En los últimos meses, Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) ha estado más enfocado en el financiamiento de terrorismo.

El último reporte anual sobre lavado de dinero de la organización, dado a conocer en julio, menciona varias deficiencias de algunos países en prevenir el financiamiento del terrorismo y resalta la necesidad de mejorar el consenso global. El reporte brinda un resumen del nivel de cumplimiento de las 40 recomendaciones del GAFI en lavado de dinero y sus ocho recomendaciones especiales en financiamiento de terrorismo en algunos países específicamente.


Según el reporte, en Alemania “en cuanto a criminalizar el financiamiento del terrorismo, las disposiciones en el código criminal alemán solo se refieren a organizaciones terroristas. Es por eso que las disposiciones sobre financiar terroristas individuales que no son parte de una organización terrorista, no está cubierta por ninguna legislación especifica”.


En Argentina, investigadores descubrieron que las leyes de ese país no incluyen un delito específico por financiar terroristas. Además, según el informe “las disposiciones argentinas sobre ayudar y contribuir (al terrorismo) cubren sólo parcialmente los requerimientos de GAFI relacionados con el financiamiento del terrorismo, y las disposiciones en cuanto a asociaciones criminales cubren insuficientemente el tema del financiamiento del terrorismo”.


Financiamiento del terrorismo definido en formas generales


En junio, el GAFI publicó una nota Interpretativa para las recomendaciones especiales II, que ofrece una guía para las obligaciones de los países para criminalizar el financiamiento del terrorismo.


La primera mitad de la nota interpretativa define términos relevantes como “fondo”, “acto terrorista”, y “financiamiento del terrorismo.” Explica que el financiamiento del terrorismo incluye “el financiamiento de actos terroristas, terroristas y organizaciones terroristas”.


La nota resalta que el crimen de financiamiento de terrorismo se debería extender a cualquier persona “que intencionalmente provee o recolecta fondos, por cualquier medio, directa o indirectamente, con la intención ilegal de que sean utilizados o con el conocimiento de que van a ser utilizados para realizar (a) actos terroristas, (b) por una organización terroristas o (c) por un individuo terrorista”.


En la sección llamada “Características del Crimen de Financiamiento del Terrorismo,” la nota explica que los crímenes de financiamiento de terrorismo “se deberían extender a cualquier tipo de fondos, sean de origen legal o ilegal.” Estos crímenes, dice la nota “no deberían  requerir que los fondos (a) sean efectivamente utilizados para intentar realizar o realizar un acto terrorista, o (b) se relacionen con actos terroristas específicos”.


“También debería ser un crimen el intentar financiar el terrorismo” dice la nota. Sin embargo también afirma que “criminalizar el financiamiento del terrorismo sólo basado en la ayuda, intentar ayudar o conspirar no cumple con los requisitos de esta Recomendación”.


La sección también nombra al lavado de dinero por la “conexión cercana”  que existe entre el terrorismo internacional y el lavado de dinero. La nota dice que las ofensas de financiamiento de terrorismo deberían conectarse con lavado de dinero.


Identificación del financiamiento de terrorismo


Algunos oficiales de cumplimiento anti lavado dicen que el obstáculo principal sigue siendo estar a la par de la creatividad de los terroristas.


“Cualquier tipo de guía es útil para entender mejor el problema, para detectar grupos terroristas y para hacerle mas difícil a los terroristas la tarea de utilizar instituciones financieras para financiar sus actividades”, dijo Adriana Juric, oficial de cumplimiento antilavado en Abbey Financial Markets en Londres. “El reto será mantenerse actualizado con las últimas tendencias y patrones de las actividades terroristas”.


Según Juric, otro aspecto necesario para detener el financiamiento del terrorismo es un consenso global entre los bancos y los países sobre cómo identificar y penalizar el crimen.


 “Algunos países aplican buenas medidas anti lavado y anti financiamiento del terrorismo, pero otros no,” dijo ella. “Hasta  que todos los países unan ese esfuerzo, no va a funcionar, los terroristas irán a donde las medidas faltan. Siempre están un paso adelante”.


El GAFI publicó sus Ocho Recomendaciones sobre Financiamiento del Terrorismo en 2001, poco tiempo después de los ataques terroristas del 11 de septiembre. Esta guía, que destaca las obligaciones de los países bajo la Convención de las Naciones Unidas de 1999 para la eliminación del financiamiento del terrorismo les pide a sus miembros que:



  • Criminalicen el financiamiento del terrorismo, actos terroristas y organizaciones terroristas;

  • Congelen y confisquen bienes;

  • Reporten transacciones sospechosas relacionadas con terrorismo;

  • Provean de la mayor asistencia posible a autoridades para investigaciones por financiamiento del terrorismo;

  • Impongan requerimientos anti lavado a las formas informales de envío de remesas;
    Impongan medidas más estrictas en la identificación de clientes en el envío electrónico internacional y nacional de dinero;

  • Asegurarse que entidades, en particular organizaciones sin fines de lucro, no puedan ser utilizadas para financiar el terrorismo.