Por el Departamento Editorial.
Los individuos y empresas extranjeras que ejecuten ataques cibernéticos contra ciertos intereses estratégicos serán incluidos en la lista negra del Departamento del Tesoro, según lo establece la Orden Ejecutiva emitida el miércoles 01 de abril por la Casa Blanca.
Al igual que sucede con las sanciones por promover el terrorismo, ahora las autoridades podrán ordenar a las instituciones financieras que bloqueen los fondos y bienes de los criminales cibernéticos sancionados por atacar las redes de infraestructura crítica estadounidense, como plantas nucleares, instalaciones de tratamiento de agua y el sistema financiero, entre otros.
Las sanciones alcanzarán además a los responsables por robo cibernético de dinero, secretos corporativos y de información financiera. Asimismo, serán incluidas aquellas empresas o personas que utilicen o reciban información producto del delito cibernético.
El director interino de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, su sigla en inglés), John Smith, precisó que esta medida coloca a los hackers en el la mira de las autoridades de contraterrorismo, antinarcóticos y de las que enfrentan el crimen organizado trasnacional.
Esta medida coloca a los departamentos de cumplimiento antilavado en el centro neurálgico de la lucha contra los criminales, porque los bancos que mantienen relaciones de corresponsalía con instituciones estadounidenses deben cuidarse de no tener en sus carteras de clientes o no realizar transacciones relacionadas a los hackers que sean incluidos en la Lista de Nacionales Especialmente Designados de OFAC.
La primera vez que el gobierno de Estados Unidos aplicó sanciones internacionales contra delincuentes cibernéticos fue en enero de 2015 contra funcionarios del gobierno de Corea Del Norte por los ataques perpetrados en noviembre de 2014 a la red informática de Sony Pictures Entertainment.
Un vocero de la Casa Blanca explicó en un blog oficial que los hackers “frecuentemente utilizan nuestras instituciones o socios financieros para transferir su dinero. Al sancionarlos podemos limitar su acceso al sistema financiero de Estados Unidos y el suministro de tecnología. Básicamente, sancionarlos pueden dañar su capacidad de cometen estos actos maliciosos y sacar provecho de ellos”.




