Por Brian Monroe
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Los reguladores estatales y federales han ordenado al cuarto banco más grande de Hawaii corregir un montón de deficiencias en sus controles de lavado de dinero, incluyendo la compra de un nuevo sistema de computadoras, la ampliación de su departamento de cumplimiento y capacitación de su personal, desde los cajeros hasta los máximos ejecutivos.
La Corporación Federal de Seguros de Depósito (por sus siglas en inglés, FDIC) y la División de Instituciones Financieras de Hawaii (por sus siglas en inglés, DFI) indicaron en su orden de cesar y desistir de 6 páginas que el Central Pacific Bank realizó “prácticas bancarias inseguras o ineficientes” y violó varias disposiciones de la Ley de Secreto Bancario.
El banco, que tiene más de US$5.000 millones en activos y 38 sucursales en Hawaii, respondió que toma sus obligaciones de cumplimiento “muy seriamente” y ya ha hecho grandes progresos para mejorar su software, su personal y los programas de capacitación, dijo el Presidente y Director Ejecutivo Clint Arnoldus.
Trabajo necesario
La orden fue consecuencia de un examen anual realizado por la FDIC y la DFI, que ordenaron al banco que hiciera varias mejoras, incluyendo:
Personal de cumplimiento: Contratación de un oficial LSB “competente” y asignarle a ese individuo personal adecuado que elabore un programa ALD adecuado al perfil de riesgo del banco, incluyendo su tamaño, plan de crecimiento, tipos de clientes y localidades atendidas.
Programa de capacitación: Capacitar a todo el personal y los miembros de la junta, con “especial concentración en la registración exacta, manera de completar los formularios y la detección y reporte de actividad sospechosa conocida y/o sospechada”.
Software nuevo: Adquirir un nuevo sistema de monitoreo de actividad sospechosa, o, por sus siglas en inglés, SAM, que analizará las transacciones en efectivo del banco sobre varios montos mínimos sujetos a reporte y áreas, como las transferencias cablegráficas, servicios de cambio de moneda y otras actividades bancarias electrónicas. Si bien esas órdenes han obligado a los bancos a mejorar sus sistemas en el pasado, el término SAM no es común.
Mirar atrás: Con la ayuda del nuevo sistema de computación, la FDIC indicó que el banco también tiene que revisar sus seis meses previos de “cuentas de alto riesgo y transacciones de alto riesgo”, y verificar si le falta presentar algún informe o algún informe de transacción en efectivo por transacciones de US$10.000 o más.
Gastar para ahorrar
Después de una fusión controvertida el año pasado con el City Bank de Hawaii, el Central Pacific dijo que ha realizado varias mejoras en su programa ALD y que debería estar cumpliendo totalmente con las recomendaciones de la FDIC para mediados del año próximo.
El banco ya gastó US$100.000 en “hardware y software de vanguardia para monitorear transacciones, incrementado sustancialmente su personal y ha centralizado la función LSB”, dijo la vocera de la compañía Ann Takiguchi Marcos.
Para satisfacer la porción de la orden referida a la capacitación, ella dijo que el banco tiene más aulas y capacitación sobre cumplimiento en Internet para todos los empleados.
El banco no tenía un oficial LSB ni un programa de cumplimiento antes de la orden, pero los oficiales de la compañía prefirieron no detallar exactamente cuántos empleados participaron y en cuánto se incrementó la cantidad para satisfacer a los reguladores.
Arnoldus dijo que el Central Pacific está “comprometido a cumplir totalmente” y está trabajando con los reguladores para asegurar que el programa LSB del banco sea calificado por auditores externos “a la par de las mejores prácticas de la industria en evolución”.




