las autoridades venezolanas evaluaban y definían procedimientos para intervenir en el mercado de intercambio de bonos -conocido como “permutas”-, los investigadores estadounidenses desmantelaban una poderosa red de criminales que utilizaban el sistema bancario de Miami para legitimar dinero procedente del narcotráfico.

La oficina de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) acusó a 16 personas el pasado mes de marzo, 14 de nacionalidad venezolana, involucradas en una red que legitimó más de US$2.5 millones en menos de 5 meses. El dinero era depositado en bancos de Miami y posteriormente era movilizado en el mercado paralelo de bolívares venezolanos.

El Fiscal Jeffrey H. Sloman señaló que “los traficantes de drogas necesitan lavar su dinero para continuar expandiendo sus operaciones de narcotráfico. Hoy vemos otro ejemplo de traficantes utilizando el Sur de Florida para legitimar millones procedentes de la venta de drogas. Seguiremos usando nuestros recursos, para privarlos de sus ganancias ilícitas”.

El voluminoso expediente de más de 48.000 páginas fue entregado a las partes en 11 DVDs y 4 CDs, incluye cientos de videos y de grabaciones realizadas por los investigadores.

La metodología y las alertas

Según está en el sumario que reposa en la corte federal de Miami, el dinero procedente de la venta de narcóticos en Puerto Rico era recogido por Hermán Solórzano y su hijo Alejandro Solórzano, quienes lo depositaban en cajas fuertes de las habitaciones de los hoteles donde se hospedaban. Luego “trasladaban secretamente el dinero, usualmente en cantidades de US$100.000, mediante vuelos comerciales hasta el Sur de Florida (…) Solórzano y Alejandro repartían el dinero para evitar que el monto total fuese detectado por los agentes de seguridad”, según indica el documento de la corte. “Específicamente, entre el 8 y el 21 de diciembre, dos de los acusados traficaron US$1,3 millones en efectivo desde Puerto Rico hasta el Sur de Florida”, señala el sumario del caso. La cantidad fue trasladada en porciones distribuidas en 9 vuelos comerciales.

Los agentes de la Oficina de Investigaciones Financieras del ICE afirman que una vez en Miami, el dinero “frecuentemente era depositado en varias cuentas bancarias, las cuales estaban a nombre de otras personas o negocios; si no el dinero era entregado en efectivo a varios individuos en el Sur de Florida”. Los depósitos en cuentas bancarias fueron confirmados mediante grabaciones de video y varias citaciones enviadas a las entidades bancarias, que confirmaron el monto y las fechas de los depósitos.

“Nosotros enviamos 5 reportes de operaciones sospechosas al FinCEN, porque las cantidades de efectivo depositadas no se correspondían con el perfil del titular de la cuenta”, indicó un oficial de cumplimiento bancario de una de las instituciones involucradas en la investigación, quien pidió no mencionar su nombre. “Además, las alertas surgieron porque los depósitos se tornaron muy seguidos…”, añadió la fuente consultada por Lavadodinero.com.

Luego de que el dinero estaba en el sistema bancario, los indiciados lo utilizaban para realizar operaciones en el mercado de cambio paralelo de bolívares venezolanos. El expediente incluye una grabación en la cual una de las detenidas, Alba Villalobos Vergel, negociaba con Hermán Solórzano US$ 51.000 procedentes de la venta de drogas. “Ellos estuvieron de acuerdo en una tasa cambiaria de 6,5 bolívares fuertes” por dólar americano, según declaró el investigador del ICE, Marcos Gómez.

Al entrar al llamado Mercado Negro de Cambio de Bolívares (“Black Market Bolívares Exchange” en inglés), los dólares de procedencia ilícita podían ser utilizados para venderlos a los venezolanos (empresarios y particulares) interesados en cambiar bolívares a dólares a una tasa referencial del llamado dólar “permuta”, usualmente más elevado que la tasa oficial de cambio impuesta por el gobierno venezolano que es de BsF.2,60 o Bsf.4,30 por dólar, dependiendo del uso que se le vaya a dar a la divisa.

“Al parecer parte del dinero también era enviado a Venezuela mediante operaciones de “permutas” -intercambio de bonos – procesadas por una empresa bursátil venezolana, que también tiene operaciones en Panamá”, señaló el oficial de cumplimiento del banco de Miami.

La normativa

A los acusados se les acusa de violar la Ley Federal Contra el Lavado de Dinero (Título 18, Sección 1956), en sus apartados (a) y (h) que señalan:

Sección 1956 – Lavado de instrumentos monetarios

(a) (1) Quien sea que, a sabiendas que la propiedad involucrada en una transacción financiera representa los ingresos de alguna forma de actividad criminal, ejecuta o intenta ejecutar tal transacción financiera que de hecho involucra los ingresos de una actividad criminal especificada

(A) (i) Con el intento de promover la ejecución de una actividad criminal especificada; o

(ii) Con intento de involucrarse en conducta que constituya violación de Sección
7201 o 7206 del Código de Ingresos Propios (Internal Revenue Code) de
1986.

Mientras que el apartado (h) de la Sección 1956 indica:

(h) Cualquier persona que conspire a cometer cualquiera de las ofensas definidas en esta sección o sección 1957 será sujeto a las mismas penas de aquellas establecidas para la ofensa, cuya comisión fue el objeto de la conspiración

Los acusados

14 de los 16 acusados son de origen venezolano: Hermán Rafael Solórzano Caguaripano y su hijo Hermán Alejandro Solórzano Rincón, Georges Toutounji, Fortunato Farache, Douglas Enrique Sánchez Soto, Édgar Hadad Azraca y Alba Villalobos Vergel. También Alfredo Ramón Soto Díaz, Miguel José Pérez Rivero, Luis Enrique Homez García, Henry Eduardo Bilbao Movilla, Rafael Polanco, Antoine Jean Melhem, Johan Alberto Rincón Medina, Nercido Sosa Medina de República Dominicana y Luis Rafael Díaz Plaza de Puerto Rico.

Todos los acusados enfrentan una pena máxima de 20 años de cárcel por lavado de dinero y la fiscalía está solicitando un reintegro de US$7.000.000.