Por Verónica Moyano

El enfoque basado en el riesgo es un componente esencial en la implementación de las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Los distintos países, las autoridades competentes y los sujetos obligados deben identificar, evaluar y entender los riesgos del lavado de dinero a los que están expuestos para poder establecer medidas orientadas a mitigarlos.

     En el plenario del GAFI reunido durante la última semana en París, uno de los temas que formaron parte de la agenda fue el de la “eliminación del riesgo” (de-risking) como una política llevada a cabo por las instituciones financieras que resuelven terminar o restringir las relaciones con ciertos clientes a fin de evitar el riesgo, en lugar de administrarlo, tal como sugiere el organismo con el “enfoque basado en el riesgo”.

     Según analiza el GAFI, varios elementos se evalúan para implementar una política de “eliminación del riesgo”; entre los principales se encuentran: preocupación por la rentabilidad, ansiedad luego de una crisis financiera global y el riesgo reputacional. Aunque el organismo aclara que no sería correcto encasillar el término “reducción del riesgo” a un tema exclusivo de una política antilavado de dinero.

Relevancia e implicancias de la “eliminación del riesgo”

El tema es de vital importancia para el GAFI por dos razones:

– La “eliminación del riesgo” puede introducir el riesgo y opacidad en el sistema financiero global, ya que la terminación de cuentas puede llevar a entidades y personas a canales menos regulados o directamente no regulados. El movimiento de fondos a través de canales regulados facilita la implementación de medidas ALD/CFT.

– Los países y sus instituciones financieras cuentan con el apoyo para crear medidas ALD/CFT que cumplan con el objetivo de inclusión financiera.

     Según considera el organismo, la “eliminación del riesgo” no debería ser nunca la excusa de un banco para evitar la implementación de un enfoque basado en el riesgo. Las recomendaciones del GAFI solo requieren que una institución financiera termine la relación con clientes considerando caso por caso, cuando los riesgos del lavado de dinero y financiación del terrorismo no pueden ser mitigados. 

     Esto es aceptable para el GAFI, lo que no es aceptable o no está de acuerdo con los estándares del GAFI es el “recorte general de toda una entera clase de clientes” sin tener en consideración, en forma seria y completa, sus niveles de riesgo o medidas de mitigación de riesgo para los clientes individuales dentro de un sector en particular.

Expectativas del GAFI

El enfoque basado en el riesgo deber ser la piedra angular de un efectivo sistema ALD/CFT, y es esencial para administrar adecuadamente los riesgos. El GAFI pretende que las instituciones financieras identifiquen, evalúen y entiendan sus riesgos y tomen medidas para mitigarlos. Esto no significa un enfoque de “a prueba de falla” o “cero riesgo de falla”.

     Dada la importancia del tema, el organismo acordó algunos puntos importantes a considerar de cara al futuro:

– Recoger más evidencia y análisis sobre los causantes y escala de la “eliminación del riesgo”. Las evaluaciones del GAFI de los países serán clave en este sentido. El GAFI utilizará el trabajo que realizan otros grupos y foros internacionales, incluyendo el G20, FMI, Banco Mundial, entre otros.

– Continuar presentando informes sobre riesgos, métodos y tendencias capacitando a los sujetos obligados en relación a los riesgos de lavado de dinero y financiación del terrorismo relacionados con categorías específicas de clientes y el correcto desarrollo de enfoques basados en el riesgo.

– Mantenerse a la vanguardia de novedades, información y acciones en esta área y continuar interactuando con entidades, profesionales, etc., relacionados con este tema, incluyendo los sectores más afectados: reguladores, supervisores y bancos.

– Considerar, de acuerdo con la evidencia producida por los impulsores y la escala de “eliminación del riesgo”, si es necesario profundizar en temas específicos.