La Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) de Colombia, ahora dirigida por Luis Edmundo Suárez, revela que entre enero de 2006 y diciembre de 2010 se registraron 42.590 operaciones sospechosas de lavado de dinero.
El ente adscrito al Ministerio de Hacienda neogranadino reporta que en un año se lavan en ese país US$8.667 millones, un monto equivalente al 105% del presupuesto de Bogotá.
Estas cifras fueron dadas a conocer en medio de anuncios que demarcan “un ataque más proactivo” a estos delitos en la nación suramericana. Las autoridades van a ejecutar acciones en tres áreas: el desarrollo de la tecnología para optimizar el uso de la información; el fortalecimiento de la participación ciudadana y la seguridad de la información; y el trabajo conjunto con las autoridades y entes judiciales.
Más cifras de la UIAF
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Con los fondos anuales del lavado de dinero en Colombia se podrían realizar cuatro reformas tributarias, se podría hacer una carretera nueva entre Miami y la Argentina, generar entre 1,5 y 2 millones de empleos directos e indirectos o construir 800.000 viviendas.
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La cifra colombiana de esta economía subterránea está calculada con base en el comportamiento del delito a nivel mundial que, según el Fondo Monetario Internacional, está entre 2% y 5% del Producto Bruto Interno (PBI) en el mundo.
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En Colombia, US$8.667 millones anuales producto del lavado de dinero representan 3 puntos de los 542,7 billones que se estima produjo el país en el 2010. (Según los cálculos de crecimiento de PIB).
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84,35% del registro de operaciones sospechosas en los últimos 4 años lo hizo el sector financiero.
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909 reportes de posibles casos de lavado de activo se registraron en marzo del 2010, el mes más agitado.
Los sospechosos
El reporte de operaciones sospechosas (ROS) se basa en dos criterios fundamentales: el monto y la frecuencia.
Por ejemplo, cuando una persona que regularmente mueve 5 millones de pesos mensuales de pronto recibe 1.000 millones, se convierte en objeto de seguimiento, aunque no siempre resulte involucrada en el lavado de activos.
También cuando una persona mueve todos los días 10 millones de pesos sin una explicación clara, esto conduce a sospechar que una cantidad grande de dinero se puede estar fraccionando para realizar el lavado.
Destaca el informe de la UIAF que en toda la estructura que constituye el lavado de activos no se escapa ningún sector de la economía.
Hay actividades que están dentro de la tipología mundial, como la comercialización de oro, pero no se escapan ni las entidades sin fines de lucro, que reciben donaciones y manejan dinero en efectivo.
El lavado de activos- según los expertos- tiene alrededor de 40 delitos fuente, que son el trampolín para ingresar los recursos ilícitos a la economía. En ese inventario entran fenómenos como la captación masiva de dinero, la corrupción, los delitos contra el sistema financiero y la administración pública.
El gobierno colombiano tiene claro que estos negocios ilícitos cuentan con “profesionales trabajando de forma permanente, como para cualquier financista, por lo que asesoran para que se invierta en acciones, en hidrocarburos, en fin, donde les demos la oportunidad”, apunta Suárez.
Impuesto al colombiano
La legitimación de capitales además de distorsionar los mercados, tienen otras repercusiones, según analiza Luis Edmundo Suárez, director de la UIAF. “El lavado de activos también contamina la confianza de los inversionistas, la economía se ve afectada en su totalidad, pues se evaden impuestos y se genera inflación”, agregó
De allí la deducción que estos ilícitos se convierten en un alto impuesto a todos los colombianos, establecido por los delincuentes. El ejemplo más claro es lo ocurrido con el mercado inmobiliario, “en el que se aumentó la demanda de vivienda para lavar dinero y ahora el precio lo pagamos todos”, concluye el experto.




