La oficina central del Banco HSBC Argentina, junto a dos sucursales de la provincia de Buenos Aires, fueron allanadas en el marco de una causa judicial iniciada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) contra la entidad por los presuntos delitos de evasión y lavado de dinero.

     Según voceros del ente recaudador, las maniobras de supuesta evasión alcanzarían los US$ 27 millones  y las de presunto lavado de dinero serían de US$ 47 millones, en un plazo de seis meses.

     Los allanamientos ordenados por la jueza en lo penal tributario Nº 3 María Verónica Straccia son la segunda tanda de medidas judiciales como éstas que recaen sobre el banco en esta causa, caratulada “HSBC Bank Argentina S.A. y otros” (por lavado de dinero). Los primeros tuvieron lugar en enero de 2013.

     Según la acusación de AFIP de principios de 2013, la entidad bancaria habría realizado  acciones fraudulentas, donde se habría ocultado a los verdaderos responsables de las acreditaciones bancarias impidiendo al ente recaudador efectuar los controles sobre los movimientos de dinero, por un monto estimado en alrededor de 392 millones de pesos.

     Cabe destacar que en los allanamientos de la última semana no pudo relevarse el total de la documentación debido a que parte importante de ella, se encontraría archivada, según argumentó el banco, en los depósitos de la empresa Iron Mountain que tiempo atrás sufrió un incendio que destruyó gran cantidad de material en el depósito ubicado en el barrio de Barracas de la capital argentina.

La maniobra

     Entre las maniobras detectadas por AFIP por parte del banco y que habrían dado origen a la denuncia se encuentran: una sucursal que, si bien figuraba en los papeles, no tenía existencia real, 2141 cuentas sin el Código Único de Identificación Tributaria (CUIT) verdadero o con CUIT genérico en paralelo y acreditaciones por $ 9.700 millones con presuntas inconsistencias entre 2008 y 2012.

     La AFIP acusó al HSBC de ofrecer “un producto a medida de empresas que usaban facturas truchas, entre otras maniobras”. Agregando que el servicio del banco “habría consistido en realizar depósitos de sus ‘cobranzas’, producto de las facturas de operaciones inexistentes, en una cuenta asociada a un CUIT genérico -que está exento a los impuestos de los créditos y débitos- cuyos movimientos habrían sido ocultados deliberadamente a la AFIP“.

     De acuerdo a la denuncia, así es como se habría “cerrado ese circuito de la emisión de la factura apócrifa y al mismo tiempo la posibilidad de blanquear el dinero“.

     Según la acusación, la evasión sería del impuesto al cheque, ganancias e IVA, superándose los $ 5.400 millones, siendo la evasión en Ganancias de 35%, en IVA 21% y a los Débitos y Créditos, 1,2%.

     El banco, según la denuncia, habría omitido informar correctamente en el Sistema de Información de Transacciones Relevantes (Siter) las operaciones de esas 2141 cuentas, para lo cual habrían utilizado CUIT genéricos (falsos) o, incluso, CUIT verdadero de operaciones de bajo monto, vulnerando de esta manera la normativa de “conozca a su cliente” obligatoria para todas las entidades financieras en función de las regulaciones ALD/CFT.

     De la investigación también se hizo eco la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) que, a través de un escrito presentado ante la Fiscalía Nacional en lo Penal Tributario, instó a que se impulse la imputación de seis directivos del banco HSBC Bank Argentina S.A y a cuatro empresarios por maniobras que permitieron el lavado de activos por casi 400 millones de pesos entre 2006 y 2010, ocultándole al Estado las cuentas bancarias utilizadas para concretar las operaciones.

     El organismo también aportó nuevos datos a la causa, echando luz sobre las posibles empresas involucradas y especificando detalladamente las maniobras llevadas a cabo por dichas empresas en complicidad con la entidad bancaria.

     Según detalla la Procelac, las maniobras consistieron en una cadena de operaciones que involucran la emisión de facturas apócrifas en un primer eslabón, la emisión de cheques de diferentes bancos para cancelarlas y su depósito en cuentas del HSBC, quien luego omitió la información sobre los movimientos de esas cuentas a la AFIP a través de las maniobras detalladas anteriormente.

     “Todo lo reseñado ha sido posible gracias a que el HSBC Bank Argentina S.A. omitía deliberadamente cumplir con su obligación de informar a la AFIP de la existencia de las cuentas de Más Distribuidora S.A. y Recaudaciones y Servicios S.R.L. en dicha entidad en las que se depositaban los cheques, puesto que sólo comunicaba al organismo recaudador cuentas bancarias que carecían de movimientos, y atribuía las que sí lo tenían al CUIT 27-00000000-6 de carácter genérico, lo que impedía a las autoridades la trazabilidad de las operaciones realizadas“, señala el escrito.

     El organismo concluye: “se detectaron una serie de operaciones sospechosas que dan cuenta de un incesante e importante flujo de dinero desde cuentas bancarias de una firma que egresan con motivo de operaciones comerciales fraguadas y que ingresan a cuentas que han sido intencionalmente ocultadas por la entidad bancaria para inmediatamente ser retiradas“.

Indicios de lavado

     En función de las investigaciones realizadas sobre la forma de proceder de las empresas involucradas y la actitud de la entidad bancaria, la Procelac concluye que hay al menos cinco indicadores que permiten sospechar que el dinero empleado en las maniobras tuvo origen en actividades delictivas:

1) En menos de ocho meses, se acreditaron más de 390 millones de pesos en las cuentas bancarias de las empresas y empresarios involucrados, que fueron recibidas en aquellas cuentas y retiradas en forma contemporánea a cada uno de los depósitos mediante cheques o por caja.

2) Esas acreditaciones, indicó la Procelac, “no pueden ser razonablemente justificadas por parte de los titulares de las cuentas bancarias o los socios o accionistas de las firmas involucradas, ya que aquéllos carecen de capacidad económica para generar ingresos equivalentes a los depósitos efectuados y puesto que no reconocen relaciones comerciales que ameriten la magnitud de dichas acreditaciones“.

3) Se simuló la existencia de servicios prestados a través de facturas falsas emitidas por parte de diversos presuntos proveedores que dieron sustento a la entrega de cheques en concepto de pago. En efecto, la AFIP determinó que los proveedores eran apócrifos y que los servicios no habían sido prestados, por lo que las cifras “no podían ser computados por la empresa como gastos en el Impuesto a las Ganancias ni como crédito fiscal en el Impuesto al Valor Agregado, evadiendo de ese modo dichos gravámenes y el concepto de Salidas No Documentadas”.

4) Los supuestos proveedores de Red de Multiservicios S.A. entregaron sus cheques recibidos en pago a Más Distribuidora S.A. y Recaudaciones y Servicios del Sur S.R.L. sin justificación comercial alguna.

5) El HSBC Bank Argentina S.A. omitió cumplir con su obligación legal de comunicar la existencia de aquellas cuentas bancarias de Más Distribuidora S.A. y Recaudaciones y Servicios del Sur S.R.L. en las que se acreditaron las cifras millonarias.

Iguales delitos, distintas metodologías

     El caso de HSBC que salió a la luz en la última semana en Argentina, no se trata de una situación aislada, numerosos casos en que instituciones bancarias con actividades en todo el globo se han visto involucradas en millonarios esquemas de evasión y lavado, estarían dejando en evidencia la necesidad de un replanteo de las políticas ALD/CFT mundiales en relación al sistema financiero.

– En agosto de 2013 una investigación a otro gigante mundial, el JP Morgan argentina, fue revelada a la opinión pública sospechado de formar parte de un esquema de evasión y lavado a través del sistema de banca privada. El origen de la investigación, en el año 2008 fue una denuncia de un exfuncionario del banco que, autoincriminándose, aportó un listado de 469 empresas y personas físicas de la Argentina involucradas en los delitos de evasión lavado.

En el caso detallado, se habrían utilizado dos metodologías: por un lado, captaban los fondos que provenían de venta de empresas y los depositaban en cuentas en filiales del exterior que una vez afuera evadían obligaciones tributarias. La otra modalidad era en sociedad con las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), sistema previsional privado eliminado por el gobierno de Cristina Fernández en el año 2008.

A raíz de esta investigación, la Unidad de Información Financiera, denunció al JP Morgan ante la UNASUR por el delito de lavado de dinero y fuga de capitales. A tal respecto, el titular de la UIF, José Sbatella expresó en su momento: “es importante que este tipo de maniobras comiencen a discutirse y se investiguen en toda Latinoamérica, porque esta metodología se ha repetido y se repite en muchos países del continente”.

– Otra investigación iniciada por la justicia argentina en relación a posibles triangulaciones con bancos de Uruguay y Chile en los pases de jugadores de fútbol, en agosto de 2013 la filial uruguaya del Royal Bank of Canada cerró sus operaciones en el país sudamericano. La decisión de los directivos del banco se originó precisamente por los allanamientos realizados en la entidad por orden de la justicia uruguaya y que, según la entidad bancaria ponían en riesgo el “secreto bancario” y la confidencialidad necesaria para poder operar.

– Otro caso resonante de los últimos tiempos fue la millonaria multa aplicada por la justicia francesa a la Union de Banques Suisses (UBS) por los delitos de blanqueo agravado y fraude fiscal. Según las autoridades el banco habría colaborado con una mega evasión fiscal y lavado de dinero, lo cual llevó a la imposición de una fianza de  1.100 millones de euros que el banco suizo deberá abonar antes del 30 de septiembre de este año.

     Sólo para detallar algunos casos resonantes en que grandes instituciones bancarias en todo el mundo son capaces de realizar distintos tipos de maniobras para cometer delitos que no sólo impactan sobre la economía del país donde han tenido lugar, sino también ponen en jaque al sistema financiero internacional, demostrando su capacidad de evadir no sólo dinero, sino también toda clase de controles.