Los países deberían facilitar las restricciones de privacidad que impiden el intercambio de datos transfronterizo sobre transacciones sospechosas, según expresó el Grupo Egmont, una instancia  intergubernamental de unidades de inteligencia financiera de 121 jurisdicciones del mundo.

Aproximadamente el 60 por ciento de los países no les permiten a sus instituciones financieras intercambiar información de los reportes de operaciones sospechosas (ROS) con sus agencias extranjeras, informó el organismo en un documento de 52 páginas publicado el pasado viernes 04 de febrero bajo el título Cuestiones y Enfoques: Compartir SAR en toda la empresa. “Las restricciones de protección y privacidad de la información obstaculiza los esfuerzos antilavado de dinero”, señala el documento.

En dichas jurisdicciones, “no siempre está claro si la legislación nacional se construyó a propósito de prohibir el intercambio, o si la prohibición es una consecuencia no intencional de la redacción de la legislación”, indica el informe, aunque no cita específicamente a los países que prohíben el intercambio internacional de información bancaria.

El intercambio de datos se ve obstaculizado debido a que la mayoría de las jurisdicciones no amplían las protecciones de privacidad de los ROS presentados en un país extranjero, que son compartidas con una sucursal doméstica de la institución”, señaló el Grupo Egmont.

La organización reconoció en el documento que las restricciones sirven para proteger los datos financieros de los abusos de los funcionarios públicos corruptos, pero señaló que las leyes “representan una amenaza significativa para el sistema mundial de información sobre el reporte de operaciones sospechosas”.

 Mientras que las unidades de inteligencia financiera “han recorrido un largo camino” en materia de cooperación, “la mayoría de implicados son todavía demasiado de protección de la información de que disponen, o demasiado lento en la distribución”, dijo Hellen Chirino-Roosberg, el ex jefe de la unidad de inteligencia financiera de las Antillas Nerlandesas y ex vicepresidente del Grupo Egmont.

Aunque el intercambio de información de los ROS debe ser obligatorio, especialmente si la transacción sospechosa está relacionada a financiamiento del terrorismo, es poco probable que las leyes de privacidad de información cambien, advirtió Chirino-Roosberg, quien actualmente se desempeña como consultora independiente en Washington D.C. (EE.UU.).

Las preocupaciones sobre la privacidad se deben superar para evitar que los blanqueadores de dinero y otros delincuentes se aprovechen de esas restricciones, dijo Muhammad Abdul Rahman, jefe de control y análisis de la unidad de inteligencia financiera de Nigeria. “Debido a las restricciones de privacidad, los investigadores a menudo no pueden acceder a los datos sobre transacciones sospechosas en el momento oportuno. Las barreras se han convertido en un problema muy real”, señaló el funcionario.

La Red de Control de Crímenes Financieros de Estados Unidos (Financial Crimes Enforcement Network – FinCEN) ha repetidamente intervenido tanto en el intercambio de información doméstico como en el internacional de los ROS, conocidos como “SARs” (Suspicious Activity Reports) en Estados Unidos.

El pasado 3 de enero de 2011 entró en vigencia una regulación que autoriza el intercambio de información de los ROS entre las agencias filiales de una misma institución financiera dentro de Estados Unidos, pero los bancos han criticado que la regulación debe avanzar para permitir el intercambio de información entre las afiliadas internacionales, informó FinCEN el pasado viernes.

Bajo las nuevas regulaciones, las instituciones financieras estadounidenses pueden ahora entregar información en investigaciones de ROS solamente al personal necesario, manteniendo las revisiones de los ROS en un área restringida y registrando cuando el personal de la institución accede a la información de los reportes.

 

Documento relacionado:

Cuestiones y Enfoques: Compartir SAR en toda la empresa (Disponible sólo en inglés)