Por Brian Monroe.

Las instituciones que financian transacciones internacionales deberían verificar la existencia de actividades sospechosas que apunten al lavado de dinero basado en el comercio, indicó un consorcio bancario la semana pasada.


El Grupo Wolfsberg, una asociación integrada por 12 de los bancos más grandes del mundo, pidió la aplicación de diligencia debida reforzada a fin de impedir el lavado de dinero posiblemente vinculado con carteles de drogas, organizaciones terroristas, infractores a las sanciones aplicadas y proliferadores de armas. Se estima que las sumas de dinero lavadas anualmente a través del comercio rondan en los cientos de miles de millones.


Para monitorear de una mejor forma este delito, los bancos que otorgan cartas de crédito o cartas de cobro, utilizadas en alrededor del 20% de todas las transacciones de comercio exterior, deberían preguntarse si la carga del manifiesto de embarque tiene relación teniendo en cuenta a la región adonde el embarque será destinado, precisó el grupo, reunido en Suiza, en un informe sobre señales de alerta para los departamentos de cumplimiento.


Existe una gran cantidad de preguntas que los oficiales bancarios pueden realizar para descubrir estos posibles esquemas, según el informe, incluidas aquellas referidas a los artículos embarcados son inusuales para la región o si existe un uso no convencional de productos financieros en la transacción, dijo el Grupo Wolfsberg.


Los oficiales de cumplimiento bancario deberían monitorear más detalladamente las transacciones vinculadas al comercio si la región involucrada está relacionada con países que son objeto de sanciones por parte de los EE.UU., según el informe.


El  informe de 34 páginas concluyó que los bancos tienen un rol “limitado” que ejercer en la mayoría de las transacciones comerciales. El grupo también señaló que, si bien el comercio internacional ha sido considerado de “mayor riesgo” por parte de los reguladores financieros y los bancos, “no hay evidencia suficiente” para concluir que es evidentemente de “alto riesgo”.


Los bancos no deberían esperar hasta que exista “suficiente evidencia” para hacer un análisis exhaustivo del lavado basado en el comercio y sus vínculos con el terrorismo y la evasión impositiva”, dijo Nikos Passas, profesor de la Universidad Northeastern en Boston, que estudia el tema del lavado de dinero. Podría ser demasiado tarde para entonces si las instituciones financieras inadvertidamente realizan transacciones financieras vinculadas con el terrorismo, agregó.


“Motivo, oportunidad y controles débiles son los tres precursores para que se cometa un delito serio y para que no sea detectado ni castigado”, señaló Passas.


Las recomendaciones del Grupo Wolfsberg coinciden con el informe del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) publicado en junio de 2006. En su informe, el GAFI dijo que el comercio internacional estaba en situación de mayor riesgo de lavado de dinero a causa de su supervisión débil en la mayoría de las operaciones de comercio internacional y el gran volumen de materiales y esquemas.


El GAFI pidió que los bancos y los grupos bancarios elaboren listas de señales de alerta detallando qué podrían hacer las instituciones financieras para protegerse contra los esquemas de lavado y vigilar las actividades sospechosas de lavado basadas en el comercio. Passas indicó que el informe del Grupo Wolfsberg probablemente fuera una respuesta a ese pedido.


El Grupo Wolfsberg, creado en 2000, incluye al Banco Santander, Barclays, Citigroup, JPMorgan Chase y otros. La organización elabora informes sobre cumplimiento antilavado de dinero y contra el financiamiento del terrorismo.