Por Biran Monroe.

Las autoridades reguladoras de la India emitieron en el 2011 un número record de multas por deficiencias antilavado de dinero (ALD) y por fallas en las políticas para “conocer al cliente”, sin embargo, el esfuerzo que permitió cuadruplicar las sanciones emitidas en 2010 no termina de convencer  a muchos expertos que tienen dudas sobre la estructura de prevención y combate de la legitimación de capitales del gigante país ubicado en Asia.

En total, el Banco de la Reserva de la India (RBI, su sigla en inglés) emitió más de 70 acciones de cumplimiento contra bancos y otras instituciones financieras por violaciones. El número es considerablemente superior a las 15 multas expedidas  en el 2010, de acuerdo a un artículo del 11 de julio de 2011 publicado por el Economic Times.

Las multas han coincidido con un aumento en el número de procesamientos por lavado de dinero por parte del gobierno de la India, que aprobó su primera ley antilavado de dinero en 2002 y sus  modificaciones posteriores en el 2005 y 2009, que reforzaron el mantenimiento de los registros y otros requisitos.

El fortalecimiento de las leyes ALD y el cierre de instituciones financieras que no cumplen con ellas es una consecuencia de los esfuerzos de India para desprenderse de una reputación internacional de “nación blanda con la corrupción”, explicó Milan Vaishnav, un investigador del Centro para el Desarrollo Global, con sede en Washington D.C.

“Los reguladores de India están siendo mucho más agresivos en un macrosentido, mientras el país está intentando presentarse como potencia mundial, que pueda atacar enérgicamente la corrupción y que ha pasado a ser un país en desarrollo a uno desarrollado”, precisó el experto.

El año pasado, el RBI penalizó al Ghandhidham Cooperativa, GondalNagrik, Baroda y a la sucursal bancaria con sede en India de Citibank por una serie de violaciones, incluyendo una permisiva diligencia debida de los clientes, por no presentar informes de transacciones de los clientes y por deficiencias en la documentación de las transacciones de grandes sumas de dinero.

Pocos peces grandes

“A pesar de los esfuerzos, el número de condenas en India por corrupción y lavado de dinero en el 2011 todavía fue bajo, considerando el tamaño de la nación”, indicó Dev Kar, el economista principal del Global Financial Integrity. El país cuenta con poco más de 200 bancos con más de 200.000 oficinas, según las estadísticas publicadas por el RBI.

“El sistema legal es débil, corrupto y se obstruye con cientos de miles de casos judiciales, algunos que se remontan a 20 años”, precisó Kar, quien agregó que “los indios adinerados sobornan a los jueces para que retrasen los casos, mientras que los que no tienen dinero, son los peces pequeños que son atrapados y van a prisión”.

Sin embargo, en los últimos años el gobierno realizó algunas persecuciones a políticos de alto rango y a funcionarios públicos. En febrero de 2011, los investigadores arrestaron al ministro de telecomunicaciones, Andimuth Raja, y a dos ex asesores por dar acceso ilegalmente a longitudes de onda de radio a cambio de sobornos, que a la larga costaron al país unos US$ 40.000 millones, según a un artículo del 21 de diciembre de la BBC.

Las autoridades de la India también han enfrentado acusaciones de que venden casas para viudas, soldados, políticos y sus socios, y de mal gestionar dinero vinculado a los juegos de la Commonwealth. Un candidato para el puesto de “máximo responsable contra la corrupción” fue expulsado debido a cargos de corrupción, reportó la BBC.

A pesar de que la corrupción está “arraigada en la cultura india y sigue fomentándose”, los funcionarios gubernamentales han firmado recientemente una iniciativa mundial para lucha contra la corrupción y han mostrado señales de que están más abiertos a los esfuerzos internos, dijo Rukshana Nanayakkara, el coordinador del programa de Transparencia Internacional para Asia.

En 2011 la India ratificó el Convenio de Naciones Unidas contra la Corrupción, el cual ayudará a capacitar para mejorar la recuperación de activos robados. Activistas civiles presentaron una ley, conocida como la Jan Lokpal bill, que crearía un organismo independiente de vigilancia contra la corrupción y de protección a los denunciantes, según el Wall Street Journal. El proyecto de ley, que legisladores han introducido cerca de una docena de veces desde finales de los 60s, no fue aprobado por el Parlamento en la sesión definitiva en diciembre de 2011, dijo Nanayakkara.

Aún así, “el gobierno se encuentra bajo mucha más presión, tanto a nivel internacional como por parte de una emergente clase media que se siente frustrada por tener que pagar sobornos para conseguir hasta los servicios básico del gobierno. Hay una gran cantidad de dinero que ponen en cuentas bancarias europeas los [corruptos] políticos de la India”, aseguró el representante de Transparencia Internacional.

“No es el objetivo final”

El repunte en los refuerzos ALD aún no convence  a los funcionarios de cumplimiento en otros países de que los riesgos en los negocios de la India han disminuido, según un oficial de cumplimiento en un banco en Canadá: “Sí, penalizar a más bancos por problemas ALD es un paso en la dirección correcta, pero eso no me dice con claridad si el país está teniendo algún progreso contra la corrupción, que es un problema muy importante. Multar a los bancos es el primer objetivo, pero no es el objetivo final”, precisó la fuente, quien pidió no ser identificado.

No está claro cómo le irá a la India en su próxima evaluación mutua del Grupo de Acción Financiera (GAFI). El país asiático, que se unió al GAFI en el 2010, fue criticado por el grupo intergubernamental ese año por las bajas tasas de procesamiento judicial y el fracaso al multar de manera adecuada a las instituciones bancarias por fallas ALD.

India se está “presentando a sí misma como un líder antilavado de dinero y en la lucha contra la corrupción, pero el GAFI no estará feliz sólo con crear nuevas leyes”, advirtió Abhishek Dwivedi, una consultora ALD con sede en Holanda, quien trabaja con bancos con problemas de cumplimiento en la India.

Para una buena puntuación en su próxima evaluación, los fiscales de la India tendrán que hacer frente a complejos casos de lavado de dinero y decomiso de activos, algunos de los cuales tendrá que involucrar cifras relacionadas a la política, indicó Dwivedi.