Por Sergio Antequera.![]()
Paul Manafort y Rick Gates, exasesores de la campaña presidencial de Donald Trump, son acusados de lavar más de US$21 millones procedentes de pagos ilegales del gobierno ucraniano liderado por el ex presidente Viktor Yanukovych. Dichas acusaciones provienen del fiscal especial del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Robert Mueller, el cual conduce actualmente una investigación por la supuesta interferencia rusa en las elecciones estadounidenses del 2016.
Manafort y Gates se declararon inocentes de 12 cargos el pasado lunes, incluido el lavado de dinero, ante la jueza Deborah Robinson después de ser inculpados formalmente por Mueller. Actualmente están bajo arresto domiciliario.
Esquema de lavado Manafort-Gates
Según el documento que inculpa a Manafort y a Gates, los mismos recibieron pagos ilícitos por trabajar como consultores políticos no registrados para Viktor Yanukovych, expresidente pro ruso de Ucrania destituido en el año 2014, y otros líderes políticos corruptos del mismo país, los cuales tenían vínculos con el presidente de Rusia Vladimir Putin.
La acusación formal establece que Manafort y Gates crearon cuentas y compañías offshore para, a través de ellas, comprar propiedades multimillonarias con el dinero ilícito en suelo estadounidense, lo que luego les permitió adquirir préstamos por las mismas y recuperar el dinero ya lavado, sin informar de donde provenían tales ingresos. Asimismo, las acusaciones especifican que pidieron los préstamos de estas propiedades, las cuales fungían como garantía, para evitar pagar impuestos.
Del mismo modo, se señala que Manafort blanqueó más de US$18 millones desde el 2006 hasta el 2016, mientras que Gates lo hizo por más de US$3 millones en el mismo periodo.
En base a las acusaciones, las lujosas propiedades adquiridas por Manafort a partir del 2012 en las mejores zonas de la ciudad de Nueva York representan el inicio del tramo con mayor volumen de movimiento de dinero respectivo al escándalo, puesto que ese año obtuvo US$1.5 millones nada más con el préstamo hipotecario de un condominio en Manhattan por parte del First Republic Bank, para cuatro años después pagarlo y obtener uno mayor de US$2.73 millones del Citizens Bank. En el mismo sentido, para marzo de 2016 el exasesor de Trump embolsó US$5.3 millones por el préstamo hipotecario de un edificio de cuatro pisos en Brooklyn. Así pues, Manafort consiguió desde el año 2012 hasta siete hipotecas incluyendo las ya mencionadas.
Por otra parte, las acusaciones también indican la compra de bienes y servicios de alto costo como ropa, vehículos y objetos de lujo mediante las cuentas offshore, evitando así pagar impuestos.
Con respecto a Gates, el documento acusatorio expone que obtuvo un préstamo por US$1.5 millones en uno de las urbanizaciones más prestigiosas de Virginia, luego de vender su casa en Richmond por US$700.000. Asimismo, dicho escrito expresa que “como parte del esquema, Manafort y Gates en repetidas ocasiones proporcionaron información falsa a contables financieros, contadores de impuestos y asesores legales, entre otros”.
En definitiva, el documento inculpatorio establece que las cuentas offshore utilizadas para la compra de las propiedades en cuestión tienen origen en Chipre, país comprometido a mejorar la transparencia e intercambio de información financiera según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Donald Trump niega relación
En este sentido, Donald Trump negó rotundamente cualquier tipo de lazo con estos actos y cualquier tipo de injerencia rusa en las elecciones presidenciales realizadas en 2016. En el mismo orden de ideas, el documento acusatorio no nombra o expone ningún vínculo con el actual presidente de Estados Unidos, el ya mencionado Donald Trump, ni ninguna de sus empresas o cuentas bancarias. En la red social Twitter, Trump manifestó que “no hay ninguna colusión”.
Fuentes:
–Acusación formal – Disponible solo en inglés




