Por Brian Monroe.

El HSBC Holding Plc. pudiera pagar hasta US$ 1.000 millones por violaciones a la Ley de Secreto Bancario y a las sanciones impuestas por Estados Unidos, lo que significaría una cifra sin precedentes en la aplicación de multas contra entidades financieras por fallas en el cumplimiento antilavado de dinero y contra el financiamiento del terrorismo.

La posible multa sería dos veces el monto de US$ 500 millones estimado inicialmente en agosto de 2010 por el Departamento de Justicia, informaron algunas fuentes relacionadas a la investigación.

US$ 1.000 millones es un monto “que está en el ámbito de lo que se ha estado discutiendo”, a pesar de que pudiera ser más baja la multa dependiendo de cómo los funcionarios gubernamentales evalúen la cooperación del banco durante las investigaciones y la inversión que realizará para solventar las deficiencias, afirmó el funcionario que pidió que mantuviéramos su nombre  anónimo.

La elevada cantidad, que forma parte de un acuerdo de diferimiento del juicio negociado con los fiscales, se debe a las comprobadas fallas del banco en los procesos antilavado y a la acción intencional de empleados que removieron información de documentos interbancarios para esconder las violaciones a las sanciones impuestas por Estados Unidos, aseguró un individuo que ha formado parte de las discusiones adelantadas entre el banco y las autoridades estadounidenses.

La práctica conocida como stripping “ha sido destacada en las más grandes sanciones impuestas por los organismos estadounidenses, como la multa de US$ 536 millones impuesta al Credit Suisse en diciembre de 2009”, señaló la fuente.

El banco cometió violaciones antilavado relacionadas a sus cuentas HSBC Premier y a sus relaciones de corresponsalía con instituciones de México y otros países de alto riesgo de Latinoamérica. Las autoridades han detectado que la estructura de cumplimiento del HSBC contaba con poco personal y su sistema de monitoreo de transacciones deficientes.

Un acuerdo final con el HSBC pudiera tardar meses o hasta casi un año.

Mala práctica médica

Los problemas regulatorios empezaron cuando los fiscales federales iniciaron un juicio contra Barton Adams, un médico que de West Virginia que fue acusado en noviembre de 2008 de usar su cuenta en el HSBC como parte de una estafa en contra del seguro de salud pública Medicare. Adams llegó a realizar transferencias online de US$90.000, US$200.000 y US$272.000 de origen ilícito desde su cuenta del HSBC a una cuenta de un sujeto en el HSBC de Canadá, según informaron los fiscales acusadores. Esta investigación motivó a los funcionarios reguladores a realizar una inspección del programa de cumplimiento antilavado del HSBC.

El banco, que tiene su sede principal en Londres, ha contratado a varias empresas consultoras para realizar una inspección retrospectiva como parte de sus esfuerzos para remediar las deficiencias de cumplimiento. Sin embargo, una fuente reveló que la institución todavía no ha mostrado mejoras considerables en su programa antilavado: “HSBC puede contratar a quien quiera, pero ellos todavía tienen fallas en el cumplimiento”.