La acusación hecha por EE.UU. a un supuesto capo de la mafia cubano-estadounidense del estado de Florida -quien esquivó el arresto con la misma agilidad que sus contrapartes siciliano-estadounidenses entre la década del 30 al 70-, parece demostrar la complejidad de las herramientas que los principales delincuentes internacionales utilizan para lavar los cientos de millones de dólares que obtienen de sus negocios ilegales.

Los crímenes y dinero del “Padrino” cubano-estadounidense son una leyenda popular. Sin embargo, el mito urbano se convirtió en un asunto público cuando el supuesto capo José Miguel Battle y otros 24 integrantes de la mafia fueron arrestados en Miami y acusados de cargos de lavado de dinero, extorsión y tráfico de drogas. Los documentos legales indican que la organización criminal generó alrededor de US$1.000 millones en cuatro décadas de actividades ilícitas.

“La Corporación”

El grupo mafioso cubano, conocido como “La Corporación”, durante años fue liderado supuestamente por Battle y por su hijo, José Miguel Battle (h), quien tomó las riendas de la corporación y sobre quien también pesa la acusación.

Battle padre dejó Cuba cuando Fidel Castro tomó el poder. Reclutado por la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU., fue un líder de la fallida invasión a Bahía de los Cochinos, que buscaba derrocar a Castro. Eso terminó con Battle en una prisión cubana durante aproximadamente dos años.

De regreso en EE.UU., Battle se mudó a Nueva Jersey, donde EE.UU. alega que desarrolló una organización mafiosa de unos 2.500 integrantes que dio origen a las operaciones redituables que se desarrollaba en tres estados, Nueva York, Nueva Jersey y Florida.

Lavado en tierras incas

A comienzos de la década del 90, Battle viajó a Perú y se casó con Evelyn Runciman, ciudadana peruana, y así pudo operar el Hotel y Casino Crillón, en Lima, Perú. La acusación alega que el propósito de su matrimonio fue poder lavar dinero, con ayuda de su esposa, sobre quien también recae la acusación. Ella, su marido y otros 23 individuos están acusados en Miami por los delitos de lavado de dinero y conspiración para lavar dinero, entre otros.

EE.UU. espera poder decomisar más de US$1.500 millones en activos y han confiscado numerosas propiedades y cuentas bancarias en Florida.Un banco favorecido por los Battle y sus colegas es el Ocean Bank, de Miami, donde 29 de sus 75 cuentas han sido congeladas. Algunos informes indican que cientos de otras cuentas podrían ser confiscadas en un corto plazo.

Mientras que algunas de las cuentas eran mantenidas por la familia Battle, incluyendo una cuenta hipotecaria, la mayoría eran cuentas comerciales pertenecían a personas no identificadas. Diecinueve cuentas figuraban en el Banco Union Planters de Florida, a nombre de varias compañías que también tenían cuentas en otros bancos. Hasta la fecha no se han presentados cargos civiles, penales o regulatorios contra los bancos.

Las cuentas bancarias comerciales que la banda de Battle mantenía eran aparentemente para y en nombre de compañías dedicadas a negocios de inversiones, modas, repuestos de automotores y camiones, siderúrgicas, artículos de oficina y textiles.

Las propiedades inmuebles juegan un papel muy importante en la acusación. Un total de 51 propiedades, incluyendo casas y departamentos en condominios muy costosos sobre la playa, han sido confiscadas. La acusación presentada por la fiscalía también alega que las compañías de Battle lavaron grandes sumas de dinero a través del Crillón.

El escrito de la acusación contiene, sin muchos detalles, acusaciones de que en 1998 la Corporacióncomenzó a usar una cantidad de compañías “pantalla”, negocios y otros activos para lavar dinero. La Fiscalía de EE.UU. no hizo comentarios sobre la identidad de estas compañías.

La investigación

Esta investigación, denominada “Operación Corporación Pirata”, comenzó en 1998 y fue encabezada por la Agencia de Rentas (IRS por sus siglas en inglés) con la colaboración del Departamento de Estado de EE.UU., el FBI, la DEA, la Oficina de Cumplimiento de Inmigración y Aduanas, la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, y varias agencias estatales y locales.

Las pruebas sobre la banda de Battle ya han llevado a 120 condenas con cargos de fraude organizado a nivel estatal y otras 24 violaciones federales por lavado de dinero, uso de pasaportes y armas de fuego.

La Guardia Costera de EE.UU. arrestó a Battle (h) mientras se encontraba de vacaciones en un crucero en el Caribe.Los funcionarios temían que hubiera podido escapar cuando el buque atracó en un puerto en Costa Rica, lo que podría haberle permitido escapar de la extradición a EE.UU.

Burlándose del sistema legal

Battle fue condenado en 1977 y sentenciado a 30 años por su participación en la muerte de un miembro de la mafia, pero su condena fue revertida en la apelación. Se declaró culpable de conspiración de homicidio y fue liberado después de pasar dos años en prisión.

Jack Blumenfeld, el abogado de Miami que ha representado a Battle durante 27 años en numerosos juicios, incluyendo uno por homicidio, ha visto a su cliente escapar de varios laberintos legales.

“Tengo 51 años, y a la mitad de [los acusados en el caso] debo llamarlos Señor”, dijo, haciendo notar la mala salud de su cliente, quien se desplaza en una silla de ruedas. “Hace poco le comentaba a alguien que deberían realizar este juicio en el History Channel”.

Blumenfeld declaró que un extenso proceso de presentación de pruebas podría demorar el juicio unos dos años.