El Grupo de Acción Financiera Internacional, con sede en París, reforzó sus pautas para el guardado de documentos relacionados con los giros internacionales. La Unión Europea y Estados Unidos podrían dentro de poco seguir el ejemplo, ya que ambos están trabajando en regulaciones sobre las transacciones internacionales.
En su reunión plenaria anual de la semana pasada, el GAFI dijo que modificó la nota interpretativa de la Recomendación Especial VII—que tiene que ver con los giros—en busca de solucionar los problemas relacionados con el uso de transferencias de poco valor para la financiación del terrorismo.
Los esquemas de lavado de dinero y financiación del terrorismo por lo general ocurren en varias jurisdicciones, lo que significa que el movimiento internacional de dinero juega un papel integral.
La pista que dejó el dinero que sirvió para cometer los atentados terroristas del 11 de septiembre, por ejemplo, ilustró el uso de giros cablegráficos desde Emiratos Arabes Unidos hacia Estados Unidos por parte de los terroristas para financiar esos crímenes.
El uso del sistema financiero informal es una preocupación
En la nueva nota interpretativa, el GAFI bajó el valor del límite para la Recomendación Especial VII de US$/EURO 3.000 a US$/EURO 1.000. Esta recomendación pide a los gobiernos que identifiquen, transmitan y verifiquen la información de quien origina un giro.
Una mirada más atenta a los giros cablegráficos que precedieron a los ataques del 11 de septiembre muestra que los terroristas conocían muy bien las regulaciones de la Ley de Secreto Bancario de EE.UU., que obliga a las instituciones financieras no bancarias de EE.UU. a obtener y guardar documentos que muestren la dirección y nombre de quien envía un giro, el monto de la orden, el día, la institución financiera que recibe el giro y las instrucciones de pago, para los giros de US$3.000 o más.
El 8 de septiembre, poco antes de los atentados terroristas, uno de los líderes de la operación, Mohamed Atta, fue a dos agencias de Western Union a cinco cuadras de distancia una de la otra –en la ciudad de Laurel, en Maryland—y envió un giro de cada una de las tiendas de menos de US$3.000—para esquivar las regulaciones de EE.UU.—a Mustafah Muhammad Ahmad, miembro de la organización terrorista de Osama bin Laden, en Emiratos Arabes Unidos.
De acuerdo con la Recomendación Especial VII, que fue publicada por primera vez en febrero de 2003, la Ley de Reforma de Inteligencia y Terrorismo de 2004 – Intelligence Reform and Terrorism Act—que fue promulgada en diciembre de 2004, obliga al Departamento del Tesoro de EE.UU. a emitir regulaciones que obliguen a las instituciones financieras a reportar “ciertas transmisiones internacionales de fondos”.
Antes de que el Tesoro emita tales regulaciones debe determinar si un sistema tal de reportaje será útil y posible, incluyendo los potenciales parámetros para un requerimiento tal, la tecnología y los recursos que se requieren para obtener y utilizar tal información, y las inferencias para la privacidad, dijo la vocera del Tesoro Molly Millerwise.
“Estamos preparando un informe, para finales de esta año, de la secretaría del Tesoro para el Congreso donde informaremos todo lo que encontramos”, dijo. “Canadá y Australia cuentan en la actualidad con sistemas para obtener esta información y nos han dicho lo valiosa que es para combatir la financiación del terrorismo”.
Las actuales regulaciones de Estados Unidos sobre giros cablegráficos internacionales obligan a las instituciones financieras a incluir “el verdadero nombre y dirección” de un cliente en las transferencias de fondos de US$3.000 o más, que debe “viajar” con la orden a través de la transmisión.
La Unión Europea apunta al contrabando de efectivo
Los giros no son los únicos movimientos entre fronteras que son blancos del escrutinio de las autoridades. El 8 de junio, el Parlamento Europeo aprobó una propuesta que obligaría a los viajeros que ingresen o salgan del territorio de la Unión Europea que transporten 10.000 o más euros en efectivo o instrumentos monetarios a declarar el valor en aduanas.
Esta propuesta fue una respuesta a la Recomendación Especial IX sobre el transporte de dinero en efectivo, emitida en octubre de 2004, que obliga a los países a implementar sistemas para detectar el trasporte físico de instrumentos monetarios entre distintos países.
En su recomendación, GAFI sugiere que los países permitan a las autoridades recolectar y retener información sobre transacciones entre países, tal como el monto del dinero o los instrumentos monetarios e identificación de quien los porta.
Un vehículo atractivo para el lavado
A medida que las enmiendas a las leyes de lavado impiden el ingreso del dinero sucio a instituciones financieras legítimas, los lavadores están cada vez más obligados a utilizar el contrabando físico de dinero en efectivo, según GAFI y el FBI de EE.UU.
El FBI encontró que algunos de los terroristas del 11 de septiembre transfirieron sus fondos utilizando el movimiento físico de efectivo, según un informe de diciembre de 2003 de la Government Accountability Office de EE.UU.
En 2004, la Agencia de Inmigración y Aduanas de EE.UU. incautó aproximadamente US$159 millones en divisas e instrumentos monetarios durante investigaciones de crímenes financieros.




