Por Emilio López Romero
Una empresa del sector de franquicias se comprometió a comunicar a la Unidad de Inteligencia Financiera de España, Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC) cualquier operación sospechosa de lavado de dinero y a identificar la identidad y la proveniencia del dinero de los clientes.
El Grupo Creditservices, una cadena de franquicias de servicios financieros con más de 500 sucursales en toda España, se ha convertido en la primera empresa del sector de los intermediarios financieros en presentar al Banco de España un protocolo de autorregulación en materia de prevención de lavado de dinero.
Creditservices es una empresa privada especializada en el asesoramiento bancario y empresarial. La cadena actúa como agente de más de 200 bancos españoles y extranjeros, comercializando sus principales productos financieros. Además, ofrece asesoramiento a sus clientes en todo tipo de productos financieros, como tarjetas de crédito, hipotecas, préstamos personales, ‘leasing’, ‘factoring’, ‘renting’ o descuento comercial, entre otros.
La iniciativa nació tras reiteradas peticiones de la Asociación de Usuarios de Servicios Financieros (AUSBANC), la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y otras organizaciones de consumidores que cuestionan este tipo de empresas ante la inseguridad que provocan algunas de las empresas ligadas al creciente sector de operaciones de crédito y renegociación de deudas. Por eso, para aumentar la protección de los clientes, piden una regulación urgente del sector.
De esta forma la cadena de franquicias que preside Francisco Javier López Pérez se ha adelantado a otras de la competencia dando el primer paso con la intención de que el sector se autorregule, antes de provocar una regulación exterior que, a todas luces, podría ser más restrictiva.
En definitiva, se requerirá a los profesionales que se registren para crear un listado de empresas del sector de los intermediarios financieros. Tendrán que pasar ciertos requisitos de capacitación y formación, y estarán obligados a contar con un seguro de responsabilidad civil, que cubre los errores profesionales que pudieran cometer así como eventuales indemnizaciones.
La empresa será la primera en disponer de un responsable que informará al organismo regulador de las operaciones financieras de sus asociados. Esta autorregulación constituirá, según asegura la empresa en un comunicado, un “punto de arranque” ya que son muchas las áreas pendientes de ser sujetas a normas en un sector que no está regulado por ley y que está en “imparable crecimiento”.
Alexandre Fernandes, director general de Clifford Auckland Consultores, especializado en intermediación financiera, se ha mostrado convencido de que una vez que Creditservices ha dado el primer paso, a partir del próximo año se producirá una autorregulación en otras compañías por lo que, en su opinión, en un plazo de dos a cuatro años sólo sobrevivirán “las franquicias que mejor lo estén haciendo, que sean más serias y que mejor sepan de qué están hablando”.
Diferenciarse del resto
La intención de la cadena es alejarse de la actividad que realizan numerosos intermediarios financieros sin regular que actualmente operan en España y cuya situación estudian tanto el Banco de España como el Ministerio de Hacienda. Y es que de momento este tipo de empresas, que fundamentalmente ofrecen la renegociación de deudas y ampliaciones de hipotecas, no están regulados.
A partir de ahora, Creditservices se comprometerá en primer término a comunicar al SEPBLAC, organismo perteneciente al Banco de España, cualquier operación sospechosa de lavado, así como obtener de sus clientes información suficiente sobre su identidad y su actividad económica o profesional.
Por su parte, Luis Javaloyes, director ejecutivo de Agencia Negociadora de Productos Bancarios, también coincide en que a largo plazo se producirá una “selección” por regulación y permanecerán sólo aquellas que hayan optado por una fórmula de servicio profesional y que esté orientada al mercado.
Pablo Pascual, responsable de Asesoría Jurídica de Experian España, recuerda que hay dos formas de cumplir con la normativa de prevención del blanqueo de capitales. Un primer modelo descentralizado que deja en manos de las sucursales, más cercanas al cliente, la labor de detectar las operaciones sospechosas y de identificar a los clientes, que luego deben reportar al órgano central encargado del cumplimiento de la normativa. Y un modelo centralizado, que confía en la organización general de la entidad, y principalmente, en los sistemas informáticos para detectar automáticamente determinadas operaciones. Pareciera que en este sector, la primera opción sería la elegida.
Entrenamiento antilavado incluido
Además, la cadena de franquicias de servicios financieros se comprometió ante el instituto emisor a establecer una serie de procedimientos de control interno y de comunicación, para lo cual creará programas de formación para sus empleados e informará a sus franquiciados sobre cuestiones relativas a la prevención del lavado de dinero.
La idea es que toda la plantilla del grupo conozca y cumpla las normas establecidas para conocer al cliente y detectar operaciones sospechosas. De hecho, la empresa explicó que todos los empleados relacionados directamente con los clientes y sus operaciones están ya implicados en la tarea de prevención.
Fundamentalmente, los planes de formación y cursos especiales están dirigidos al personal que desempeñe puestos de trabajo que por sus características sean idóneos para detectar los hechos u operaciones que puedan estar relacionados con el blanqueo de capitales.
En España en la actualidad están obligadas a cumplir con la normativa sobre prevención del blanqueo de capitales las entidades de crédito, ciertas aseguradoras, ciertas entidades relacionadas con el mercado de valores, sociedades emisoras de tarjeta de crédito, personas físicas o jurídicas que ejerzan la actividad de cambio de moneda, casinos, auditores de cuentas, contables externos o asesores fiscales, y personas físicas o jurídicas que realicen actividades relacionadas con el comercio de joyas, piedras y metales preciosos, objetos de arte y antigüedades.
Poco después de conocer la decisión de Creditservices, la Asociación de Profesionales y Asesores Independientes Financieros (APAIF) y la Asociación de Asesores de Inversión y Financiación (AIF) celebraron el protocolo de autorregulación. De hecho, desde hace tiempo venían reclamando la necesidad de una urgente regulación del sector. Ahora esperan que el resto de empresas del sector sigan los pasos de la franquicia.




