Por Carla Valero
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España está inundada con billetes de 500 euros (US$633). A pesar de que casi ningún español ha tenido la posibilidad de ver uno en su mano, el Boletín Estadístico del Banco de España revela que en mayo del 2006 el país tenía una cuarta parte de la circulación en la Unión Europea de estos billetes, unos 78 millones.

Tal es el secretismo que despierta el billete que se le conoce en el argot policial como el “Bin Laden”, ya que nadie lo ve a pesar de lo mucho que se oye hablar de él.
Sin embargo, la notable presencia que ese billete tiene en España es un hecho que tiene muy preocupadas a las autoridades financieras y de seguridad del país. El hecho es indicativo de la presencia de una potente economía sumergida y un refugio para el narcotráfico.

La llegada del euro, una buena noticia para los corruptos

Durante los primeros años en vigor del euro, España comenzó a destacarse como el principal usuario de este billete. A pesar de las primeras cifras alarmantes, el Banco de España argumentó durante mucho tiempo que se limitaba a satisfacer las demandas de las entidades bancarias.

Un portavoz de una entidad bancaria que no quiso identificarse, dijo que los problemas empezaron con la entrada del euro en el país, pocos meses después de su primera emisión en enero de 2002, un hecho que no tuvieron en cuenta las administraciones. “La emisión del billete de 500 euros, con un valor tan elevado que superaba con creces al de 100 dólares, ya suscitó en su día las quejas de los expertos en lucha contra el lavado de dinero”.

“El mayor lavado de dinero se produjo cuando la gente empezó a cambiar las pesetas que tenía por euros. La administración estaba tan enfocada en realizar un rápido y ágil proceso de cambio como pedía la UE, que no se estableció ningún tipo de control ni requerimiento sobre las operaciones”, dijo el portavoz de la entidad bancaria.

El primero de enero del 2002, el Banco Central de España puso en circulación casi 15.000 millones de billetes. Cinco años después, en el conjunto de la zona euro, los billetes de 500 han pasado de 371 millones en el 2001 a 384 millones en el 2006, lo que significa solamente un aumento del 4 por ciento.

Según Anton Gasol, director del departamento de riesgo y control de La Caixa, “estas cifras contrastan mucho con la evolución de dicho billete en España” y se pregunta: “¿tiene algún sentido que España, con un peso económico del orden del 10 por ciento en el conjunto de la zona euro, disponga de la cuarta parte de todos los billetes de 500 euros? No tiene ningún sentido y por tanto, pone de relieve que más de una cosa debe estar fallando en el conjunto de la administración pública”.

Gasol también se pregunta dónde están los billetes y puede haber encontrado una explicación al caso. “Es algo constatado que los comercios no aceptan el billete de 500 euros, y que por lo tanto, no es de uso cotidiano por gente corriente. Por lo tanto su existencia sólo puede ser producto de operaciones ilícitas, fiscalmente criminales o delictivas”.

Billetes se relacionan a la corrupción y lavado en bienes raíces

Según fuentes consultadas de importantes entidades bancarias españolas, las sociedades inmobiliarias son los mayores usuarios de este billete, pero también se incluye a otro tipo de negocios, como grandes almacenes, gasolineras y actividades relacionadas con la hostelería.

La constancia del incremento de la emisión de este tipo de billetes llevó al Ministerio de Hacienda a reclamar un informe al Banco de España. Desde septiembre de 2005 a septiembre de 2006, la cifra de billetes de 500 euros en circulación aumentó en más de 5.000 millones de euros.

Según los datos aportados en dicho informe, casi el 80 por ciento de los billetes emitidos con este valor se han puesto en circulación entre Madrid, la Costa del Sol y Levante, lo cual significa que en estas tres zonas geográficas del país se ha movido casi el 20 por ciento del total de billetes de 500 euros puestos en circulación en toda Europa.

Para Gasol, quien confirma los datos del informe, “las cifras son indicativas de lugares donde la corrupción llega a su nivel más alto. Especialmente, la Costa del Sol está relacionada con los escándalos de constructoras y los concejales de urbanismo de varias localidades, hay corrupción municipal”. Y agregó que “estas cifras ponen de manifiesto que la economía sumergida se encuentra en plena expansión en España, una economía que al parecer representa más del 20 por ciento de la producción”.

El Banco de España, a través del Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales y Delitos Monetarios (Sepblac), envió una circular a todas las entidades bancarias con fecha 13 de marzo de 2006. En dicha circular se recordaba que “las operaciones de ingreso en efectivo están consideradas, dentro de la normativa española sobre prevención de blanqueo de capitales, como operaciones de riesgo”.

A este respecto, señalaba la circular que “las entidades de crédito deben reforzar las medidas necesarias para el control de estas operaciones”. Y el Sepblac pedía que se prestara especial atención al “análisis de este tipo de operaciones, incluyendo como factor de riesgo los billetes utilizados”, en clara referencia al billete de 500 euros.

El Sepblac pedía a los bancos que atendieran “al conocimiento de las características y evolución de la utilización de billetes por parte de su clientela, tanto en su conjunto como por área geográfica o tipo de negocio”. Finalmente, exigía que hubiera una copia de los documentos de identidad de los clientes.

Europa se defiende de las acusaciones

Según una nota de prensa de SEPBLAC del pasado 27 de octubre, el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, rechazó las acusaciones que afirman que la emisión de billetes de 500 euros favorece el lavado de dinero.

En un debate reciente en el Parlamento Europeo, el legislador independiente británico, Ashley Mote, dijo que los billetes de 500 euros, emitidos en cifras cada vez mayores por el Banco Central Europeo con sede en Frankfort, sólo son utilizados por gente implicada en delitos.

“En algunos países el billete es utilizado, en otros no. Pero hemos decidido no eliminar esta posibilidad para aquellos países y economías que están acostumbradas a ellos,” dijo Trichet.

La policía escandalizada

La preocupación de las autoridades es tal que incluso se ha hecho extensiva a la Sección de Blanqueo de Capitales de la Policía Judicial quien calificó de escandalosa la cifra de billetes de 500 euros que circulan en el país y apuntaban a que España puede estar convirtiéndose en un centro de blanqueo para toda Europa.

Según informes policiales, en los últimos dos años ha proliferado en España una modalidad de blanqueo de capitales que consiste en ingresar muchos billetes de pequeño valor en múltiples cuentas para generar cantidades que luego se retiran de golpe en billetes de alto valor. Esto facilita su almacenamiento y transporte a lugares ocultos e incluso se puede sacar del país de forma tan sencilla como subirse a un avión privado con un maletín bien cargado.

Para poner remedio a la situación, hace dos años el gobierno durante el trámite parlamentario de la ley de prevención contra el fraude discutió una propuesta, que fue formulada por el sindicato de técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha), quienes pedían que se creara un censo de todas aquellas personas físicas o jurídicas que reciban o entreguen billetes de 500 euros. Sin embargo, dicha propuesta no fue finalmente aprobada.

Según Gestha, en febrero de 2005, cuando se puso en marcha el Plan de Prevención del Fraude Fiscal, se habían emitido en España 72 millones de billetes; casi dos años después hay 34 millones de billetes más (17.224 millones de euros más).

Para este organismo, la falta de medidas de control más estrictas hace posible que España sea uno de los países donde hay más riesgo de cometerse delitos que tienen que ver con el lavado de dinero y el narcotráfico.

Y es que según un artículo publicado por Gasol, España es el país más atractivo de Europa para el blanqueo de capitales: es un territorio natural de entrada de drogas, existencia de bandas organizadas, economía sumergida, fraude fiscal generalizado, un régimen penal inefectivo, y terrorismo.

Además, la investigación del blanqueo de dinero es una actividad relativamente joven en España, caracterizada por la dispersión de unidades y la ausencia de una coordinación efectiva entre las fuerzas de seguridad y la Agencia Tributaria, o lo que es lo mismo, entre Interior y Hacienda, salvo en todo lo que afecta a los casos de narcotráfico.