Por Brian Monroe
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Un ex ejecutivo de un banco de Miami, se declaró ayer culpable de 19 cargos por no haber completado Informes de Transacciones en Efectivo (ITEs), una violación de la legislación antilavado.


Los investigadores dicen que Mayra Cuellar, ex oficial de la Ley de Secreto Bancario y vicepresidente en Gulf Bank, no completó más de 2.400 ITEs durante 33 meses. Fue empleada del banco desde agosto de 1988 hasta julio de 2002.


Cuellar enfrenta una condena a prisión máxima de 10 años y prisión condicional de tres años por cada cargo al que admitió culpabilidad, además de una multa de hasta US$250.000. La jueza de la corte del distrito de la Florida Marcia Cook tiene que dictar sentencia sobre Cuellar el próximo 30 de agosto.


Bajo las regulaciones antilavado, los bancos deben completar ITEs por cualquier transacción – o combinación de transacciones por el mismo cuenta habiente – que supera los US$10.000 en un día.


El caso de Cuellar fue un factor mayor que llevó a la Red de Control de Crímenes Financieros en julio del 2005 a penalizar al Gulf Bank con US$700.000 por violaciones “serias, continuas y sistemáticas” de la LSB y sus regulaciones. El banco, dijo FinCEN, mostró una “temeraria indiferencia” por sus obligaciones bajo la LSB.


Luego, en una orden de febrero de este año, la Reserva Federal prohibió a Cuellar trabajar en el sector bancario y dijo que ella había robado fondos del banco. La orden decía que ella informó a la Reserva que no tenía suficientes recursos financieros para restituir los fondos faltantes.


En la penalidad contra el banco, FinCEN dijo que no sumó múltiples transacciones para clientes en un mismo día y que el oficial de cumplimiento no revisó reportes de grandes transacciones en efectivo. En algunos casos, si un cliente realizaba transacciones de ingreso y egreso de efectivo, el banco no consideró esas transacciones reportables. La agencia agregó que el Gulf Bank no tenía información básica sobre sus cuentas de alto riesgo, incluyendo casas de cambio, entidades con acciones al portador, y cuentas con alto volumen de transferencias internacionales.


En uno de los casos, los auditores encontraron dos cuentas utilizadas por un prestamista para cambiar cheques, de la cual el cliente retiró US$28 millones en efectivo en un período de 15 meses, según la orden.


Cuando el banco intentó obtener información del cliente, el cliente se negó a brindarla y cerró la cuenta en el banco. Gulf Bank, sin embargo, no investigó más y no completó un informe de actividad sospechosa.


FinCEN dijo que “deficiencias en capacitación resultaron en un nivel de error excesivo en el reporte de transacciones en efectivo en las sucursales”. De una muestra aleatoria de ITEs, por ejemplo, los empleados del banco no identificaron un 32 por ciento de transacciones reportables bajo la LSB.