La Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, impuso sanciones a Petróleos de Venezuela (PDVSA) y a otras 6 empresas internacionales de hidrocarburos por actividades que apoyan el sector energético de Irán, violando así las restricciones comerciales impuestas al país islámico desde 1996.
Según el gobierno estadounidense, la estatal petrolera venezolana ha despachado compuestos para gasolina por un valor de US$ 50 millones hacia Irán, entre diciembre de 2010 y marzo de 2011. Los compuestos ayudan a mejorar la calidad de la gasolina. Los productos relacionados al sector energético están dentro de las prohibiciones impuestas por la Ley CISADA y por la Ley de Sanciones contra Irán de 1996.
La sanción no prohíbe que PDVSA continúe vendiendo crudo a Estados Unidos u otros países, pero le impedirá a la empresa competir para obtener contratos gubernamentales en Estados Unidos, no calificará para recibir préstamos del Banco de las Exportaciones – Importaciones de Estados Unidos, ni podrá obtener licencias para el uso de tecnologías petroleras estadounidenses.
Mediante un comunicado, el Departamento de Estado aseveró que “aquellos que continúen irresponsablemente apoyando al sector energético de Irán y ayudando a Irán a evadir las sanciones estadounidenses, enfrentarán consecuencias serias”.
Esta es la primera vez que Estados Unidos impone sanciones a empresas del sector de la refinería de petróleo desde que se aprobó la Ley Integral de Desinversión, Responsabilidad y Sanciones a Irán de 2010 (CISADA, por sus iniciales en inglés), según informó el Departamento de Estado.
Algunas reacciones
El gobierno de Venezuela rechazó la medida contra PDVSA y el presidente Hugo Chávez reestructuró la directiva de la empresa, dándole mayor peso político con la inclusión de los ministros de Exteriores, Nicolás Maduro, y Finanzas, Jorge Giordani, como directores externos de la entidad.
Maduro declaró a medios venezolanos que el gobierno todavía está “en fase de evaluación para ver cómo (las sanciones) afectarían el mercado estadunidense. Lo que sí puedo decir es que tenemos capacidad para afrontar y superar este tipo de sanciones que intentan golpearnos”. El canciller descartó que se pueda suspender el suministro del crudo venezolano a Estados Unidos por considerar que sería una “decisión realmente que se corresponde con momentos extremos que en su momento se podrían evaluar”.
Sin embargo, dentro de Estados Unidos la reacción tampoco se hizo esperar. La presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales del Congreso estadounidense, la republicana Ileana Ros-Lehtinen, dijo que “si bien creemos que estas sanciones debían haber aplicado hace tiempo”, igualmente “felicito al gobierno” del presidente Barack Obama por tomar esta decisión.
Por su parte, el jefe del subcomité para el hemisferio occidental del Congreso, Connie Mack, anunció un plan para ampliar la sanción impuesta contra PDVSA y una vez más insistió en la necesidad de designar a Venezuela como un Estado que promueve el terrorismo: “La evidencia en contra de Venezuela es abrumadora. Designar a Venezuela un estado patrocinador del terrorismo es el siguiente paso necesario”.
Los otros sancionados
Las otras seis empresas sancionadas por Estados Unidos fueron:
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Petrochemical Commercial Company International – PCCI (Jersey/Irán)
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Royal Oyster Group (Emiratos Árabes Unidos)
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Speedy Ship (Sepahan Oil Company or SPD) (Emiratos Árabes Unidos/Irán)
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Tanker Pacific (Singapur),
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Ofer Brothers Group (Israel)
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Associated Shipbroking (Mónaco)
El Departamento de Estado informó que las empresas PCCI, Royal Oyster Group y Speedy Ship son los principales suplidores de productos refinados a Irán continuamente realizan acciones para ayudar a evadir las sanciones estadounidenses. Por tal razón, estas empresas no podrán realizar transacciones bancarias con las instituciones financieras estadounidenses, operaciones inmobiliarias en Estados Unidos y tendrán algunas limitaciones para realizar transacciones en moneda extranjera. Las mismas restricciones aplican para Associated Shipbroking, una firma que actuó como “fachada” de la naviera Islamic Republic of Iran Shipping Lines (IRISL), que ha sido sancionada por EE.UU. y la Unión Europea.
“Nosotros creemos que Tanker Pacific y Ofer Brothers Group fallaron en aplicar la diligencia debida y no hizo caso de la información pública y fácilmente disponible que indicaba que estaban negociando con IRISL”, indica el comunicado oficial. Ambas empresas no podrán obtener financiamiento seguro del Banco de Exportaciones – Importaciones de Estados Unidos, no calificarán para recibir financiamiento de más de US$ 10 millones de parte de instituciones financieras estadounidenses y no recibirán licencias de exportadores en EE.UU.
Por su parte, un vocero del gobierno estadounidense señaló que “en algunos casos, nuestra intención ha sido acabar con las actividades de las empresas sancionadas; en otros nuestra intención es disuasiva. En todos los casos hemos examinado detalladamente y hemos analizado acerca del impacto de nuestras acciones sobre el mercado energético global”.
La Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Canadá, Noruega, Suiza y Australia también han impuesto robustas sanciones en contra de Irán.




