La Policía Nacional de España arrestó a 18 personas que supuestamente habrían utilizado productos importados de Asia para lavar dinero del narcotráfico.

La policía dijo que los delincuentes depositaron grandes cantidades de efectivo en los bancos españoles. Los fondos fueron luego transferidos a varios países asiáticos para pagar por ropa y repuestos de automóviles exportados a España.


Los arrestos forman parte de Operación Saco, que se centró en Melilla. También llevó a arrestos en Málaga, Ceuta y otras ciudades españolas. Entre las personas arrestadas se encuentra un abogado de Málaga.


La policía ha congelado 200 cuentas bancarias en 18 instituciones financieras y confiscó 14 propiedades en España. El volumen de efectivo depositado en esos bancos llega a un total de €350 millones.


La trama


La policía señaló que los supuestos lavadores recibieron instrucciones para las transferencias hacia Asia de fuentes en Marruecos. El dinero girado a los productores asiáticos supuestamente provino del narcotráfico.


Las compañías entonces entregaban el dinero recibido en los giros a los “corredores” que se lo devolverían a los narcotraficantes.


La participación de los bancos


Varios bancos e instituciones financieras se vieron afectadas (la mayoría en Melilla). La policía dijo que después de algún tiempo los lavadores dejaron de utilizar las mismas instituciones financieras porque no podían proveerle a los bancos información sobre el origen de los fondos.


Para continuar con sus actividades, se trasladaban a otras instituciones. Algunas personas viajaban a otras ciudades para abrir cuentas bancarias. Comenzaron a utilizar diversas compañías, giros bancarios a nivel nacional entre varios cuentahabientes, y a abrir cuentas a través de Internet.


Si bien algunos bancos percibieron la naturaleza sospechosa de las transacciones, otros no, dijo la policía. A pesar de que el monto del dinero depositado por los individuos era muy alto, sin proveer pruebas del origen, los bancos no lo consideraron sospechoso, añadieron los investigadores.


Larga investigación


Los investigadores españoles comenzaron en septiembre de 2003, cuando la Policía Nacional comenzó a investigar a varios grupos sospechosos de lavado de dinero.


Según la policía, una de las personas involucradas en la organización criminal era un comerciante de Melilla de origen marroquí, quien mantuvo estrechos vínculos con un conocido narcotraficante internacional. Un abogado los ayudó a abrir varias cuentas bancarias a nombre de su padre para continuar con las operaciones de la organización luego de que varios bancos de Melilla sospecharan sobre sus propias cuentas.


Las recientes operaciones son incluso más grandes que la conocida Operación Ballena Blanca, que a comienzos de año quebró una banda de delincuentes que lavó  €250 millones a través de abogados en Marbella.