Por Brian Monroe.
La Red de Crímenes Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos aprobó nuevas normas que amplían los datos que los bancos pueden incluir en las solicitudes de información hechas por organismos de seguridad extranjeros, en relación a investigaciones asociadas a otros delitos diferentes al lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
La normativa, que fue aprobada el pasado mes de febrero, es una expansión de la Sección 314 (a) del Acta Patriótica y básicamente autoriza a las entidades financieras a suministrar la información en investigaciones o procedimientos asociados a casos de fraude, narcotráfico y otros crímenes.
Adicionalmente, señala que los organismos de seguridad e investigaciones extranjeros podrán enviar la solicitud, mediante canales diplomáticos, a las instituciones financieras norteamericanas, las cuales tendrán dos semanas para enviar la información solicitada.
Entras la norma es celebrada por los investigadores, las preocupaciones surgen de parte del sector bancario y de las instituciones financieras en general, debido a los costos que implica y la privacidad de la información asociada a esta expansión de los poderes de las autoridades.
Un oficial de cumplimiento de una institución con sede en Texas (USA), aseguró que esta medida incrementa las cargas de cumplimiento, ya que actualmente muchos bancos ya reciben semanalmente cientos de solicitudes basadas e la Sección 314 (a) sobre miles de registros de las entidades.
“El tiempo que le lleva a un banco procesar la solicitud depende de si cuenta con un sistema es automatizado o lo hacen manualmente”, explicó el oficial, quien solicitó no revelar su identidad. “La búsqueda electrónica puede durar varias horas, mientras que una búsqueda manual para cumplir con una solicitud puede ser mucho más larga. La persona que procesa esos pedidos en el banco, durante el mes de diciembre recibió solicitudes asociadas a 10.000 archivos de la entidad”, precisó.
FinCEN piensa diferente, según indicó el vocero del organismo, Steve Hudak, quien aseveró que el aumento en la carga de cumplimiento será moderado, el incremento de trabajo no se notará inmediatamente y las instituciones bancarias están “muy familiarizadas con estos requerimientos”.
Las estimaciones del organismo es que la nueva regulación generará 72 horas más de trabajo de cumplimiento al año para las instituciones financieras.
FinCEN, que es la unidad de inteligencia financiera estadounidense, catalogó de “sin fundamentos” los temores del sector privado sobre la nueva regulación, ya que las respuestas de las solicitudes basadas en la 314 (a) “son muy limitadas”.
Según lo informado, se espera que FinCEN inicie un programa de capacitación para los organismos de seguridad e investigaciones del exterior, para que sepan como presentar las solicitudes de información en base a esta ampliación de la Sección 314 (a).
Es importante destacar que esta nueva regulación no autoriza que las instituciones divulguen información sobre un reporte de actividad sospechosa, lo cual sólo puede ser obtenida mediante una citación judicial, una carta rogatoria o una carta de seguridad nacional, según las regulaciones de Estados Unidos.
Desde noviembre de 2002, ha habido 1.061 solicitudes procedentes de 24 agencias federales, relacionadas 741 de ellas a investigaciones de lavado de dinero y 340 de financiamiento del terrorismo, de acuerdo al Reporte Anual de FinCEN 2009. Estas solicitudes han permitido identificar más de 10.000 sujetos de interés para las autoridades.




