Con el objetivo de combatir el lavado de dinero y fortalecer el sistema financiero, el gobierno colombiano introdujo al Congreso un proyecto de ley para regular y sancionar las actividades ilegales de captación de dinero mediante las llamadas “pirámides”.

Según el anteproyecto de ley, los responsables de este delito recibirán sanciones de hasta 50 mil salarios mínimos y 10 años de cárcel. De igual forma, aquellos entes regulados que no emitan reportes de operaciones sospechosas a la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) recibirán penas de hasta 15 mil salarios mínimos y 9 años de cárcel.


El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, informó que actualmente se adelantan 28 investigaciones relacionadas a casos de “pirámides” y captadores ilegales de dinero, los cuales podrían estar lavando dinero procedente de los carteles de drogas.


Según comentó a lavadodinero.com el pasado mes de febrero el subdirector operativo de la UIAF, Luís Eduardo Daza, “hemos visto en Colombia diferentes modalidades de captación ilegal de recursos que ofrecen rentabilidades en cualquier mercado sin lógica. Empiezan a recibir dinero de inversores que les permiten rentabilidades muy salidas de lo normal y esas van trayendo a otras y a otras, y eso se convierte en una bola de nieve o pirámide que crece”, explicó Daza.


El truco del negocio consiste, según Daza, en que “en la mayoría de casos efectivamente los inversores empiezan a  recibir esas rentabilidades lo que hace que los demás empiecen a confiar en el método y se vaya incrementando la pirámide”.


El viejo truco de las “pirámides”


El método de la pirámide se le atribuye a Charles Ponzi, un inmigrante italiano que llegó a Estados Unidos en 1903 en busca de fortuna y que creó una empresa de inversiones con cupones postales que se podían utilizar en todos los países. Ponzi descubrió que se podía comprar un cupón de un centavo de dólar en Europa que se cambiaba en Estados Unidos por seis centavos de dólares en sellos.


El negocio consistía en comprar cupones postales en Europa y cambiarlos en Estados Unidos. Ponzi empezó a ofrecer a sus allegados la devolución en 90 días de la cantidad invertida más el 50% de interés, con lo que miles de personas invirtieron millones de dólares en la compañía, en muchos casos, todos sus ahorros.


La operación fraudulenta consistía en pagar extraordinarias ganancias a inversionistas ingenuos, con el dinero obtenido de nuevos inversionistas, haciéndoles creer que los dividendos provenían del retorno generado por negocios legítimos.


La trama se descubrió cuando un periódico le encargó una investigación a un analista financiero que se planteaba: ¿Por qué si era un negocio tan bueno seguía centrándose en la captación de nuevos inversores y no se dedicaba exclusivamente a invertir su dinero y multiplicarlo?, ¿dónde estaban los cupones postales?, ¿cómo convertía nuevamente los cupones en dinero?


Finalmente Ponzi fue detenido y condenado a 14 años de cárcel gracias a las investigaciones llevadas a cabo por el periódico.