La Autoridad de Servicios Financieros (FSA por sus siglas en inglés), el principal regulador financiero de Gran Bretaña, multó a Bank of Ireland con £375.000 (US$665.000) por no cumplir con las normativas antilavado.
El banco no tomó “medidas razonables” para detectar una serie de transacciones en efectivo de alto riesgo –por un total de £2 millones (US$3,5 millones) —en una de sus sucursales, dijo FSA. A pesar de que el banco estuvo al tanto de las transacciones, no pudo identificarlas como sospechosas. Las transacciones se encuentran ahora bajo investigación por las autoridades policíacas y de cumplimiento.
“Bank of Ireland no creó sistemas y controles adecuados para monitorear la emisión de giros y no verificó que sus equipos de trabajo entendieran completamente sus responsabilidades antilavado”, dijo Philip Robinson, líder del área de crímenes financieros de la FSA.
La FSA encontró que entre 1998 y 2002, la sucursal del banco emitió 40 giros a pedido de uno de sus clientes más grandes. Los giros fueron a nombre de “Bank of Ireland” en lugar del cliente o un tercero. Según la notificación final de la FSA, en varias ocasiones el cliente dijo al personal de la sucursal que su nombre no debía ser utilizado en los cheques o correspondencia relacionada con los giros.
“La emisión de giros de esta manera disfrazó la identidad del dueño beneficiario del dinero y…fue una manera eficiente de lavar dinero”, dice la notificación final.
Además, el dinero en efectivo utilizado para comprar los giros no fue depositado en las cuentas que el cliente tenía en Bank of Ireland. En cambio, los fondos fueron depositados en “drafts outstanding account” –una cuenta interna que se utiliza para pagar giros bancarios del banco cuando fueron compensados, según la notificación.
El banco no detectó la violación hasta marzo de 2003 cuando durante una auditoría del banco encontró giros por un valor de £1.8 millón (US$3,1.millones) emitidos al cliente se encontraban pendiente.
La multa contra Bank of Ireland es la cuarta impuesta por FSA por violaciones a las normativas antilavado desde diciembre de 2003 cuando multó a Abbey National Bank con US$4,5 millones –la mayor multa jamás impuesta por la FSA—por fallas en sus controles antilavado. Bank of Scotland fue multado con US$2,3 millones en enero, y en abril, la sucursal en Gran Bretaña del banco austríaco Raiffeisen Zentralbank Österreich recibió una multa de US$270.000.




