Por Rachael Lee Coleman
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La corrupción desenfrenada, o al menos la percepción de la misma, azota a las tres cuartas partes de los gobiernos de todos los países, particularmente aquellas naciones con pobreza endémica y disturbios políticos, según el Índice de Percepción de Corrupción 2006 de Transparencia Internacional, publicado el lunes.

La agencia anti-corrupción con sede en Berlín no solamente enfatizó la conexión entre la corrupción y la pobreza, sino que también confirmó que mucha gente considera que sus gobiernos son cada vez más deshonestos, a pesar de la legislación mundial anti-corrupción.

Ello es, en parte, porque los intermediarios capacitados a nivel mundial continúan ayudando a las elites políticas a saquear, guardar y lavar activos y otros fondos ilícitos, dice la agencia.

Transparencia Internacional calificó a 163 países sobre una escala de 10 puntos de acuerdo con la cantidad de corrupción que la gente considera que existe dentro de sus gobiernos.  Casi tres cuartas partes de aquellos países fueron calificados con menos de cinco puntos, lo que indica problemas de corrupción “serios”.  La mitad, incluyendo a la mayoría de las naciones africanas, fue calificada con menos de tres, lo que indica un nivel de corrupción “desenfrenado”.


Finlandia, Islandia y Nueva Zelandia, recibieron cada uno 9,6 puntos, encabezando así este año nuevamente la lista, seguidos de cerca por Dinamarca, Singapur, Suecia y Suiza.

Haití, una pobre nación isleña asediada con desórdenes politicos, figuró última, con 1,8 puntos, detrás de Myanmar, Irak, Guinea, Sudán, República Democrática del Congo, Chad y Bangladesh.

“La corrupción atrapa a millones en la pobreza”, dijo el Presidente de Transparencia Internacional, Huguette Labelle. “A pesar de la década de progreso, -estos resultados indican que todavía queda mucho por hacer antes de que veamos mejoras importantes en las vidas de los ciudadanos más pobres del mundo”.

Eso no significa que los países más ricos no tengan problemas también.  De hecho, la corrupción percibida aumentó en muchos países industrializados, en parte, por los escándalos de corrupción, según Transparencia Internacional.  Por ejemplo, la corrupción empeoró considerablemente en los Estados Unidos – su calificación cayó de 7,6 puntos obtenidos el año pasado a 7,3 este año – y en Brasil, Cuba, Israel, Jordania, Laos, Seychelles, Trinidad y Tobago y Tunisia.

Transparencia Internacional dijo que los profesionales, – incluyendo a los banqueros, contadores y abogados – que ayudan a facilitar la corrupción gubernamental son en parte responsables de la abrumadora cantidad de bajas calificaciones.


“Las compañías y las asociaciones profesionales de abogados, contadores y banqueros tienen una responsabilidad especial de tomar acciones más severas contra la corrupción”, dijo David Nussbaum, Director Ejecutivo de la Organización. “De hecho, enjuiciar a los abogados, auditores forenses y oficiales de cumplimiento puede ser el elemento fuerte de una exitosa lucha contra la corrupción”.

 


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