Las tarjetas prepagadas son tarjetas con información codificada en una banda magnética o en un chip de computadora que son precargadas con una suma fija de dinero electrónico o en efectivo. Estas tarjetas basadas en el dinero en efectivo pueden ser rescatadas o transferidas a individuos o comerciantes de una manera similar al gasto de dinero físico o mediante la utilización de tarjetas vinculadas a cuentas (p.e., tarjetas de débito, crédito y compra).
Para las compras que se realizan utilizando tarjetas prepagadas el procedimiento es el siguiente:
1. El titular de la tarjeta presenta la tarjeta al comerciante en el mostrador.
2. La tarjeta es luego insertada en el lector de tarjeta o en el dispositivo del punto de venta emitido por los gerentes del programa del programa de tarjetas prepagadas – la registradora de dinero efectivo digital del comerciante.
Para las tarjetas con fondos acumulados en las tarjetas (p.ej., tarjetas con chips de computadora adheridos o incrustados)
3. La validación es realizada basándose en la información contenida en la tarjeta. Si la tarjeta es válida y tiene fondos suficientes, el monto correspondiente es deducido y la transacción es aprobada. De lo contrario, se requieren otros medios de pago para completar la adquisición. Para las tarjetas con fondos acumulados en sistemas centralizados de computadoras (p.ej. tarjetas con bandas magnéticas).
4. Los sistemas centralizados de computadoras deben ser contactados en el punto de compra para obtener autorización cuando se realizan los pagos.
Los usos actuales de tarjetas prepagadas incluyen el pago de pensiones utilizando tarjetas recargables; también los pagos de las cuotas alimenticias a menores realizadas a los progenitores que tienen la custodia del menor se realizan utilizando tarjetas recargables; los pagos de aranceles o tasas gubernamentales incluyen el pago de peajes utilizando tarjetas recargables; los reembolsos de impuestos se realizan utilizando tarjetas no-recargables.
Tradicionalmente, los sistemas de pago como los de las tarjetas vinculadas a cuentas (incluidas las tarjetas de crédito y débito) están organizados alrededor de la industria bancaria y financiera. Los anticipos en ICT permiten las conciliaciones y compensaciones de distintas entidades, incluidas las entidades no bancarias y financieras en el caso de los sistemas de tarjetas prepagadas. Los fondos acumulados en las tarjetas prepagadas, por ejemplo, pueden ser transferidos entre los titulares de tarjetas y los comerciantes utilizando sistemas electrónicos y redes compatibles, en los que pueden no participar bancos (especialmente en el caso de sistemas de tarjetas cerrados y semi-cerrados descritos en el Cuadro 1).
Los participantes en un programa típico de tarjetas prepagadas incluyen :
-Gerentes del programa: son los dueños de programas de tarjetas prepagadas que establecen relaciones con entidades de procesamiento de pago (p.e., bancos y redes de pagos) y distribuidores, y crean cuentas comunes o agrupadas en los bancos).
-Entidades de procesamiento de pagos: son responsables de las transacciones de pago de los programas de tarjetas prepagadas, y rastrean y distribuyen los fondos en las cuentas comunes o agrupadas. Los gerentes de programa pueden elegir actuar como sus propios procesadores de pago. Aunque los bancos también pueden funcionar como gerentes de programas o distribuidores, los bancos son responsables del mantenimiento de las cuentas combinadas o agrupadas, de la conciliación de pagos y del uso de tarjetas prepagadas con marcas (también conocidas como tarjetas de sistema abierto).
-La red de pago: es el vínculo entre las entidades de procesamiento de pago y el minorista y el cajero automático para obtener la autorización de las transacciones de pago.
-El distribuidor (p.e., el banco y la institución financiera): es el responsable de vender las tarjetas prepagadas.
El mercado de las tarjetas prepagadas se ha incrementado considerablemente a través de los años tanto en disponibilidad como en tamaño. En Hong Kong, por ejemplo, casi el 70% de los 7 millones de residentes, utilizó una tarjeta Octopus para realizar más de 6 millones de transacciones diarias por valor de miles de millones de dólares . La cantidad de titulares de tarjetas Octopus ha estado en constante crecimiento desde 2001. Otro estudio reciente realizado por el Grupo Asesor Mercator estimó que US$171.180 millones fueron cargados en Soluciones Prepagadas de Circuito Cerrado en 2006, un incremento del 13,9% en comparación con los US$160.290 millones’ que se cargaron en 2005.
Las tarjetas prepagadas pueden ser ampliamente clasificadas en sistemas abiertos (o sistemas de circuitos cerrados, sistemas semiabiertos, sistemas cerrados (o sistemas de circuitos cerrados) y sistemas semicerrados. El valor monetario puede ser almacenado en un sistema / servidor central de computadoras o en las tarjetas.
Las tarjetas de sistema abierto, generalmente emitidas por instituciones bancarias y financieras u otras organizaciones reguladas, permiten que se recarguen y conserven sumas elevadas en las tarjetas. Las tarjetas de sistema abierto, diseñadas para facilitar los pagos de remesas transfronterizas, también son ofrecidas por los bancos offshore. Esos sistemas a menudo autorizan la emisión de varias tarjetas por cuenta para que los amigos y familiares en los países receptores puedan utilizar las tarjetas para acceder al dinero en efectivo y realizar compras, sin entregar información adicional y sin confirmación de la información existente. La divisa electrónica o las sumas monetarias generalmente son almacenadas en sistemas de computación centralizados debido a su gran capacidad de carga.
La Visa cash passport card del Travelex Group Visa en Australia, por ejemplo, tiene un valor de saldo máximo de la tarjeta (en cualquier momento) de A$10.000, un monto máximo que puede ser cargado en la tarjeta durante cualquier período de 12 meses de A$45.000, con un límite máximo de extracción por cajero automático cada 24 horas de A$6.000, y en donde se permiten hasta dos tarjetas por fondo Pasaporte Efectivo (Cash Passport). Si la tarjeta es perdida o extraviada, el titular de la tarjeta puede hacer los arreglos para que el saldo remanente en las tarjetas sea enviado a la localidad disponible más próxima, sin cargo. Las tarjetas NETS CashCard, un sistema de tarjetas semiabierto en Singapur, pueden ser utilizadas para pagar cualquier suma hasta un límite de S$500, incluyendo el pago de multas o la compra de alimentos u otros artículos de poco valor.
Los sistemas cerrados y semicerrados, por otro lado, generalmente son utilizados para los micropagos debido a su capacidad limitada de almacenamiento. Estas tarjetas pueden operar en forma independiente de los bancos y fuera del sistema tradicional de pago y generalmente pueden ser adquiridas sin necesidad de entregar alguna identificación o de antecedentes previos de cuentas. Cuando el valor monetario acumulado en las tarjetas es consumido, las tarjetas son eliminadas, debido a que las tarjetas en general no son recargables.
De la misma forma en que los negocios legítimos observan a las fuerzas del mercado y las nuevas oportunidades para las tarjetas prepagadas, los delincuentes también exploran nuevas áreas que pueden ser explotadas para maximizar sus ganancias y evadir el escrutinio de las agencias de control legal y de los reguladores. La disponibilidad cada vez más difundida de las tarjetas prepagadas (especialmente en entidades no financieras); los elevados límites de carga y de saldos de las tarjetas de sistemas abiertos, y el anonimato ofrecido por las tarjetas de sistemas cerrados y semicerrados podrían ser abusados por delincuentes organizados y grupos terroristas para realizar transacciones financieras ilícitas, lavado de dinero y contrabando de dinero en efectivo, especialmente a medida que aumentan los límites de los montos. Un estudio reciente sobre sistemas de transferencias electrónicas de fondos transfronterizas muestra temas similares de interés .
Las tarjetas y el lavado de dinero
Para ocultar los orígenes de los fondos ilícitos, los criminales pueden realizar una serie de transacciones comerciales como la transferencia electrónica de divisas a través de una serie de compañías offshore y la compra de productos para su reventa, antes de integrar los fondos “limpios” en el sistema financiero legítimo. El proceso de lavado de dinero está compuesto de tres etapas:
1. Colocación: en la cual los fondos o bienes ilegales son introducidos en el sistema financiero o convertidos en instrumentos monetarios (p.e., tarjetas prepagadas)
2. Estratificación: en la cual los orígenes ilegales de los fondos colocados son disimulados
3. Integración: en la cual los fondos ocultados están disponibles para ser invertidos en negocios legítimos o ilegítimos.
Colocación
En general, es relativamente fácil comprar tarjetas prepagadas, dado que los clientes generalmente no necesitan cuentas bancarias para adquirirlas. Las solicitudes de tarjetas prepagadas pueden ser aceptadas en línea, vía fax o a través de entidades no financieras (p.ej., entidades locales para cobro de cheques y pequeños almacenes), que pueden no requerir ninguna verificación personal de la identidad del titular de la tarjeta. Los distribuidores no financieros pequeños y medianos posiblemente tampoco apliquen un programa adecuado, antilavado de dinero/contra el financiamiento del terrorismo (ALD/CFT) basado en el riesgo, y pueden no realizar diligencia debida y tener personal capacitado en las áreas de detección del lavado de dinero.
En los casos en que se requiere la verificación personal de la identidad del titular de la tarjeta, puede ser difícil de verificar la identidad, especialmente en entidades de distribución no financieras (p.ej., verificación de un pasaporte extranjero en un almacén pequeño). Un criminal puede, por lo tanto, adquirir fácilmente grandes cantidades de tarjetas de valor acumulado (tal vez de distintos emisores) utilizando dinero en efectivo generado en fondos ilegales, o dividir grandes cantidades de dinero en efectivo en sumas más pequeñas a ser cargadas en distintas tarjetas. Así pueden ser llevadas al exterior sin ser detectadas. Aún en el caso de que las tarjetas estén ubicadas en los puertos de ingreso, los funcionarios de aduanas no pueden determinar qué valor tiene cargado cada una de las tarjetas.
Algunos individuos también pueden ser reclutados por grupos del crimen organizado para adquirir tarjetas prepagadas utilizando tarjetas de crédito robadas. Estos individuos (‘mulas de tarjetas’) pueden ser reclutados a través de mensajes de correo electrónico, sitios web o anuncios en diarios que aparezcan como negocios legítimos que buscan personal nuevo.
En marzo de 2007, el Departamento de Policía de Gainesville, estado de Florida, arrestó aun grupo de seis personas por el supuesto uso de tarjetas de crédito robadas para adquirir grandes cantidades de tarjetas de obsequio de las tiendas Wal-Mart y Sam’s Club.
Estos son algunas de las señales de alerta que se pueden presentar durante la etapa de colocación:
-Un cliente que plantea excesivas dificultades o que es demasiado reservado o hermético puede ser motivo de preocupación.
-Un cliente que realiza preguntas o hace comentarios que generan sospechas (p.e., preguntas tales como “¿Estas compras serán reportadas a las autoridades?”).
-Pagos de elevadas sumas de dinero hechas en efectivo (especialmente si el dinero en efectivo está envuelto con fajas de dinero).
-Un cliente que adquiere una cantidad importante de tarjetas prepagadas, especialmente tarjetas recargables de sistemas abiertos o semiabiertos, en un esfuerzo evidente por evitar ser identificado o reportado – estructuración.
-Un cliente que adquiere una cantidad importante de tarjetas de valor acumulado de montos elevados, que no parece ser consistente con sus actividades comerciales habituales.
-Para las adquisiciones de tarjetas de sistemas abiertos realizadas en bancos, el cliente realiza una gran cantidad de transacciones de tarjetas prepagadas utilizando los servicios del banco o sistemas de pagos en línea externos, lo que es inconsistente con las actividades comerciales declaradas.
Estratificación u Ocultamiento
Dependiendo de las clases de tarjetas adquiridas durante la etapa de colocación, el valor puede ser canjeado por mercaderías o enviado al exterior.
-Tarjetas cerradas o semicerradas: pueden ser canjeadas por mercadería, como computadoras, dispositivos de juegos y pantallas de televisión grandes. Las tarjetas prepagadas también pueden ser adquiridas con dinero en efectivo, transferidas de una persona a otra y revendidas (dado que no se requieren los nombres de los beneficiarios). A menudo, una compañía independiente de un banco procesa todas las transacciones de tarjetas a través de una cuenta bancaria común mantenida a nombre de la compañía que administra el programa de tarjetas. El uso de las cuentas comunes también dificulta el monitoreo de cualquier actividad de un titular de tarjeta específico.
-Tarjetas abiertas o semiabiertas: debido a la aceptación a nivel mundial de esas tarjetas (la mayoría de las tarjetas de sistemas abiertos tienen acceso a las redes Plus y Cirrus/Maestro), las mulas de tarjetas (reclutadas por grupos del crimen organizado para repatriar fondos ilegales) pueden recibir instrucciones por correo electrónico para que envíen por correo a las tarjetas de valor acumulado adquiridas a países con débiles legislación antilavado de dinero. Allí, los fondos pueden ser extraídos de los cajeros automáticos locales (incluidos los cajeros automáticos con etiquetas blancas — máquinas que ofrecen solamente servicios de entrega de dinero en efectivo). Como señalara FINTRAC en su reporte anual de 2007, los cajeros automáticos con que tienen etiquetas blanca pueden ser “autocargados” con fondos ilícitos, aumentando la posibilidad de que se cometa lavado de dinero. La participación del crimen organizado fue una característica clave de la información divulgada este año acerca de casos en los que estaban involucrados cajeros automáticos con etiquetas blancas.
Las tarjetas prepagadas también pueden ser transportadas fácilmente a través de los controles fronterizos por su tamaño, a menudo son llevadas en billeteras, lo cual puede no estar sujeto a escrutinio. Las tarjetas pueden ser recargadas posteriormente con fondos adicionales, lo que permite a los titulares de las tarjetas tener acceso inmediato a los fondos.
Algunas señales de alerta durante la etapa de ocultamiento pueden ser:
– Cuando un cliente realiza pagos utilizando varios métodos de pago o grandes cantidades de tarjetas prepagadas.
El patrón de compra de un cliente no tiene un sentido o finalidad económica (p.ej. un individuo paga varias laptops utilizando varias tarjetas).
-La mercadería es enviada, especialmente productos de valor elevado y bajo volumen como productos electrónicos a ser vendidos a consumidores, lo que es inconsistente con las actividades comerciales declaradas del exportador, o la mercadería es enviada a una jurisdicción designada como de alto riesgo de lavado de dinero.
-Las tarjetas prepagadas son enviadas por correo o encontradas en viajeros —especialmente las tarjetas de sistemas abiertos o semiabiertos (especialmente en valores de denominación alta)— lo que es inconsistente con las actividades comerciales declaradas (similar al contrabando de dinero en efectivo).
Integración
Las tarjetas prepagadas, incluidas las tarjetas de sistemas cerrados y semicerrados pueden ser utilizadas como medios de pago a delincuentes. Por ejemplo, los precursores químicos utilizados en la producción de drogas ilícitas podrían ser pagados utilizando tarjetas prepagadas, o inversiones en bienes raíces o pólizas de seguros de vida podrían ser pagadas con tarjetas de sistemas abiertos. Las tarjetas prepagadas también pueden ser utilizadas como medios de pago por servicios prestados. En un caso, por ejemplo, un ex empleado de un registro de la Oficina de Automóviles de Ohio fue enjuiciado en relación con la venta fraudulenta de licencia de conducir de Ohio en 2005. Se informó que había recibido su pago con tarjetas telefónicas de US$10 .
Algunas señales de alerta durante la eapa de integración son:
-Los estándares de vida de los empleados (o funcionarios públicos) exceden sus ingresos legítimos conocidos, o controlan o poseen recursos o propiedades que parecen desproporcionadas con sus fuentes de ingresos conocidas pasadas o actuales, y no pueden o no desean dar explicaciones acerca de la inconsistencia de la situación.
-Las transacciones son incompatibles con la actividad normal del cliente o están más allá de los medios financieros aparentes (p.e., el pago de la suma total por una propiedad inmueble o de un seguro de vida en efectivo).
Mulas de tarjetas / dinero
Países como Australia, el Reino Unido y los Estados Unidos son destinos populares para los estudiantes internacionales que buscan obtener un nivel de educación superior. En Australia, la industria internacional de la educación es la cuarta industria de exportación de Australia, habiendo contribuido con A$11.300 millones a la economía australiana en 2006/07. La Oficina de Estadísticas de Australia informó que en 2005, hubo al menos 247.900 visitantes que llegaron de países de la región asiática con fines educativos.
Los grupos del crimen organizado posiblemente apunten a estudiantes internacionales y los recluten como multas de tarjetas para repatriar fondos delictivos, como se demostró en un caso reportado en el reporte de tipologías anual sobre lavado de dinero del Grupo Asia/Pacífico de 2005 – 2006t (aunque este caso involucró la compra de cheques de cajero en lugar de tarjetas prepagadas).
Otro ejemplo reciente de estudiantes internacionales involucrados en movimientos transfronterizos de dinero en efectivo fue el arresto de un estudiante chino de 23 años. En agosto de 2007, el estudiante fue acusado por no reportar el ingreso en Australia de más de A$10.000 en dinero australiano de acuerdo con la Sección 53 de la Ley Antilavado de Dinero y Contra el Financiamiento del Terrorismo de 2006 (Cth) .
Los estudiantes internacionales deberían ser informados acerca de las consecuencias de sus actividades como “mulas de tarjetas”, dado que pueden ser enjuiciados por lavado de dinero. Los posibles signos de la existencia de operaciones llevadas a cabo por mulas de tarjetas incluyen el ser informados por el individuo o agencia que realiza el reclutamiento que las comisiones u otras formas de pago no monetarias serán pagadas después de que ayuden a adquirir o canjear grandes cantidades de tarjetas prepagadas.
La necesidad de las obligaciones de reporte
Algunos países no tienen obligaciones de reporte con relación al envío por correo o al embarque de tarjetas prepagadas al exterior, aunque imponen obligaciones de reporte para los movimientos transfronterizos de dinero en efectivo y de instrumentos negociables al portador. Algunos ejemplos incluyen:
• Australia: cualquiera que viaje hacia o desde Australia o envíe por correo/embarque dinero en efectivo puede tener obligaciones de reportar de acuerdo con el párrafo 4 de la Ley ALD /CTF con relación a los movimientos transfronterizos de dinero en efectivo (transporte, envío por correo o embarque) y los movimientos transfronterizos de instrumentos negociables al portador (transporte).
• Singapur: en la segunda ronda del parlamento de Singapur en Septiembre de 2007, se aprobó la cláusula 11 del Proyecto (de Modificación) de (Confiscación de Beneficios) de Corrupción, Tráfico de Drogas y Otros Delitos Serios que puso en vigencia medidas para el reporte de movimientos transfronterizos de dinero en efectivo y de instrumentos negociables al portador con el propósito de detectar, investigar y enjuiciar delitos de tráfico de drogas y otros delitos serios.
Los fondos ilícitos obtenidos podrían, por lo tanto, ser contrabandeados fuera de países tales como Australia y Singapur sin que lo supieran los reguladores. Las preocupaciones por la falta de obligaciones de reporte para las tarjetas prepagadas en los Estados Unidos también fueron presentadas en un artículo del diario bancario de la Asociación de Banqueros Estadounidenses en 2007.
Las obligaciones de reporte deberían, podría decirse, ser ampliadas a cualquiera que envíe por correo o embarque tarjetas prepagadas fuera de Australia a fin de minimizar los riesgos de abuso por parte de delincuentes y terroristas.
*PhD, analista antilavado de dinero, Instituto Australiano de Criminología, [email protected]
Declaración: este trabajo de investigación no refleja necesariamente la posición política del Gobierno Australiano o del Instituto Australiano de Criminología (AIC, por sus siglas en inglés).
———————————
Este trabajo fue publicado inicialmente en la revista ACAMS Today.




