Por Rachael Lee Coleman y Selina Román.

Los agentes federales encubiertos se presentaron como traficantes de drogas en docenas de negocios de servicios monetarios. Llegaron con fajos de dinero en efectivo escondidos en sus medias, bolsillos y bolsas de lona. Los investigadores dijeron a los empleados que habían ganado el dinero vendiendo “manteca” y “perico” -palabras usadas en Colombia para identificar a la heroína y la cocaína- y les ofrecieron suculentas propinas para girar el dinero usando remitentes falsos a numerosos receptores colombianos sin cumplir con los requisitos de identificación y reporte. Los empleados cumplieron con esa tarea gustosa y rápidamente, afirmaron los agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) durante el proceso judicial.

Omar Cassola advierte a los agentes independientes que trabajan con su negocio de servicios monetarios (NSM) en Miami Beach, denominado Girosol Corp., que revisen y reporten ese tipo de actividades. Incluso redactó un texto y contrató a una compañía para producir un video de entrenamiento bilingüe para entregar a los agentes sobre sus obligaciones legales y las consecuencias que puede conllevar ignorarlas.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de Cassola para infundirles temor con relación al cumplimiento, dos agentes independientes de Girosol fueron acusados por estructurar transacciones en efectivo para los oficiales en una operación interagencias denominada Operación Precisión.

En total, el Grupo de Trabajo El Dorado, un equipo de agencias de control legal estatales y federales, arrestó a 27 remisores de dinero –la mayoría de los cuales eran dueños y empleados de negocios familiares que operaban como agentes independientes de negocios de mayor envergadura– en un operativo realizado en febrero que demuestra las dificultades que enfrentan los remesadores de dinero en la capacitación y monitoreo de agentes.

Los NSMs –pagadores de cheques, cambiadores de dinero, remisores de transferencias cablegráficas y vendedores de cheques de viajero, órdenes de dinero y tarjetas prepagas que procesan más de US$1.000 al día– están obligados a registrarse con la Red de Control de Crímenes Financieros del Departamento del Tesoro de EE.UU. (por sus iniciales en inglés, FinCEN) y a entregar una lista de agentes, si las autoridades se lo solicitan.

El Servicio de Rentas Internas (por sus iniciales en inglés, IRS) verifica el cumplimiento de las regulaciones de la Ley de Secreto Bancario (LSB) por parte de los NSMs, obligándoles a crear programas antilavado de dinero, identificar a los agentes y clientes, monitorear transacciones y reportar actividades sospechosas.

Los agentes independientes de los NSMs no tienen que registrarse con FinCEN o ser objeto de inspecciones por parte del IRS, pero los reguladores esperan que sigan las mismas reglas LSB. Eso significa que las compañías matrices habilitadas deben entrenar a los agentes acerca de esas responsabilidades y monitorear su cumplimiento.

“No es una tarea fácil”, dijo Cassola. “Tenemos que entrenarlos, probarlos, monitorearlos, contratar automóviles blindados en lugares donde ya no tenemos cuentas bancarias… cuesta demasiado. En el último año, tuvimos que reducir la cantidad de agentes de 3.000 a 1.000 para lograr la eficiencia del proceso.”

Herramientas para el cumplimiento

Girasol monitorea a los potenciales agentes en los 28 Estados en los que opera antes de autorizarlos a utilizar sus servicios, le proporciona videos de entrenamiento en inglés y español preparados por Cassola y obliga a los empleados de los agentes a completar exámenes de cumplimiento a través de un servicio en Internet.

“Quiero estar seguro de que los agentes cumplen con sus obligaciones, de manera que necesito proporcionarles las herramientas. Esto es gratuito y accesible”, dijo Cassola. “No todas las compañías tienen los mismos estándares, pero nos aseguramos de asustar a nuestros agentes. Si usted ha sido entrenado por mí, sabe que terminaremos en la cárcel si no cumplimos con la ley”.

La capacitación de los agentes es difícil, en parte, porque es imposible saber cuándo los empleados entrenados dejan su puesto en el negocio del agente o cuándo es necesario entrenar a los nuevos empleados contratados, dijo Alan Friedman, presidente y director ejecutivo de Envíos de Valores La Nacional, un NSM de Nueva York con 800 agentes y 64 sucursales en siete estados.

Más allá de eso, los NSMs deben confiar en sus propios sistemas de monitoreo de transacciones para descubrir actividades ilícitas.

Las regulaciones LSB obligan a todas las instituciones financieras de EE.UU., incluyendo los NSMs, a verificar las identidades de y obtener información detallada de los clientes que envían o reciben transferencias cablegráficas por encima de los US$3.000. Girosol, por ejemplo, obliga a sus agentes a verificar las identidades de los remitentes o beneficiarios que realizan o reciben transacciones que totalicen la suma de US$3.000 en un período de 30 días. De hecho, la compañía no procesará las órdenes identificadas hasta que su departamento de cumplimiento en Miami apruebe las transacciones.

Por su parte, La Nacional requiere que sus sucursales y agentes verifiquen las identidades de los clientes que realicen transferencias cablegráficas superiores a los US$1.000 a Colombia o por encima de los US$2.000 a Honduras y Ecuador; y que verifiquen las fuentes de ingresos de los clientes que realicen transacciones superiores a US$5.000.

Aun así, los agentes que atienden a varias entidades comerciales habilitadas pueden eludir esos requisitos y evitar la puesta en marcha de los sistemas que acumulen las actividades de los clientes fraccionando las transacciones en los distintos sistemas.

“Es necesario que haya un límite sobre la cantidad de entidades habilitadas que pueden atender los agentes”, dijo Friedman. “Si usted es un agente con nueve entidades habilitadas diferentes y alguien quiere enviar US$10.000 sin ser detectado, usted podría dividir esa transacción entre los nueve sistemas diferentes de pago”.

David Landsman, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Remisores de Dinero, reconoció que habilitar a los NSMs y no a los agentes coloca a la industria en una situación vulnerable frente al lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. “Es la forma en la que trabajamos”, dijo. “No va a cambiar. La pregunta es ¿cómo lo manejamos?”

Reglas y guías confusas

La industria de los NSMs no siempre comprende claramente la diferencia entre NSMs y agentes, según un informe publicado en diciembre por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de EE.UU. (por sus siglas en inglés, GAO).

Los funcionarios de IRS apoyan las medidas que obligarían a los agentes independientes a registrarse con FinCEN “porque facilitaría la identificación”, dijo la GAO. Pero FinCEN, la oficina responsable por la implementación de esas medidas, no ha hecho nada para lograr ese objetivo.

La GAO criticó al FinCEN y al IRS en el informe publicado en diciembre por la deficiente comunicación y las fallas en el seguimiento de los NSMs que deben supervisar.

El IRS, por ejemplo, subestimó por 107.000 la cantidad de instituciones financieras no bancarias que operan en EE.UU., según la GAO, aun cuando FinCEN había identificado a más de 203.000 NSMs solamente, incluidos más de 32.000 negocios registrados.

Reglas y guías “confusas y fáciles de ser malinterpretadas”, barreras de lenguaje y la capacidad financiera limitada de muchos dueños de NSMs, contribuyen a la baja cantidad de registraciones, dijo la Oficina del Inspector General de Departamento del Tesoro en un informe publicado en 2005.

Los distintos requisitos existentes para obtener la habilitación en los distintos estados, “también causaron confusión, falta de conocimiento, y comprensión errónea de algunos requisitos específicos”, dijo Nichos Passas, un profesor de justicia criminal en la Universidad Northeastern en Boston, que publicó en noviembre un estudio realizado durante tres años sobre los puntos débiles de las políticas sobre lavado de dinero para eliminar la duplicación de revisiones y de requisitos regulatorios.

En su informe, la GAO dijo que un manual de examen brindaría a los NSMs y sus agentes el conocimiento que necesitan para elaborar programas antilavado de dinero y para cumplir con otras obligaciones LSB. El IRS dijo que contrató a coordinadores de capacitación para elaborar el manual, pero no estableció un plazo para el proyecto.

Aunque FinCEN le informó a la GAO que la verificación de las registraciones de los NSMs era de mayor prioridad que aclarar las regulaciones, el vocero Steve Hudak dijo que la agencia planea resolver los problemas. “Es en el interés de todos asegurar que todos comprenden las reglas y que no existen discrepancias”, dijo.

Sin garantías

Aun así, el entrenamiento intenso no garantizará que los agentes independientes o incluso las sucursales de los NSMs seguirán las reglas. De hecho, dijo Friedman, dos empleados de una sucursal de La Nacional que fueron arrestados en los operativos realizados en febrero, habían logrado el 100% del puntaje en sus exámenes de cumplimiento.

Patricia Navarro Canales, una empelada de la sucursal de la compañía en White Plañís, Nueva York, le dijo a un informante encubierto que ella había asesorado al cliente anterior para que no utilizara nuevamente la misma lista de remitentes y receptores antes de lavar US$119.000 para el informante, estructurando transferencias cablegráficas y órdenes de dinero, de acuerdo con una declaración jurada presentada por Anthony Kressevich, oficial de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas del Departamento de Seguridad Interior (por sus siglas en inglés, ICE) sobre el Grupo de Trabajo El Dorado.

Luz Janeth Barba, empleada en la sucursal de Jackson Heights, estructuró más de US$83.000 utilizando órdenes de dinero y transferencias cablegráficas que variaban entre US$800 y US$900.  También le dijo a los agentes encubiertos que le dieran los números telefónicos de los remitentes listados en las instrucciones “para que las transacciones fueran legítimas frente a la compañía licenciante”, dijo el agente de la ICE, Michael Kearns, en una declaración jurada. Barba le entregó los números telefónicos de cuatro individuos que verificarían las transacciones, y el agente regresó con cinco.

“Entrenamos a nuestros empleados y agentes y tenemos un sistema diseñado para descubrir las transacciones, pero si existe una confabulación, no hay nada que pueda hacerse”, dijo Friedman, presidente de la Asociación Nacional de Remisores de Dinero.

La única forma de impedir esa clase de actividad es a través de la unificación de la industria, dijo Landsman. “El golpe dado con la operación va contra la gente que está en la base, lo que está bien porque ésas son las personas que hacen mal las cosas. Los reguladores ahora saben que las entidades habilitadas tienen en vigencia buenos procesos de cumplimiento. La industria necesita unirse y formar un grupo común de información y comenzar a compartir la información con los agentes. Ésa es la única forma en que se va a poder atrapar a la estructuración”.